En respuesta al cardenal Rubén Salazar, al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, y a los obispos de Cali y Villavicencio, que en reciente carta llamaron al Gobierno y el Eln a “concertar y convenir un acuerdo bilateral del cese del fuego y de hostilidades”, Juan Camilo Restrepo, jefe de la delegación oficial en los diálogos, ratificó que un acuerdo sobre el fin del conflicto con esa guerrilla no puede reducirse a un alto del fuego.
“No tendría sentido que se silencien los fusiles si al mismo tiempo no se suspenden hostilidades”, afirmó Restrepo en una carta a los prelados, quienes pidieron a la mesa de diálogos en Quito un acto de reconciliación con motivo de la visita del papa Francisco al país, en septiembre próximo.
“El cese del fuego, como ustedes muy bien lo señalan –agrega Restrepo–, debe ir acompañado de un desescalamiento de agresiones contra la población civil, que, al crear confianza, prepare estas conversaciones para arribar al estadio final de las mismas, que no es otro que ponerle fin al conflicto armado y erradicar la violencia de la política”.
Precisamente, el jefe de la delegación del presidente Juan Manuel Santos en los diálogos con el Eln les informa al cardenal y los obispos que el 13 de junio, justo el día en que recibió la carta de ellos, les dijo a los negociadores de la guerrilla que el Gobierno estaba dispuesto a hablar de las condiciones para llegar a un cese del fuego bilateral.
“Esa es la tarea que nos ocupa actualmente en la mesa y debemos decir que el Eln le ha manifestado al Gobierno que realizará consultas sobre esta propuesta”, agregó Restrepo.
En las últimas semanas esa guerrilla ha desplegado una intensa campaña en sus redes sociales por el cese bilateral del fuego, pero, paradójicamente sus jefes, incluyendo a Nicolás Rodríguez Bautista, ‘Gabino’, han reiterado que el Eln se reserva el derecho de “privar de la libertad” a quien considere.
Así han respondido a los cuestionamientos que se le hacen a ese grupo guerrillero por su resistencia a poner fin al secuestro y a otros ataques contra la población civil. Esa actitud del Eln ha caído muy mal entre el Gobierno y la opinión pública, que hasta ahora no ha visto gestos de paz de la organización armada.
Precisamente al Eln atribuyen el secuestro de los periodistas holandeses Derk Johannes Bolt y Eugenio Ernest, plagiados el sábado en el Catatumbo. Los periodistas habían entrado a Colombia por la frontera con Venezuela, de donde llegaron luego de hacer allí un trabajo sobre niños adoptados por familias holandesas. Los reporteros se disponían a hacer la misma tarea en Colombia.
Hasta este miércoles, el Eln no había reconocido abiertamente el secuestro, pero la Iglesia católica había sido contactada por el grupo guerrillero para la liberación de los holandeses. Holanda es uno de los países que acompaña la mesa de Quito.
Con la activación de un corredor humanitario en la región del Catatumbo (Norte de Santander), las autoridades buscan facilitar el proceso de liberación de dos periodistas holandeses que están secuestrados por el Eln desde el pasado sábado.
Derk Johannes Bolt, de 68 años, y Eugenio Ernest, de 52, fueron secuestrados por la guerrilla en inmediaciones de Filogringo, zona rural de El Tarra, cuando realizaban un trabajo periodístico para medios internacionales.
Este miércoles se conoció que el Eln contactó a representantes de la Iglesia católica para ser garantes en la entrega y liberación de los periodistas.
“Todo eso de la mediación lo están trabajando en la Diócesis y muy bueno que estemos ahí presentes buscando ayudar en ese campo”, aseguró el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, en un foro de Casa Editorial EL TIEMPO sobre la visita del Papa a Colombia.
La guerrilla, sin reconocer el secuestro, había señalado que “uno de los mecanismos de control del Eln en los territorios es detener preventiva y temporalmente a cualquier persona ajena o extraña en la región”.
La Fuerza Pública, en su momento, señaló que los periodistas ingresaron al Catatumbo sin pedir compañía de autoridades.
El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera le envío este miércoles una carta al jefe del Eln, Nicolás Rodríguez Bautista, en la que cuestiona su posición frente al secuestro.
El funcionario enfatizó que “los derechos humanos, el derecho internacional humanitario (DIH) y la dignidad humana deben primar en todo tiempo y circunstancias, incluso si se alega el ejercicio del derecho a la rebelión”.
Se refería Negret Mosquera a unas declaraciones entregadas por el jefe guerrillero en las que señalaba que en el marco de su rebelión supuestamente tenían el derecho de secuestrar a quienes “se hicieran merecedores de ello”.
En la carta, el Defensor señala: “Las privaciones arbitrarias de la libertad, especialmente aquellas que están dirigidas contra civiles además de encontrarse proscritas por el DIH son una grave afrenta contra los derechos humanistas que se encuentran ínsitos en las consignas que promueven transformaciones sustanciales de la sociedad, la economía y la política”.
El Defensor le dijo al jefe guerrillero que concentre sus esfuerzos en la negociación con el Gobierno Nacional, y añadió que “la liberación de todos los secuestrados y secuestradas, tengo la confianza, allanaría rápidamente el camino hacia un cese del fuego bilateral y de hostilidades”.
UNIDAD DE PAZ