El Centro de Derechos Reproductivos presentó a la Comisión de la Verdad el informe Una radiografía sobre la violencia reproductiva contra mujeres y niñas durante el conflicto armado colombiano, en el que se reconocen las violencias reproductivas como un fenómeno estructural del conflicto armado en Colombia.
Según el informe, la vulneración a estos derechos no ocurrió únicamente dentro de las filas de grupos al margen de la ley; el estudio identifica que todos los actores del conflicto armado, incluido el Estado, ejercieron violencia reproductiva contra mujeres, niñas y personas LGTBIQ.
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El Centro de Derechos Reproductivo explica que la violencia reproductiva es toda vulneración a la capacidad de las personas para decidir si quieren o no tener hijos y en qué momento; es decir, es una violación a la autonomía reproductiva.
Por tanto, el Centro considera que el Estado colombiano debe reconocer las violencias reproductivas como una categoría autónoma, para ofrecer a las víctimas reparaciones apropiadas: “Es necesario visibilizar estas vulneraciones reproductivas, pues han constituido una de las múltiples formas de las violencias sexuales”.
La decisión de ser o no madres no le pertenece a ningún grupo armado, al Estado ni a nadie más que a las propias mujeres. Presentamos un informe sobre violencia reproductiva a la @ComisionVerdadC.
— Centro de Derechos Reproductivos (@ReproRightsLAC) July 28, 2020
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Así mismo, el informe resalta que las víctimas de estos hechos sufren consecuencias en su salud: pueden presentar limitaciones en el desarrollo, impactos en la capacidad reproductiva y cicatrices o riesgos de infección. De la misma manera, la salud mental también se ve afectada; se pueden desarrollar síntomas de depresión y ansiedad, y puede haber dificultades en las relaciones afectivas y sexuales.
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“El Centro cree en la Comisión de la Verdad. Estamos de su lado para contribuir, como organización global, a la construcción de paz. Acompañamos todos los esfuerzos para implementar el Acuerdo de paz que firmó el Estado colombiano, lo que incluye la reparación, justicia y verdad para las víctimas de la violencia”, señaló Catalina Martínez, directora para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.
El Centro analizó 68 documentos e informes públicos y encontró casos de violencia sexuale con características de violencias reproductivas. Los principales casos de violencias reproductivas identificados son anticoncepción o planificación forzadas, esterilización forzada, embarazo forzado, maternidad forzada, aborto forzado y censura de información sobre servicios de salud reproductiva.
Además, se encontró que el Estado ejerció violencia reproductiva institucional en los casos en los que el personal médico se negaba a atender o a interrumpir embarazos producto de una violación en el marco del conflicto armado.
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Otra de las violaciones a los derechos reproductivos está relacionada con la fumigación de glifosato; el Centro presentó resultados que señalan que el herbicida puede provocar abortos espontáneos en la población afectada por las aspersiones.
Por lo tanto, el Centro recomienda a la Comisión de la Verdad reconocer la violencia reproductiva de forma independiente y la manera en la que esta ha afectado a niñas, mujeres y personas LGBTI. También se pide dimensionar los daños físicos y emocionales en las víctimas y en las comunidades para trabajar con ellas y definir en conjunto formas de reparación.
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Finalmente, piden que el Estado establezca sistemas que aseguren el acceso a la información y a la educación en servicios de salud sexual y reproductiva integral, ya que así se garantizará la no repetición de estas violencias.
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