El Comité Noruego del Nobel destacó en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Paz que si bien el galardón está destinado al presidente Juan Manuel Santos, también se debe entender como “un tributo para el pueblo colombiano”.
“Un pueblo que, a pesar de grandes penurias e innumerables abusos, nunca ha perdido la esperanza de una paz justa (…). Nuestro tributo corresponde más que todo a los representantes de las víctimas de la guerra civil”, dijo Berit Reiss-Andersen, quien presentó en la ceremonia el discurso de la presidenta del Comité, Kaci Kullman Five, quien no estuvo presente en los actos por temas de salud.
En la intervención hizo un repaso a los devastadores efectos del conflicto: “Más de 220.000 colombianos han perdido la vida (…). Cuatro de cinco de los asesinados han sido civiles no beligerantes. Además, entre cinco y siete millones de colombianos han sido forzados a refugiarse, de los cuales muchos más tarde han vivido como ‘habitantes desplazados’ dentro en su propio país”.
Igualmente, destacó que iniciar un proceso de paz, por parte de Santos, fue una iniciativa que requirió de coraje político y gran perseverancia. También resaltó el hecho de que después de los resultados adversos para el acuerdo firmado en Cartagena en el plebiscito refrendatorio del 2 de octubre, Santos declaró que no iba a renunciar y que seguiría trabajando con todas sus fuerzas.
En ese momento, tras el plebiscito, según lo señaló, hubo quienes opinaron que tal vez era muy temprano darle el Premio Nobel de Paz este año a Santos y que más bien se debería esperar un año más para ver si el proceso prosperaba.
“Sin embargo, el comité lo vio de manera diferente. En nuestra opinión no teníamos ningún tiempo para perder. Todo lo contrario, el proceso de paz se encontraba en un peligro inminente de fracasar y necesitaba todo el apoyo internacional que podía recibir. Además, estábamos nosotros completamente convencidos de que usted, señor Presidente, siendo el líder más elevado de Colombia, tenía que ser el que haría avanzar el proceso de paz”, añadió.
En el discurso presentado por Reiss-Andersen, la presidenta del Comité reconoció que aún falta “un largo camino por recorrer” y que después de un conflicto armado de más de 50 años no se puede esperar una reconciliación de la noche a la mañana, pero invitó “a todos los colombianos a seguir el diálogo nacional y a seguir en el camino hacia la reconciliación”.
(Lea el discurso completo aquí)
ELTIEMPO.COM
Comentar