Las posiciones que mantienen los líderes del ‘No’ y el Gobierno alrededor del proceso de paz, parecen irreconciliables y en principio lograr un acuerdo nacional no parece nada fácil.
El asunto es muy sencillo, mientras el Gobierno dice que el acuerdo con las Farc es el definitivo y como tal no se puede modificar, los líderes del ‘No’, en cabeza del Centro Democrático, insisten en que hay que hacerle una serie de cambios.
De acuerdo con Óscar Iván Zuluaga, director del Centro Democrático, dentro de los temas con los que tienen serias diferencias con lo pactado está el de la elegibilidad. “Habíamos expresado que para los máximos responsables hubiera elegibilidad solo después de pagar la pena, algo que no está contemplado en el acuerdo, sino que serán elegibles sin pagar la pena”, dijo.
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Para él tampoco queda resuelto el tema de reclusión sino que se habla de restricción efectiva de la libertad, y no queda claro cómo se incorpora la justicia transicional dentro de la justicia ordinaria, a lo que suma que persiste el bloque de constitucionalidad, algo que para ellos “es muy delicado”.
“En el tema de reforma rural no se atendió la propuesta de ‘principio de buena fe exento de culpa’ y en el tema de víctimas nos preocupa que si bien la Farc entregan una lista de bienes, ellos son, como victimarios, los que van a manejar todo el proceso de reparación, a lo que hay que agregar que los sectores cristianos ya expresaron que existen diferencias en el tema de género", señaló.
(Posición del uribismo solo se sabrá cuando Gobierno presente acuerdo)
Y como estos puntos parece que definitivamente no serán modificados en el acuerdo, esto indica que harán que el alejamiento sea inmediato.
Pero otro aspecto que los aleja es el del acuerdo nacional. Tanto Gobierno como oposición consideran que esto es ideal para el éxito de la implementación del acuerdo de paz.
Mientras el uribismo quiere el pacto nacional para hacer cambios en el acuerdo y ahí sí pasar a la implementación, el Gobierno cree que el solo es para la implementación.
Así las cosas, parece un hecho la ruptura. A partir de esto el Gobierno aspira a irse con la refrendación y la implementación del acuerdo y el uribismo saldrá para la campaña presidencial del 2018 esgrimiendo como uno de los temas centrales sus críticas a lo acordado.
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