En respuesta a las declaraciones del secretario de Transparencia de la Presidencia, Camilo Enciso, en las cuales afirmó que un alto funcionario del gobierno de Álvaro Uribe recibió un soborno, por 6,5 millones de dólares, por parte de la empresa brasileña Odebrecht, el senador Álvaro Uribe dio a conocer un comunicado admitiendo que dicha irregularidad pudo cometerse.
“Indagaciones preliminares en la justicia me indican que alguien que trabajó en mi Gobierno sería uno de los beneficiarios de los sobornos de Odebrecht en Colombia, además de personas del Gobierno actual”, escribió Uribe.
Y agregó que “tan pronto tenga más información la comunicaré con el pedido de la más severa sanción al responsable o responsables”.
El exmandatario defendió la transparencia de su gobierno y defendió a su ministro de Transporte:
“En nuestro Gobierno los contratos se discutían y adjudicaban en audiencia pública. El ministro Andrés Uriel Gallego, ya fallecido, me acompañó con absoluta pulcritud durante el ejercicio de la Gobernación de Antioquia y de la Presidencia”.
También dijo que el contrato de la Ruta del Sol, adjudicado durante su presidencia, “fue acompañado por la Agencia de Financiación del Banco Mundial y tuvo toda la deliberación pública con la participación de los proponentes”.
El principal sospechoso de recibir el dinero de la firma brasileña es Gabriel García Morales, exvieministro de Transporte. García emitió una declaración desde el exterior el pasado viernes en la que aseguraba que dará la cara y que volverá al país en los próximos días.
Nuestro contrato de Ruta del Sol, tramo dos, fue acompañado por la Agencia de Financiación del Banco Mundial y tuvo toda la deliberación pública con la participación de los proponentes.
En el comunicado, Uribe Vélez aprovechó para criticar actuales contratos del Gobierno Santos y presuntos casos de corrupción.
“Conocida la información internacional, el actual Gobierno ha guardado silencio sobre cambios de trazado, adiciones contractuales, navegabilidad del rio Magdalena y otros, que se podrían sumar a la lista de su corruptela en venta de Isagen, construcción de Reficar y Bioenergy, Saludcoop, Caprecom, pagos del narcotráfico a asesores del Gobierno, sobornos a políticos y a operadores de justicia, a periodistas con contratos y la adjudicación del Canal Uno a un único proponente, integrado por dos amigos del Presidente”.
Por último, el expresidente denunció, nuevamente, una persecución política.
“Este caso nos permitirá hacer una distinción entre la persecución política sufrida por muchos de los nuestros y la repugnante corrupción”.
REDACCIÓN
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