Una cerrada defensa del trato diferenciado para los militares en la justicia especial para la paz realizó el martes el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Las palabras del jefe de la cartera de Defensa se dieron en medio del tercero de cuatro debates del proyecto de acto legislativo que crea la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en la que serán procesados los excombatientes señalados de delitos atroces, tanto de la guerrilla como de la Fuerza Pública.
Durante su intervención, Villegas dijo que la JEP “se aplicará de acuerdo al Derecho Internacional Humanitario” y que al emplear la legislación penal que se tiene en el país “estamos cumpliendo los estándares internacionales de justicia”.
Para Villegas, este tratamiento diferenciado “garantiza seguridad jurídica para miembros de la Fuerza Pública” y que “no haya impunidad”.
Las palabras del Ministro se dieron, entre otras cosas, ante las advertencias que han hecho diferentes sectores en el sentido de que algunos aspectos de este tratamiento diferenciado no estarían en armonía con las normas internacionales.
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Las observaciones están dirigidas específicamente a la responsabilidad del mando, es decir a los requisitos para que los altos mandos militares tengan que responder por los delitos de sus subordinados.
Una de esta voces fue la de la fiscal de la Corte Penal Internacional Fatou Bensouda, quien en un escrito para la revista Semana expresó algunas “preocupaciones” al respecto.
Para ella, aunque este concepto de “responsabilidad de mando” aparece “claramente definido en el Estatuto de Roma”, observa “con cierta preocupación que en la versión final del acuerdo de paz se ha eliminado toda referencia directa al correspondiente artículo 28 del estatuto”.
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“No obstante, la definición que adopten en última instancia los legisladores tendrá que ajustarse plenamente a la definición establecida en el Estatuto de Roma”, consideró la fiscal Fatou Bensouda.
Durante una audiencia pública sobre este proyecto, en la Comisión Primera del Senado, el jurista Rodrigo Uprimny también se refirió a estas observaciones y dijo que “flaco favor” se les haría a los militares si se les “blinda jurídicamente” con esta iniciativa, pero se les deja expuestos a una posible intervención de instancias internacionales.
La senadora por Alianza Verde Claudia López también se refirió al tema y cuestionó que el proyecto que se está tramitando contenga ese tratamiento especial para los militares, “pero no diga nada sobre la responsabilidad de mando en las Farc”.
López anunció que le enviará una carta a la fiscal Fatou Bensouda para que “intervenga” antes “de que este proyecto sea aprobado en cuarto debate. “Si esto se aprueba así, algún militar va a terminar en la Corte Penal Internacional y esto es inseguridad jurídica para ellos”, dijo.
Desde hace varios meses los altos oficiales de la Fuerza Pública han hecho sistemáticas observaciones sobre el riesgo de que la JEP se convierta en un verdugo a la hora de juzgar a quienes han defendido al Estado y a la sociedad durante el conflicto armado.
El general retirado Jaime Ruiz, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, dijo que el texto que este miércoles aprobará el Congreso permite interpretaciones que ponen en riesgo la aplicación de la justicia para los militares.
La Policía Judicial intentaba el martes en la noche ingresar a la zona veredal de La Elvira, en Buenos Aires, Cauca, para indagar sobre los hechos en los que resultó herido con arma de fuego un guerrillero, el primer incidente tras la concentración de las Farc en zonas veredales.
La investigación la asumió el grupo judicial previa coordinación con el Mecanismo de Monitoreo Tripartito, según el protocolo del acuerdo de paz logrado en La Habana.
El incidente se registró después de la inauguración de la cancha de fútbol de La Elvira, que sirvió como escenario para un partido amistoso entre guerrilleros y viejas glorias de los equipos América de Cali y Nacional.
Sobre el hecho el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, aseguró: “Me parece una mala noticia que se agarren a bala en una fiesta. La información que tenemos es que fue infligida esa herida por él, por razones pasionales de una discusión. Es una cosa que tiene que ver más con la pasión que con la política”.
Otra hipótesis señala que los dos disparos que recibió el guerrillero pudieron ser el resultado de una riña después del partido por la ingesta de alcohol.
Si se confirma el ingresó de licor a la zona veredal, la indagación del grupo judicial también buscará establecer cómo entró. El guerrillero herido se recupera en la clínica Valle del Lili, de Cali.
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