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Proceso de Paz

Un aval jurídico con efecto político / Análisis

La declaración de la fiscal Bensouda llega en el mejor momento para el gobierno de Juan Manuel Santos.

La declaración de la fiscal Bensouda llega en el mejor momento para el gobierno de Juan Manuel Santos.

Foto:Presidencia

Apoyo de la CPI convierte modelo de justicia con Farc en referente para otros procesos.

Redacción El Tiempo
Habló la que tenía que hablar: la Corte Penal Internacional (CPI).
Y que este tribunal, la voz cantante en el mundo sobre la justicia que debe aplicarse a autores de crímenes de guerra y lesa humanidad, haya respaldado el acuerdo de paz con las Farc no solo deja sin uno de los argumentos centrales a los promotores del ‘No’ en el plebiscito, sino que tiene una trascendencia inesperada para Colombia y otros procesos de paz.
Fatou Bensouda, la fiscal de este tribunal, ante el cual el Centro Democrático planeaba demandar el Acuerdo de Paz por supuesta impunidad, se declaró satisfecha con lo pactado en La Habana porque “excluye amnistías e indultos para crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra bajo el Estatuto de Roma”.
Además, destacó que el modelo de justicia “reconoce el lugar central de las víctimas (..) y sus legítimas aspiraciones de justicia”.
La CPI vigilará, eso sí, que la Jurisdicción Especial para la Paz cumpla lo pactado, porque se trata de que el modelo de justicia acordado entre el Gobierno y las Farc se aplique efectivamente y no se quede en el papel.
Pero más allá de que el aval de Bensouda a la paz con las Farc hunda el argumento de impunidad en el que se ha soportado en buena parte la campaña del ‘No’ en el plebiscito, quienes conocen de cerca el funcionamiento de la CPI afirman que para este tribunal los acuerdos de La Habana terminaron convertidos en un paradigma de la manera en que pueden solucionarse los conflictos armados en el mundo en sintonía con el Estatuto de Roma y la justicia internacional.
A juzgar por la declaración de la Fiscal, la CPI acogió una tesis que Colombia planteó ante ese tribunal en medio de la negociación sobre el esquema de justicia con las Farc: qué tan importante es dar respuestas a las víctimas del pasado, mediante la justicia, como evitar víctimas en el futuro, a través de la paz.

Argumento de peso

Vale recordar que Eduardo Pizarro, el embajador de Colombia en La Haya –sede de la CPI– hasta el año pasado, estuvo muy cerca de esa corte cuando se discutía el modelo de justicia que se aplicaría tras la firma de la paz con las Farc, y expuso allí los aspectos centrales de ese acuerdo.
Partió de la base de que “la paz es un valor supremo para el mundo y que la CPI nunca se opondrá a ella”. Y esto finalmente ocurrió.
El hecho de que la Fiscal de la CPI haya dicho que estará atenta a la implementación de la Jurisdicción Especial para la Paz es la muestra de que la Corte acoge la fórmula de Colombia para compatibilizar el anhelo de la paz con la expectativa de justicia.
Está claro que las sanciones establecidas en el acuerdo con las Farc para los autores de delitos graves –restricción de libertad y trabajo en obras que beneficien a las comunidades más golpeadas por la guerra– son aceptables para la CPI, siempre y cuando las sentencias se cumplan.
Tan claro quedó, que la Procuraduría General, que ha criticado sistemáticamente el Acuerdo de Paz, reconoció el viernes en un comunicado el valor del pronunciamiento de la CPI.
La declaración de la fiscal Bensouda, que no es política sino jurídica, llega en el mejor momento para el gobierno de Juan Manuel Santos y los promotores del ‘Sí’, porque ocurre cuando las campañas por el plebiscito del 2 de octubre toman vuelo.
Ese hecho, y la decisión de las Farc de comenzar a entregar desde el próximo sábado a la Unicef a los menores que tienen en sus filas, son el mejor preámbulo para la firma de la paz, que ya tiene fecha cierta: el 26 de septiembre en Cartagena, según anunció el viernes el Presidente.
Es decir, la paz quedará sellada solo seis días antes del plebiscito, lo que sin duda le dará un fuerte impulso a la campaña por el ‘Sí’ en su recta final.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
En Twitter: @MarisolGmezG
Redacción El Tiempo
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