Las diferencias entre la comunidad y el Gobierno frente a los proyectos productivos alternativos para sustituir los cultivos ilícitos han hecho de Caño Indio, vereda de Tibú, en Norte de Santander, el único de los 26 puntos para el desarme de las Farc sin ningún avance en la adecuación del sitio.
Luis David Rincón, presidente de la junta de acción comunal de la vereda, afirma que lo que el Gobierno les ofrece no les alcanza para sobrevivir. “Los funcionarios que han venido dicen que nos dan entre uno y tres millones de pesos mensuales. Eso no alcanza para nada, es como cuando usted tiene una casa que vale 50 y le ofrecen 5”, dice Rincón.
Asegura que el tema de los arrendamientos de los predios donde quedarían los campamentos de las Farc ya está solucionado, pero que el punto pendiente son las opciones para 68 familias, de hasta seis integrantes, que viven de la coca en esa región del Catatumbo. “Sin alternativas, nos terminaremos yendo a cultivar a otra parte. Nosotros tenemos voluntad, pero el Gobierno nos mama gallo”, añade Rincón.
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Los fusiles de las Farc llevan meses silenciados en esta región, duramente golpeada por el conflicto y donde, además de esta guerrilla, hacen presencia el Eln y un reducto del Epl. Hasta ahora está previsto que al menos 500 guerrilleros del frente 33 de las Farc, incluyendo milicianos, hagan la dejación de armas en Caño Indio.
“Lo que queremos es vías, salud, educación. Y pedimos una sustitución gradual, porque saber si en nuestras tierras se puede sembrar caña toma tiempo”, enfatiza Rincón.
Según el presidente de la junta de acción comunal, las peticiones respecto a la sustitución de cultivos no están siendo presionadas por grupos armados de la zona.
El personero de Tibú, Richard Claros, confirmó que en Caño Indio están también el Eln y el reducto del Epl, pero afirmó que no ha habido alteraciones del orden público. “La oferta que les han hecho a los campesinos no llenan sus expectativas”, agrega.
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En este sentido, Carlos Córdoba, el gerente para la adecuación de los 26 sitios donde las Farc dejarán las armas, explicó que las exigencias de la población exceden lo planeado por el Gobierno para los programas de sustitución de cultivos.
Por su parte, el alcalde de Tibú, Jesús Escalante, sostiene que hasta ahora solo se está mejorando la vía de acceso a Caño Indio y que la comunidad tiene reservas con la manera en que se están haciendo los trabajos. La vereda está a más de tres horas del casco urbano de Tibú.
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ONU revisó monitoreoJean Arnault, jefe de la misión de verificación de la ONU en Colombia, expuso el miércoles ante el Consejo de Seguridad del organismo los avances en los primeros 90 días de monitoreo. La embajadora de Colombia en Naciones Unidas, María E. Mejía, dijo que el reporte fue “muy positivo” y que se habló de “avances” en las zonas en las que estarán las Farc para el desarme. “Hubo un espaldarazo del Consejo al proceso en Colombia”, afirmó Mejía.
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