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Proceso de Paz

'Comandantes de Farc deberían renunciar a curules’: hermana de víctima

Ángela María Giraldo Cadavid es hermana de Francisco, uno de los 12 diputados del Valle secuestrados por las Farc; defiende el acuerdo de paz.

Ángela María Giraldo Cadavid es hermana de Francisco, uno de los 12 diputados del Valle secuestrados por las Farc; defiende el acuerdo de paz.

Foto:Archivo particular

Ángela Giraldo, defensora del Acuerdo de Paz, les exige cumplir estándares internacionales.

Armando Neira
De un tiempo para acá, el país se despierta con el reconocimiento por los antiguos integrantes de las Farc de uno más de los múltiples crímenes cometidos durante medio siglo de violencia armada. ¿Qué piensan de esta situación las víctimas? Ángela María Giraldo Cadavid es hermana de Francisco, uno de los 12 diputados del Valle del Cauca secuestrados y asesinados por esta guerrilla.
A usted la tocó con violencia la guerra. ¿Cómo fue?
Viví días dolorosos, era una pesadilla de la que no se podía despertar. En mi caso, la mañana del 11 de abril de 2002, recibí la llamada de mi hermano Francisco, cuando los llevaban en una buseta. Me dijo que se trataba de un operativo militar por unas bombas que habían puesto en la Asamblea, que no me preocupara, que el Ejército los estaba evacuando para la Tercera Brigada. La llamada se cayó, y media hora más tarde me di cuenta de que era un secuestro.
¿Y entonces?
A partir de ese día mi vida cambió para siempre. Pasé de ser ortodoncista en Cali a emprender una lucha sin tregua por el acuerdo humanitario a nivel nacional e internacional.
Durante el secuestro, ¿qué pasó con su familia?
Durante los cinco años y medio del secuestro de mi hermano, en mi familia no volvimos a disfrutar de un día de tranquilidad ni fines de semana. De lunes a viernes nos levantamos a las 4 de la mañana para tratar de enviarle a Francisco un mensaje por la radio, organizábamos campañas con los demás familiares para sensibilizar al Gobierno y al país, tratamos de negociar directamente con las Farc, pero fue imposible, no se podía pagar...
¿Nunca pararon?
Vi cómo se fue consumiendo hasta morir a mi papá, Ramón Elías Giraldo Gómez. Era un hombre fuerte y batallador que nunca imaginó un drama así.
Francisco Giraldo Cadavid, diputado del Valle, asesinado por las Farc en junio de 2007.

Francisco Giraldo Cadavid, diputado del Valle, asesinado por las Farc en junio de 2007.

Foto:Archivo particular

¿A su padre se lo llevó la violencia?
A él y a su familia, que era liberal y que perdió todo durante la Violencia de los años 50. Les tocó huir y dejar sus pertenencias tiradas. Con esfuerzo y sacrificio, mi papá estudió derecho y comenzó una carrera política exitosa. Llegó a ser senador. Era una persona querida y respetada. No se dejaba acobardar por las derrotas. Nunca lo vi devastado hasta que secuestraron a Francisco, eso le partió el alma, se fue consumiendo por la tristeza hasta morir.
Con esa fuerza que tenía su papá, ¿alguna vez intentó subir a las montañas en busca de su hijo?
Sí. Claro. Se deprimió aún más porque fue y se reunió con Pablo Catatumbo en las montañas, gracias a la gestión de Angelino Garzón, en esa época ministro del Trabajo, y el visto bueno del entonces presidente, Andrés Pastrana. Catatumbo le dijo que él no podía hacer nada por la liberación de los diputados, pues esa negociación era a través de un intercambio de prisioneros que se debía pactar entre el Gobierno Nacional y el secretariado de las Farc. “Lo único que puedo prometerle es que respetaremos la vida de su hijo y de sus compañeros, si no se hace un rescate militar”, le aseguró Catatumbo.

Vi cómo se fue consumiendo hasta morir

Usted inició una intensa gestión que la llevó hasta escenarios internacionales...
Sí. La última reunión fue con el Parlamento Europeo, en Bruselas. El 28 de junio de 2007, a las 8 de la mañana, estando en la sala de plenarias, recibí la llamada de mi mamá. Alguien me la pasó al teléfono, no comprendía muy bien lo que sucedía: en Colombia debía ser la 1 de la mañana, no entendía por qué mi mamá me llamaba en ese momento. Entonces me dijo: “Hijita, mataron a los diputados”. Lo repetí en voz tan alta que retumbo en todo el recinto.
¿Por qué cree que la situación tuvo semejante desenlace?
Había muchos egos, odios y sed de triunfo militar de parte y parte. Acompañados de la insensibilidad de un segmento de la sociedad colombiana, que estaba tan acostumbrada a escuchar las masacres todos los días, que incorporaron el drama de los secuestrados al paisaje general del país y perdieron la capacidad de dimensionar el dolor de ellos y de sus familias.
Durante el gobierno del presidente Uribe usted hablaba con él...
El expresidente Uribe no creía en las Farc, no entendía que era necesario suscribir el acuerdo. Me dijo: “Ángela, si las Farc quisieran liberarlos, lo podríamos negociar por internet, no es necesario un despeje”. Le expliqué que se podía comprar ropa por internet, pero la vida de seres humanos no se negocia por internet.
Después vino la administración del presidente Santos, que logró un acuerdo de paz con esa guerrilla. ¿Cuál fue su posición al respecto?
Estuve y estoy a favor del acuerdo de paz. Fue importante llegar a un entendimiento con las Farc para frenar los niveles de violencia que se estaban viviendo en Colombia. No podíamos seguir permitiendo que población civil quedara en medio del fuego cruzado, que continuaran la toma y ejecución de rehenes, la tortura, los asesinatos, la siembra de minas antipersonal, la violencia sexual. Era necesario poner fin a tanta barbarie.
Pero hay muchas críticas al acuerdo de paz...
Porque no se comprende bien que es muy ambicioso. Su implementación no se logra de manera inmediata ni automáticamente. Requiere del compromiso, por varias décadas, del Estado, los empresarios y las comunidades. En un comienzo se logró la disminución de los asesinatos y la toma de rehenes, asociados al conflicto armado con las Farc.
La violencia, sin embargo, hoy está disparada. ¿Por qué?
Infortunadamente, el Estado no logró hacer presencia con sus planes y programas, ni tampoco asegurar todas las zonas entregadas por las Farc. Y hoy vemos cómo aumentan los asesinatos de líderes comunitarios y personas de los territorios más apartados, que están bajo el control de actores al margen de la ley. Seguimos teniendo más geografía que nación y más nación que Estado.

Le expliqué Uribe que se podía comprar ropa por internet, pero la vida de seres humanos no se negocia por internet

Con el acuerdo se crearon instituciones como la JEP, ¿qué opina usted de esta?
En mi opinión, no era necesario crear una Jurisdicción Especial para la Paz, pues la justicia ordinaria tenía conocimiento y experiencia en la implementación de justicia transicional. Se hubiera podido crear las salas especializadas y el Tribunal de Paz dentro de esa misma estructura, y hubiese sido más rápida su puesta en funcionamiento.
La JEP empezó a mostrar resultados. ¿A usted cómo le parecen?
Considero que la imputación de cargos por parte de la JEP a los ex miembros del secretariado de las antiguas Farc es un avance importante. Ahora espero que la JEP sea consecuente con dicha acción, que dicte las sanciones más severas, ajustadas a los estándares internacionales y vele por el estricto cumplimiento de estas.
¿Por ejemplo?
Espero que exija a los máximos responsables de crímenes de lesa humanidad y de guerra dedicarse única y exclusivamente a cumplir con la sanción interpuesta, acatando lo ordenado por la Corte Penal Internacional: “El cumplimiento de las sanciones de los responsables de crímenes más graves conlleva restricciones de libertades y derechos y dependerá de la implementación de un sistema riguroso de verificación, y de si su operacionalización con actividades que no forman parte de la sanción, como la participación en los asuntos políticos, no frustre el objeto y fin de la pena”.
Es decir, ¿usted pide que los exmiembros del secretariado de las antiguas Farc, señalados por crímenes de lesa humanidad y de guerra, renuncien a sus curules en el Congreso?
Sí. Lo mínimo que uno espera de quienes están en el Congreso, en representación de un grupo guerrillero, por lo pactado en un acuerdo de paz, es que no estén vinculados con crímenes de lesa humanidad y de guerra, así que ante la decisión que tomó la JEP, por respeto a sus víctimas, deberían renunciar a sus curules.
¿Qué hacer con ellos?
Los máximos responsables de crímenes de lesa humanidad y de guerra deben tener como prioridad el sometimiento a la justicia, el arrepentimiento y el cumplimiento de las sanciones más severas, durante un periodo no menor de 8 años, con restricciones efectivas de la movilidad.
¿Usted qué cree que van a hacer las Farc con esta solicitud?
Creo que las Farc deberían acceder a mi petición, pues ellos entregaron las armas con la intención de hacer política, esto requiere acercarse y ser aceptados por los colombianos. La mejor manera de lograr credibilidad es renunciando a las curules para someterse a la justicia, asumiendo su responsabilidad frente a estos crímenes atroces, aportando a la reconstrucción de la verdad y cumpliendo a cabalidad con sanciones serias y rigurosas, de 8 años, que conllevan restricciones efectivas de la movilidad.

Espero que exija a los máximos responsables de crímenes de lesa humanidad y de guerra dedicarse única y exclusivamente a cumplir con la sanción interpuest

Desde el punto de vista personal, ¿qué piensa cuando ve, por ejemplo, desde una curul del Senado a Carlos Antonio Lozada diciendo que él asesinó Álvaro Gómez?
Creo que la violencia que sufrimos los colombianos en manos de los miembros de las Farc, no puede utilizarse como argumento publicitario de una supuesta verdad que debieron entregar antes de ocupar una curul en el Senado y que debió haber sido sometida a rigurosos filtros de veracidad.
¿Cómo hacer para pasar esta página en el país?
Es necesario fortalecer y respetar el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición, creado como eje central del punto de víctimas del acuerdo de paz. De una parte, se debe velar para que los autores del conflicto cuenten la verdad, acepten la responsabilidad en los hechos, se sometan a la justicia con arrepentimiento y cumplan con las sanciones. De otra parte, se debe atraer a las víctimas, testigos y la sociedad en su conjunto para que también aportan a esa verdad y aceptan lo sucedido.
ARMANDO NEIRA
EDITOR REDACCIÓN POLÍTICA
Armando Neira
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