Este martes la Fundación Paz y Reconciliación presentó su sexto informe de seguimiento al acuerdo de paz, tras dos años de haberse suscrito en el teatro Colón y pasados los 100 días del inicio del gobierno de Iván Duque.
La alerta más preocupante que lanzaron el director de esa fundación, Léon Valencia, y su subdirector, Ariel Ávila, es la posibilidad de que el grupo de excomandantes guerrilleros de peso, cuyo paradero hoy se desconoce y están encabezados por Iván Márquez, tomen de la vía de las armas.
El balance, titulado "Cómo va la Paz: la reestructuración unilateral del Acuerdo de Paz", hace especial énfasis en las modificaciones y transformaciones que el Congreso y el mismo gobierno le han hecho a lo firmado con la extinta guerrilla de las Farc.
“En Colombia se estaba apagando el incendio de la guerra. Pero todavía tenemos unos leños prendidos. Duque debe decidir si le pone agua o gasolina”, señaló León Valencia.
El informe pone de presente que en esos cambios "no han incluido a esta última parte como actor de las negociaciones", lo que explica en parte la posibilidad del rearme de ese grupo de exjefes guerrilleros, quienes abandonaron hace meses los proyectos que lideraban en distintas zonas de reincorporación de excombatientes en distintas partes del país.
Esa división interna de las Farc desatada por el caso Santrich, agrega Valencia, también es una de las causas de la crisis en la implementación.
"En el futuro de este agrupamiento tendrá mucho que ver la manera como se resuelva el caso Santrich. Si triunfa la tesis de que es montaje urdido por autoridades de Estados Unidos en asocio con la Fiscalía colombiana y Santrich sale libre, las aguas pueden volver a su cauce. Si esto no ocurre y Santrich es extraditado el riesgo de que Márquez y una parte importante de las Farc se rearmen es muy grande", dice el informe.
Esos excomandantes ausentes hace poco le enviaron una carta a Jesús Santrich, preso en La Picota tras ser acusado de conspirar para el envío de cocaína a Estados Unidos, solidarizándose con él y diciendo que si lo extraditaban "sería el fracaso del acuerdo de paz". Él no pudo posesionarse como representante a la Cámara por el Atlántico debido al proceso que afronta.
La misiva estaba firmada por Márquez, por 'El Paisa' -el único exjefe guerrillero que no contestó el llamado de la Jurisdicción Especial para la Paz en el proceso por secuestro contra 31 miembros de la antigua cúpula de las Farc-, por Aldinéver Morantes, Edinson Romaña, Albeiro Córdoba, Iván Alí, Enrique Marulanda, Iván Merchán y Rusbel Ramírez.
El informe de la Fundación Paz y Reconciliación, si bien señala que algunos puntos de lo acordado inicialmente ya se cumplieron, como la entrega de armas o la puesta en marcha de un Estatuto de Oposición, "otras medidas de fondo no han avanzado y es muy probable que ya no lo hagan", por ejemplo la reforma a la estructura agraria y el cambio de enfoque a la lucha contra las drogas.
El balance, construido por 57 investigadores, habla punto por punto del acuerdo, pero uno de los capítulos más preocupantes tienen que ver sobre los datos de la violencia en la Colombia del posconflicto y la seguridad en territorios tras la salida de la exguerrilla de las Farc de estos.
En este último, se destaca el "aumento en anarquía criminal en territorios posfarc, un aumento en la delincuencia común , que se empezó a dar desde que las Farc salieron de esos territorios". León Valencia dice que "la Fuerza Pública no ha logrado copar esos territorios”.
Por su parte, Ariel Ávila señala que encontraron 22 grupos de disidencias, integrados por 1.600 personas, y que para estas "hay dos opciones: o se bandolerizan o se convierten en una nueva guerrilla”.
La alerta en los municipios de posconflicto, donde por lo general todos los indicadores de violencia cayeron, radica en 76 de estos "que están incendiados", según Ávila, pero en total hay 146 municipios cuyos indicadores de violencia han aumentado.
"El aumento del homicidio en 2018 se ha presentado en 146 municipios de los 242 donde operaban las Farc, particularmente hay tres subregiones del postconflicto donde se ha elevado sustancialmente este indicador de violencia: en Bajo Cauca, Norte y Nordeste Antioqueño, allí hay municipios como Caucasia o Taraza que han elevado su tasa de homicidio por encima de un 200 por ciento", concluye el informe.
Además, de acuerdo a la investigación, el Eln ha consolidado su dominio territorial en aquellos lugares en donde compartía escenario de guerra con las extintas Farc y ha tenido una expansión en 19 municipios donde antes operaba esta guerrilla.
En el tema de líderes sociales, "la matazón sigue", dice Ávila. Cada cuatro días, según el informe, uno de ellos es asesinado. Además, reseña, la cifra de exguerrilleros asesinados asciende a más de 80 y de sus familiares a más de una docena.
Estas son las primeras conclusiones, después de los primeros 100 días de Gobierno del presidente Duque en materia de paz, según el informe de la Fundación Paz y Reconciliación:
1. La hecatombe no fue como se esperaba. Es decir, aunque la presidencia de la república la ganó el sector más crítico del acuerdo de paz y los sectores que defendían ese acuerdo estaban escépticos sobre el futuro de la implementación, no se ha visto aún ni la voluntad ni la capacidad para arrasar con todo lo acordado.
2. El gobierno de Iván Duque, es decir, sus funcionarios, están en un proceso de adaptación o lo que se denomina la curva de aprendizaje. Por un lado, algunos miembros del gobierno creían que el tema de postconflicto y en general el de la paz era un discurso, era una espuma. Pero una vez posesionados en sus cargos, comenzaron a entender la complejidad, es decir, que habían instituciones operando y ejecutando recursos y estrategias, había una infraestructura social en las regiones y sobre todo había expectativas en muchas comunidades.
3. Hay una tensión dentro del gobierno nacional frente a cómo manejar el tema del Acuerdo de Paz. Para algunos debería cambiarse todo, casi que destruirlo, para otros, hay cosas que se deben cambiar pero preservar partes importantes del acuerdo como los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDETs, para las 16 zonas del país que peor padecieron el conflicto) o el desarme de las Farc. Y para otro grupo de funcionarios hay que cumplir en algo, pero en ese debate no se debe quedar el gobierno, hay que salir de ese círculo vicioso de paz sí o paz no.
REDACCIÓN PAZ
Twitter: @PazyJusticia
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