Dos momentos políticos han marcado el proceso judicial que se le sigue al expresidente y jefe máximo del Centro Democrático, Álvaro Uribe, investigado por su supuesta relación con manipulación de testigos.
El primero sucedió el pasado 3 de agosto. Ese día la Corte Suprema de Justicia, que tenía bajo su órbita el proceso sobre el exmandatario, ordenó su detención domiciliaria, lo que causó un fuerte impacto político en el país.
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La detención de Uribe, que en ese momento era senador por el Centro Democrático, constituyó la primera de un expresidente en tiempos recientes y se aplicó sobre uno de los jefes de Estado que mayores niveles de popularidad y respaldo ha tenido en las últimas décadas.
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El segundo momento político clave ocurrió quince días después, el 18 de agosto, cuando el expresidente tomó la decisión de renunciar a su curul en el Congreso, lo que le derivó en que su proceso pasará de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía General de la Nación.

Cuando la Corte Suprema ordenó su detención, el expresidente Álvaro Uribe publicó en Twitter esta foto sobre su reseña.
Archivo Particular
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La salida de Uribe del Congreso significó la separación del congresista más votado del país y quien ofició como guía de la bancada del Centro Democrático. Cuando el exmandatario era senador, varios de sus legisladores acudían a él constantemente para consultarle sobre diferentes aspectos.
Este hecho también significó, en palabras del mismo Uribe, que el exmandatario asumiera una posición diferente en la política y ahora se presente más como el ideólogo del partido y la persona que da línea dentro del uribismo.
Gracias a Dios por este paso positivo.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) March 5, 2021
Gracias a tantas personas por sus oraciones y solidaridad.
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Cuando EL TIEMPO le preguntó por su salida del Congreso, Uribe contestó: “Yo había dicho, sobre todo por compromisos con la familia, que no debería intentar regresar al Congreso en el año 2022. Esto se anticipó abruptamente. Me da tristeza y por supuesto con la persona que estoy endeudado es con mi señora. Lo que me toca ahora es bregar por recuperar mi reputación”.
Luego de estos dos hechos, los sucesos sobre el proceso del expresidente han quedado más en el terreno judicial, y en sectores partidistas parece estar claro que Uribe sigue totalmente presente y vigente en la política, pero desde una posición diferente.
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