De la décima conferencia de las Farc, que comenzó este sábado en los llanos del Yarí y será la última de esta organización como grupo alzado en armas, no saldrá un partido político.
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Lo que sí va ocurrir esta semana en esa selvática zona entre el Meta y Caquetá, históricamente ocupada por las Farc, es la transformación de su estado mayor central en una dirección nacional provisional de carácter totalmente político.
Todavía no se sabe si harán pública esta nueva situación ni si la decisión será incluida en su declaración final, porque esta guerrilla preferiría esperar el resultado del plebiscito del 2 de octubre para formalizar sus cambios.
Pero la disolución del estado mayor central, principal organismo de mando militar, será, internamente, el primer paso de las Farc hacia la legalidad.
Esto es lo que marca el comienzo de su fin como organización armada y lo que materializa el compromiso de las Farc de dejar de ser guerrilla para convertirse en un partido y participar en futuras elecciones.
De Marquetalia al YaríDe hecho, esa es la gran diferencia entre esta última conferencia guerrillera y las otras nueve hechas entre 1965 –en Marquetalia– y el 2007 –mediante correo electrónico por el acoso militar–. En estas se trazaron objetivos esencialmente militares.
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Precisamente esta vez, en los siete días que durará la décima conferencia en los llanos del Yarí, las Farc crearán comisiones para trabajar en los próximos meses en los estatutos, la plataforma y el programa de gobierno de lo que será su futura organización política.
Su partido o movimiento podría ser lanzado oficialmente entre abril y mayo del 2017, cuando habrán concluido integralmente su desarme. Una día posible para este acto es el 27 de mayo, pues nacieron como guerrilla un 27 de mayo de 1964, una fecha emblemática para las Farc.
En todo caso, seguramente la declaración final de la última conferencia guerrillera, que concluye el viernes, esbozará los lineamientos generales de la futura organización política. Y es posible que también abra las puertas a las alianzas con fuerzas progresistas.
‘A carpa cerrada’Por supuesto, el objetivo principal de la última conferencia de las Farc como guerrilla es ratificar el Acuerdo Final de Paz que sus delegados en La Habana lograron con el Gobierno, después de tres años y nueve meses de negociaciones.
Aunque se da por descontado que el acuerdo será aprobado por los 200 delegados de los cerca de 80 frentes de esa guerrilla que asisten al encuentro, hay puntos que sin duda crearán debate en las sesiones privadas de 7 horas diarias que tendrán los guerrilleros.
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Por ejemplo, se sabe que hay preocupación entre las tropas por el desplazamiento a las zonas de concentración –que debería comenzar cinco días después de la firma de la paz– sin que esté lista todavía la ley que concederá amnistía e indulto a quienes no tienen delitos graves.
Lo importante en este caso es que, entre los altos mandos de las Farc, esa preocupación se ha comenzado a disipar. Una prueba de ello es que el jueves, ‘Carlos Antonio Lozada’ destacó en privado la seguridad que han brindado las Fuerzas Militares a los delegados de esta guerrilla que se han desplazado en los últimos días desde distintos lugares del país hasta los llanos del Yarí.
El reconocimiento del jefe guerrillero muestra que ya está en marcha el proceso de construcción de confianza entre los militares y las Farc, de cara al desarme y al fin de la guerra entre estos dos adversarios históricos.
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Pero otro tema que inquieta hoy a los guerrilleros es lo que harán dentro de seis meses, cuando estarán ya desarmados.
Uno de los proyectos que explicarán los jefes de las Farc a los delegados en la conferencia, que representan a unos 8.000 combatientes y 7.000 milicianos, es la creación de una cooperativa de desminado.
Esta iniciativa y las cooperativas agrícolas contempladas para el posconflicto podrían emplear, en principio, a unos 1.500 exguerrilleros, según fuentes consultadas por EL TIEMPO.
Los otros proyectos que pondrán en marcha para la reintegración a la vida productiva son parte de lo que deben definir con el consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, en los próximos seis meses.
Y aunque por estos días se ha desgastado el término ‘histórico’ para definir lo que está ocurriendo en el país, la décima conferencia de las Farc sí lo es, pues desde los llanos del Yarí, ‘Timochenko’, acompañado por los otros jefes guerrilleros, saldrá rumbo a Cartagena para firmar con el presidente Juan Manuel Santos el Acuerdo Final de Paz.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
En Twitter: @MarisolGmezG
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