Sergio Fajardo, uno de los seguros presidenciables de 2018, afirmó que es necesario para el país comenzar a construir una “nueva página” en la que la lucha contra la corrupción sea el primer tema de la agenda.
Fajardo habló con EL TIEMPO sobre la construcción de su proyecto político, el cual, según dijo, no solo contempla la Presidencia en 2018 sino preparar candidatos para las elecciones regionales del 2019.
¿Cómo va su proyecto político para las elecciones?
Nuestro movimiento Compromiso Ciudadano no tiene personería jurídica, pero ha sido la forma en la que nos hemos organizado. Es nuestra marca política. Nos encontramos en diferentes partes del país alrededor de los principios que hemos tenido.
¿Qué quedó de la ‘ola verde’?
Una de las lecciones aprendidas fue que suscitamos una tremenda movilización social, una gran simpatía de muchas personas que nos miraban como una alternativa independiente –por fuera de la estructura política tradicional–, pero no tuvimos la capacidad de convertirnos, con todo el rigor, en una verdadera organización.
¿Cuál es su reto en esta nueva etapa?
Organizar a todas las personas que hemos trabajado y conformar unos equipos que nos permitan hacer las tareas de organización de manera rigurosa.
¿Este proyecto trabajará por la Presidencia en 2018?
Esa organización está íntimamente ligada con la preparación de personas que hacen política con nosotros y que van a continuar en el 2019, que aspirarán a ser alcaldes, gobernadores o concejales. Que el trabajo presidencial no sea simplemente un esfuerzo para el 2018, sino que sea la primera cuota hacia el 2019.
Si no tienen personería jurídica, ¿qué vías han explorado para hacer realidad este proyecto?
En el marco de los acuerdos se deben crear nuevas condiciones para la formalización de partidos políticos, y estamos esperando cuáles serán esas reglas.
¿Cómo ve la contienda presidencial hoy?
Nuestra primera meta es organizarnos nosotros. La palabra alianza es una palabra muy bonita para una cantidad de marrullas muy tremendas. Lo que yo siempre le he dicho a la gente es que hagamos primero lo nuestro y no nos descuidemos hablando de alianzas.
¿Este esquema también aplicaría para el Congreso?
Para presentar listas al Congreso debemos hacer una coalición, y todo eso, por supuesto, tendrá que ser discutido, pero para ello hay dos posibilidades: la Alianza Verde y la ASI.
¿Ve algún partido para aliarse?
No estamos en eso porque las primeras preguntas son: ¿quiénes somos?, ¿qué representamos? Después podemos hablar con otras personas, pero tenemos que construir y dar sentido a nuestra identidad.
¿Qué tanto cree que la corrupción ha irrumpido en la política?
Estamos en un momento de la política y en un país donde hay animadversión con esta. El malestar más grande que hay en Colombia se llama corrupción, y está asociada con la política y el Congreso.
¿Cómo superar este flagelo?
El tema de la corrupción es punto central en la construcción de la Colombia que viene. Al pasar la página viene una nueva, pero esta no la van a escribir las mismas manos.
¿Usted va a comenzar a escribir esa nueva página?
Nosotros queremos participar y hemos hecho eso en política: escribir una página diferente.
¿Cuáles son las líneas de la campaña, además de la lucha contra la corrupción?
Dignificar la política, recuperar la confianza en ella, y eso pasa por una lucha frontal contra la corrupción. Eso significa la lucha contra el clientelismo. Los que pagan para llegar llegan a robar.
Usted marcó su administración como ‘Antioquia la más educada’. ¿Insistiría en eso en el futuro?
No tenga la menor duda. No sé si con la misma expresión. Nosotros vamos a pasar la página. No podemos quedarnos atrapados en las Farc y los acuerdos. Los apoyamos, pero el país no puede seguir en función de ellos y seguir los del ‘Sí’ contra los del ‘No’. Esa división es fatal para Colombia.
¿Se ubica en los que no están con el ‘Sí’ ni con el ‘No’?
Nosotros le apostamos y votamos por el ‘Sí’, pero nuestro proyecto político no es el ‘Sí’, sino cómo construimos.
¿Va a estar al lado de desarrollar los acuerdos?
Por supuesto. El primer punto es el desarrollo rural. Llevamos desde 1982 hasta hoy hablando de las Farc y firmamos este acuerdo –que entren a la política–, que me parece muy bien, pero la página siguiente no va a ser seguir hablando de las Farc, sino qué le pasa a Colombia, a qué apostamos, y cambiar de protagonistas.
¿Cuáles han sido, para usted, los protagonistas en las últimas décadas?
Guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes, ilegales y corruptos. Los costos para nosotros como sociedad han sido altísimos, al igual que las víctimas, los costos económicos y la incapacidad para ponernos de acuerdo en proyectos de largo plazo. Somos una sociedad profundamente individualista y tenemos que cambiar de protagonistas y darnos la oportunidad de pasar de la destrucción a la construcción.
¿Y cómo se hace eso?
Con educación, ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento, cultura y desarrollo.
¿Se aproximaría al partido que surja de las Farc?
No nos hemos preocupado por eso. Nos tenemos que organizar nosotros. No hacemos parte de un proyecto político que divide al país –los del ‘Sí’ y los del ‘No’–, ese sería un error monumental porque sería perpetuar una división.
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