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El Caguán: ¿fortalecimiento o debilitamiento de las Farc? / Opinión

El Caguán: ¿fortalecimiento o debilitamiento de las Farc? / Opinión

ANÁLISIS UNIVERSIDAD EXTERNADO

La guerrilla logró sus mayores logros militares previo al inicio del proceso.

El triunfo de Álvaro Uribe Vélez en las elecciones presidenciales de 2002 fue el resultado de la amplia acogida que tuvo el mensaje dirigido a denunciar que las negociaciones entre las Farc y el Gobierno Pastrana (1998-2002) habían sido utilizadas por el grupo guerrillero para lograr su fortalecimiento.

Sin embargo, el análisis cuidadoso de la experiencia del Caguán muestra que las Fuerzas Militares neutralizaron los movimientos y ataques de las Farc desde la Zona de Distensión e incrementaron ostensiblemente la capacidad de combate contra el grupo guerrillero que alcanzó su nivel más elevado en el momento en que se produjo la ruptura del proceso de paz.

Es importante tener en cuenta que las Farc lograron su mayor éxito militar en momentos previos al inicio de las conversaciones de paz en el Gobierno Pastrana. En noviembre de 1998, Mitú, capital del departamento de Vaupés, fue tomada por asalto en una acción que produjo la muerte de 16 miembros de la fuerza pública y el secuestro de otros 61. Si, por una parte, esta acción es un golpe contundente de las Farc, la recuperación del control de Mitú mediante una operación de las Fuerzas Militares marca el inicio del debilitamiento del grupo guerrillero.

Esta situación es consecuencia del proceso de transformación militar llevado a cabo por el Gobierno Pastrana paralelamente con las negociaciones, que impidió que las Farc avanzaran en su “plan estratégico” y dieran un uso táctico al escenario de las conversaciones, como se habían propuesto desde el momento en que se creó la Zona de Distensión en la región del Caguán.

Desde su perspectiva, el grupo guerrillero se encontraba muy lejos de una negociación en firme, y por ello buscaron utilizar tácticamente el escenario de las negociaciones para avanzar en su expansión territorial y fortalecimiento militar. Si bien es cierto que con el manejo que las Farc dieron a la Zona de Distensión también buscaron mostrarse como un “Estado en formación”, es importante destacar su gran incapacidad para aprovechar políticamente el escenario de las negociaciones para convocar a la opinión pública en torno a una propuesta de cambio.

La experiencia del Caguán fue en realidad el punto de partida del debilitamiento de la Farc por cuanto las capacidades militares adquiridas por el Estado en este lapso no solamente impidieron el uso táctico de la Zona de Distensión, sino que fueron decisivas en el Gobierno Uribe para emprender la ofensiva contra las Farc y más tarde llevarían al grupo alzado en armas a considerar la salida negociada del conflicto como su mejor opción.

La ruptura de las negociaciones en febrero de 2002, dio paso a una escalada del conflicto tanto por el incremento de los combates de las Fuerzas Militares como de las acciones del grupo guerrillero orientadas a afectar la gobernabilidad local, mediante amenazas contra las autoridades locales, a quienes se forzaba a renunciar.

Contando con las capacidades que las Fuerzas Militares adquirieron en el Gobierno Pastrana, en medio de las negociaciones del Caguán, a partir del primer Gobierno de Uribe (2002-2006) se producen cambios sin precedentes en la dinámica de la confrontación, expresados, principalmente, en el aumento de los combates con los grupos guerrilleros, obligándolos a reducir, de manera significativa, su accionar armado y su presencia territorial.

Es incuestionable que durante este periodo se produjo una ruptura en la confrontación armada, en la medida en que la ofensiva de las Fuerzas Militares se traduce en un enorme retroceso de las Farc con respecto a las posiciones conseguidas tras dos décadas de expansión territorial. Las zonas influenciadas por esta guerrilla vuelven a ser ante todo rurales, y en algunos de estos escenarios establecen alianzas con las estructuras armadas que sobrevienen a la desmovilización de los grupos de autodefensa.

En el periodo comprendido entre el segundo Gobierno Uribe e inicios del segundo mandato de Santos, se impone el repliegue territorial y la pérdida de capacidad ofensiva de las Farc, que son determinantes del desescalamiento de la intensidad del conflicto. No obstante que en medio de las negociaciones entre el Gobierno Santos y este grupo armado se produce por momentos el repunte de las acciones guerrilleras de bajo esfuerzo militar, esta conducta, en lugar de mostrar al grupo irregular fortalecido y reactivado, pone al descubierto la pérdida definitiva de la iniciativa militar, y de aquí su inclinación hacia un escenario de negociación.

Todo lo anterior pone al descubierto el carácter artificioso del mensaje difundido en la campaña presidencial de 2002, construido a partir del supuesto fortalecimiento de las Farc en medio de las negociaciones del Caguán, con el propósito de atemorizar al electorado e inducirlo a votar por el candidato que contemplaba la solución militar del conflicto.

Camilo Echandia Castillo
Docente investigador de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.
Universidad Externado de Colombia

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