La Dirección del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, organismo de conducción de las estructuras del Eln en el Chocó, admitió este domingo, en un comunicado distribuido por Internet, que esa guerrilla asesinó al gobernador indígena Aulio Isaramá Forastero, ocurrido el pasado martes.
El texto asegura que no se había dado autorización para atentar contra la integridad física de Isaramá, a quien solo se planeaba interrogar, y atribuye el “trágico desenlace” a una acción del propio líder indígena.
El ELN reconoce asesinato del gobernador indígena del Choco. Deplorable desde todo punto de vista. Y decepcionante. https://t.co/3Az6hK12Bp
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 30 de octubre de 2017
“Detenido y en camino al lugar del interrogatorio, el gobernador Aulio Isaramá Forastero se niega a caminar y se abalanza sobre uno de nuestros guerrilleros”.
A pesar de que el comunicado tilda de “dolorosa” la muerte del gobernador y de que la guerrilla se dice dispuesta a un “ejercicio de reflexión a todos los niveles internos para que hechos como este no se vuelvan a repetir”, el anuncio fue recibido con rechazo por parte de actores y observadores de ese proceso.
El jefe del equipo negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, expresó en Twitter su opinión de que se trata de un hecho “deplorable desde todo punto de vista. Y decepcionante”.
El jueves, el comisionado para el Posconflicto, Rafael Pardo, había declarado a los medios que, si llegaba comprobarse la responsabilidad del Eln en el asesinato del líder, se debería “repensar” el papel de esa agrupación guerrillera, actualmente en cese bilateral del fuego.
Aulio Isarama Forastero, del Resguardo Catru Dubaza Ancoso, del municipio del Alto Baudó, era gobernador de la comunidad indígena de Docasina, resguardo localizado en zonas rurales de ese municipio del Chocó. Fue acribillado el martes en cercanías de su resguardo luego de que hombres armados lo sacaron de su vivienda.
Su familia sospechó del Eln desde el comienzo y, en declaraciones a la prensa, pidió al Gobierno asegurarse de que se haga justicia en su caso.
En su momento, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia a través de Twitter condenó el asesinato de Isarama y se dijo dispuesta a hacerle seguimiento al caso. El Gobierno, a su vez, le pidió a la ONU desplegar observadores para verificar los hechos.
Un total de 17 líderes indígenas del Valle del Cauca han sido amenazados este año por grupos armados ilegales. Las amenazas provienen de bandas criminales, disidentes de las Farc y miembros del Eln que han llegado a zonas que antes eran ocupadas por las Farc, sobre todo en el centro y en el norte vallecaucano.
La denuncia fue hecha por la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca (Orivac), que pide a las autoridades de la región mayores medidas de seguridad en áreas del norte, centro y occidente vallecaucano, así como la protección directa de los amenazados.
La Orivac precisó que siete indígenas en Buenaventura están amenazados; en Pradera, municipio del sur del Valle, hay otros tres, y siete más corresponden a la etnia de los embera chamí, en municipios ubicados en el norte del departamento, básicamente en Alcalá, Obando y Trujillo: poblaciones que antes eran azotadas por los paramilitares y que ahora sufren el embate de las llamadas ‘bacrim’.
La Secretaría de Gobierno del Valle indicó que está reforzando las medidas de control con la Policía y el Ejército para evitar nuevos desplazamientos forzados como los que han venido presentándose los últimos meses en el sur de Chocó.
EL TIEMPO
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