“Se acabó la guerra. Díganle a Mauricio Babilonia que ya puede soltar las mariposas amarillas”. Así, citando a uno de los personajes macondianos de Cien años de soledad, la obra que inmortalizó a nuestro nobel Gabriel García Márquez, el jefe guerrillero ‘Iván Márquez’ concluyó el viernes, sobre las 12:20 del día, la lectura de un comunicado de la Décima Conferencia de las Farc en el que anunciaron el “respaldo unánime” al Acuerdo Final de Paz.
Ante un nutrido grupo de periodistas de medios nacionales e internacionales ‘Márquez’ habló tras llegar al recinto acompañado por integrantes del Estado Mayor Central.
“La X Conferencia de las Farc-EP ha concluido sus deliberaciones con un parte de victoria de paz para Colombia”, leyó Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, al inicio de su intervención en los Llanos del Yarí, en Caquetá. Y agregó: “Informamos que los guerrilleros delegados han dado un respaldo unánime al acuerdo de paz”.
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Ese respaldo de las líneas de mando de las Farc a los acuerdos de La Habana, tras cerca de cuatro años de diálogos, muestra, como el mismo ‘Márquez’ lo señaló, la “cohesión” que tiene la más antigua guerrilla del hemisferio y cuyas decisiones claves siempre han sido tomadas de manera colectiva.
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El comunicado con el que las Farc dieron por concluida la Conferencia, es lo que precisamente le permite a Rodrigo Londoño Echeverri, ‘Timochenko’, máximo jefe de las Farc, acudir a la cita de Cartagena el lunes, para la firma del acuerdo con el que se cierra un conflicto de 52 años.
De hecho, ‘Timochenko’ recordó que la conferencia es el máximo órgano de toma de decisiones de la guerrilla y por tanto las conclusiones que emite son de seguimiento obligatorio.
“Hemos refrendado unánimemente el acuerdo final para la terminación del conflicto con la firme convicción de que en él se encuentran consignados los cimientos para lograr las grandes transformaciones”, aseguró ‘Timochenko’ ante unas 1.500 personas que asistieron al acto de clausura de la Conferencia.
El máximo líder de las Farc también se refirió a los sectores que se oponen al proceso de paz: “no hay argumentos civilizados para atizar el fuego de una guerra que se apaga”, y luego afirmó: “Es tiempo de la paz en Colombia”.
En su intervención, ‘Timochenko’ dijo que las víctimas “tendrán el reconocimiento que reclama la historia” y pidió para ellas “prioritaria atención”.
Durante el cierre de la Décima Conferencia, las Farc insistieron en una Asamblea Nacional Constituyente, pero una vez entren en la contienda como partido político, lo que de acuerdo con ‘Márquez’, debe ocurrir en mayo del 2017. En el objetivo de lograr una constituyente, según señaló, esperan contar con “todos los partidos, movimientos políticos y sociales” para hacer un “gran acuerdo” encaminado a impulsar ese proceso.
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Y sorprendió que esa guerrilla abrió la puerta para que los disidentes del frente primero, comandado por alias ‘Iván Mordisco’, regresen a la organización.
La invitación corrió por cuenta de ‘Márquez’, que a nombre de la Conferencia dijo: “A los compañeros y compañeras que hicieron parte del primer frente, la Conferencia de Guerrillera les dice que las Farc-EP, en proceso de conversión al movimiento político legal, tiene sus puertas abiertas, para acogerlos nuevamente como integrantes de una misma familia”.
Las Farc también anunciaron que fue ampliado de 31 a 61 los miembros del Estado Mayor Central.
A los actos de clausura de la histórica y última Conferencia asistieron como testigos la exsenadora Piedad Córdoba, el congresista Alirio Uribe, del Polo Democrático, y Aida Avella, presidenta de la UP.
“Hace 30 años se nos escapó la paz y se escapó porque asesinaron la esperanza. Hoy surge un proceso más avanzado, esperamos que el Gobierno cumpla y sobre todo que respete la vida de la gente que deja las armas”, dijo Avella.
Y Córdoba afirmó que “la construcción de la paz es una tarea fuerte, pero ya tenemos el 50 por ciento. Nos queda la tarea con el Eln”. Uribe agregó que “es una decisión muy valiente la que se toma cuando se dejan las armas para ir a la vida política. Los que somos políticos sabemos lo difícil que es meter un voto en una urna”.
FERNANDO MILLÁN
Enviado especial de EL TIEMPO
LLANOS DEL YARÍ
