El senador Arturo Char, quien terminó involucrado en el caso de compra de votos por el cual está presa la excongresista Aida Merlano, es hijo de uno de los clanes políticos más poderosos del país: la Casa Char, con epicentro en el Atlántico y bastión de Cambio Radical en esta región.
La Fiscalía investiga las pruebas que darían cuenta "de su posible participación en la financiación de actividades que atentan contra la participación democrática". Este proceso está relacionado con la denominada investigación ‘Casa Blanca’ en la que se encontró una red criminal que se dedicaba a la compra de votos en el Atlántico.
El patriarca del clan Char es el padre de Arturo, el exsenador Fuad Char, quien desde la costa norte del país logró consolidar un emporio que cuenta con más de diez importantes empresas entre las que se destacan Supertiendas Olímpica, la cadena radial Olímpica y el equipo de fútbol Junior de Barranquilla.
Su poder político ha quedado demostrado luego de haber sido gobernador del Atlántico y cuatro veces senador, curul que desde 2014 le cedió a su hijo Arturo Char, quien es hermano del alcalde de Barranquilla Alejandro Char.
En el Senado, Arturo maneja lo que llaman un bajo perfil. No se destaca por su liderazgo en el control político ni por ser la estrella de grandes debates, pero desde la Comisión Cuarta es uno de los responsables de discutir en primera instancia proyectos cruciales para el país como el Presupuesto General de la Nación y los temas financieros.
Desde el Congreso ha impulsado proyectos como la segunda vuelta para la elección de gobernadores y alcaldes de ciudades capitales, iniciativa que fue archivada en 2015 por vencimiento de términos.
Es más reconocido por su particular gusto por la música, en especial por la champeta. El año pasado lanzó a dúo con el intérprete cartagenero 'Papo Man' una nueva versión de la canción 'No hay money'.
En 2016 lanzó el tema 'Bienvenida sea la Paz' y también la salsa denominada 'Un canto a Luruaco', en homenaje a ese municipio del departamento del Atlántico.
En el campo diplomático, el hoy senador se desempeñó como Primer Secretario de la Embajada de Colombia en Londres, Inglaterra.
También fue presidente del equipo de fútbol Junior de Barranquilla, cargo que abandonó en 2010 luego de haber sido desautorizado en la salida del plantel del futbolista Giovanni Hernández, quien en ese momento era la figura del equipo.
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