En diálogo con EL TIEMPO, la embajadora de Colombia ante Naciones Unidas, María Emma Mejía, afirmó que la visita del Consejo de Seguridad es un “reconocimiento” a los avances que ha habido en el proceso de paz en Colombia.
¿Cuál es la importancia de la visita del Consejo de Seguridad a Colombia?
Es la primera vez, en 72 años de historia de la ONU, que el Consejo de Seguridad en pleno visita América Latina. Y es una visita en un momento en que el Consejo considera que ya estamos en las dos terceras partes del mandato que esta instancia le dio al Secretario General para establecer una Misión en Colombia y cumplir tres objetivos.
¿Cuáles son esos objetivos?
Dos de ellos ya se completaron, que fueron el cese del fuego y el de hostilidades, y un tercero, que está en proceso, la dejación de armas.
¿Por qué el Consejo de Seguridad elige este momento para visitar Colombia?
El Consejo considera que estamos más cerca del final que de la mitad o del principio del proceso. Esto de todas formas es un reconocimiento a los avances que se han dado, al compromiso de las partes, tanto del Gobierno como de las Farc, y significa que ellos lo que quieren es acercarse a Colombia, ver los avances, cuáles son los logros obtenidos, y cuáles, las dificultades y los desafíos. El Consejo de Seguridad y las Naciones Unidas ven en el modelo colombiano del proceso de paz un posible ejemplo por seguir en otros conflictos.
En concreto, ¿qué viene a observar el Consejo?
Viene a observar, de primera mano, con todas las instancias gubernamentales, legislativas, de la sociedad civil, de la academia, del empresariado y del Gobierno y la insurgencia, cómo van los avances de la Misión que ellos establecieron el 25 de enero del 2016.
¿Y qué propósito tiene esta observación al proceso de paz en Colombia?
Es una doble función: primero mirar cómo va el proceso con distintos actores, cómo se percibe; y segundo, reconocerle a Colombia un modelo que ha sido excepcional, como es el mecanismo tripartito. No existe una herramienta así en ninguna otra de las 38 misiones de Naciones Unidas en el mundo.
¿Cómo se ha ido ambientando y preparando esta visita?
La semana pasada, la canciller, María Ángela Holguín, y la vicecanciller, Patti Londoño, estuvieron en Nueva York y fue como una preparación. Tuvimos una reunión muy larga con el Consejo de Seguridad, porque ellos se preparan mucho, recogen mucha información de las zonas, a dónde irán, de qué población es, de la historia del conflicto. Es algo muy profundo. Tanto Naciones Unidas como yo misma tuvimos la labor de prepararlos en varias sesiones de trabajo, porque a ellos les gusta mucho profundizar en el lugar a donde van y qué se quiere obtener.
¿Existe un estimado de cuánto ha invertido la ONU en esta Misión de Verificación del cese del fuego y el desarme?
Sí. Hay un presupuesto que se aprobó en la sección quinta, la de presupuesto, que son 78 millones de dólares que incluyen todo: el despliegue, el transporte, los vehículos, todo lo que tiene que ver con la logística y la elaboración de informes, entre otros.
¿En qué radica que los países más poderosos del mundo tengan un interés tan grande en el proceso de paz de Colombia?
En las posibilidades de éxito. Hay certeza en la ONU, y lo muestra el Consejo de Seguridad con dos resoluciones y esta visita, de que la apuesta del Presidente y la Canciller –que se lo han jugado todo en este proceso– será exitosa.
¿En otras palabras se podría decir que el caso de Colombia es de mostrar?
Sin duda el caso de Colombia es de mostrar, y por eso el Consejo de Seguridad, el Presidente y la Canciller le están apostando muy fuertemente.
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