Las alarmas se dispararon este jueves cuando el expresidente Álvaro Uribe, sin que nadie se lo preguntara, habló de la posibilidad de un encuentro con el candidato presidencial Germán Vargas Lleras.
“Cualquier reunión que fuera a sostener con el exvicepresidente, Germán Vargas o semejante, sería previamente informada a la ciudadanía”, tuiteó Uribe la tarde del martes, pero su anuncio pasó inadvertido.
Cualquier reunión que fuera a sostener con el ex VicePte Dr Germán Vargas o semejante, sería previamente informada a la ciudadanía
Al mismo tiempo, fuentes cercanas a los dos líderes le han confirmado a EL TIEMPO que sí hay personas, de lado y lado, tratando de propiciar ese encuentro. El dirigente barranquillero, Fuad Char, es una de esas personas que ha estado trabajando en el encuentro de los dos dirigentes.
Char es uno de los mayores electores de Vargas (en casi toda la costa Caribe) pero también es muy cercano a Uribe, pues participó en su gobierno.
El terreno para ese encuentro parece cada vez más propicio. Vargas y Uribe lideran actualmente los únicos dos sectores políticos que tienen reparos severos a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
La oposición radical a ese tema la venía haciendo Uribe, pero tras los episodios de la última semana, que lo sacaron del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, Vargas quedó en la misma esquina de Uribe.
Más allá del tema puntual de la JEP, Vargas y Uribe son vistos como los dos líderes con mayores reservas sobre temas capitales del acuerdo con las Farc.
Inclusive cuando estaba en el gobierno como Vicepresidente, Vargas no fue un claro defensor del proceso de paz. Uribe, en cambio, es un ícono de la oposición al acuerdo con las guerrillas.
El hecho de que el acuerdo con las Farc y la incorporación de esta a la vida civil y a la actividad política, esté convertido en uno de los temas de la campaña presidencial en marcha, tal vez el mayor, deja a Vargas y a Uribe más cerca.
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