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‘Yo no tengo nada extremo, mi único extremo es la coherencia’: Cabal

María Fernanda Cabal, aspirante presidencial

María Fernanda Cabal, aspirante presidencial

Foto:Archivo particular

La aspirante presidencial dice que hay un desdibujamiento de su figura. Entrevista.

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La precandidata del Centro Democrático María Fernanda Cabal aseguró que es todo lo opuesto a como la describen y dijo que hay un desdibujamiento sobre realmente quién es ella.
Por otro lado, afirmó que no es cierto que ella representa a la extrema derecha dentro de su partido. Sobre la justicia transicional dijo que lo acordado por el presidente Duque con la CPI no obliga al Congreso.
La aspirante presidencial se definió como una luchadora por las causas justas y dijo que quienes la califican de ‘peleona’ son quienes no la conocen.

¿Quién es María Fernanda Cabal?

Es una mujer que lucha todo el tiempo por causas. Me defino como una luchadora permanente por las causas justas. De pequeña y con lo que podía hacer, siempre ayudé a quien no tenía cómo defenderse. Esa ha sido una constante en mi vida, siempre lo he hecho y siempre lo haré, porque tengo una filosofía y es que es más fácil ser bueno que ser malo y que la vida pasa muy rápido. Ser solidaria es parte de esa esencia que yo siento que Dios me dio y además me gusta, la disfruto. Me gusta ayudar.

¿Qué hace diferente a María Fernanda Cabal de los otros candidatos del Centro Democrático?

La permanente lucha. Me hace diferente el conocimiento profundo que tengo de este país, de la violencia social. Conozco la guerra por dentro. Desde que trabajé hace algunos años en la Fiscalía pude palpar las dificultades de una sociedad tan compleja y algunas veces con rasgos criminales. Nosotros somos una nación que desde su fundación hemos vivido en violencia, porque eso no es de ahora, lo que pasa es que actualmente está aderezada por el fenómeno del narcotráfico, que da toda la gasolina para la guerra.

¿Y qué está pasando?

La vida me ha llevado a conocer esa otra Colombia que muchas personas no conocen. Yo conozco la guerra, la combinación de las formas de lucha, cómo se usa a comunidades para instrumentalizarlas, cómo se destruye el deseo de una comunidad de salir adelante. Nosotros vivimos muchos años con el temor del comunismo porque se cree que murió con la caída del muro y no es así, lo que hizo fue nacer en el Foro de São Paulo por cuenta de Fidel Castro y de Lula, cuando se inventan a Chávez. Entonces por qué tenemos que sufrir cada cuatro años si va a llegar algún personaje a destruir nuestra libertad. Yo siento que este es un país atrapado y hay que desatraparlo.

¿Atrapado por quién o por qué?

Es un país atrapado en mezquindades, en excesivas regulaciones, en intereses particulares; es un país como si estuviera parcelado, es un país que ha aplazado las decisiones de transformación para crecer, donde la gente merece tener mejor calidad de vida.
Precandidatos del Centro Democrático en el primer foro que realiza el partido. De izquierda a derecha Paloma Valencia, Óscar Iván Zuluaga, María Fernanda Cabal, Rafael Nieto y Alirio Barrera.

Precandidatos del Centro Democrático en el primer foro que realiza el partido. De izquierda a derecha Paloma Valencia, Óscar Iván Zuluaga, María Fernanda Cabal, Rafael Nieto y Alirio Barrera.

Foto:Twitter @MariaFdaCabal

¿Por qué dicen que usted es muy ‘peleona’?

Porque no me conocen; si me conocieran, se darían cuenta de que lucho por situaciones que deben ser enfrentadas y donde uno no puede callarse, eso no es ser peleón, eso es tener el valor civil para poder sentar una posición, a pesar de la adversidad y ser, en muchas ocasiones, la una única voz. Eso no es ser peleón, eso es tener una postura clara frente a los riesgos y a las amenazas de un país con una institucionalidad tan frágil.

¿Pero, de todas maneras, a usted la ven como la más extrema del Centro Democrático, la más de derecha?

Hay un desdibujamiento sobre quién soy yo en realidad, por eso las personas cercanas se sorprenden cuando leen una cantidad de características que me señalan, pero que están fuera de realidad. Yo no tengo nada de extremos sino la coherencia, yo soy solidaria y yo sí creo que este país necesita cambios urgentes. No soy elitista, no miro a los demás por encima del hombro. En eso tengo una claridad. Yo soy todo lo opuesto a como me describen, como me rotulan, que es una forma de rotulación muy perversa.

¿No se considera de extrema derecha?

Yo no tengo nada extremo; mi único extremo es la coherencia, nada más. ¿En qué soy de extremos? Que me digan qué he hecho para que cataloguen que soy de extrema derecha. No soy de extremos; detesto el colectivismo porque el colectivismo es fascismo, nazismo, comunismo, y no me gusta un Estado que le dirija la vida al individuo, creo en las libertades.

Pero usted es vista como una persona de extrema derecha…

El objetivo es destruir la imagen del adversario. Cuando uno es figura pública, tienen que buscarle algo para desfigurarlo. A las mujeres nos rotulan de que estamos locas o de que somos ignorantes o histéricas. Conmigo han tenido mucha más creatividad intentando ponerme como una persona obtusa y extrema. Entonces yo pregunto: ¿cuál es mi extremo? Denme un ejemplo de lo que yo he hecho en mi vida y en el Congreso que sea extremo. Estoy segura de que no lo van a encontrar.

¿Pero sus posiciones políticas generalmente son consideradas de extremo?

Cuáles son esas posiciones que se puedan llamar extrema.

¿Por ejemplo, en los temas del proceso de paz cuál es su posición?

Entonces yo pregunto: ¿cuál es mi extremo? Denme un ejemplo de lo que yo he hecho en mi vida y en el Congreso que sea extremo. Estoy segura de que no lo van a encontrar: Cabal

Uno no puede construir paz sin justicia, esa es una premisa, no existe paz sin justicia; por eso la justicia transicional es una forma de maquillar la justicia cuando la necesidad invita a que se depongan las armas, cede en cuanto a castigo al victimario, cede en cuanto al resarcimiento a las víctimas con tal de que la gente se deje de matar.
Eso fue lo que hizo la ley de justicia y paz, que al menos llevó a los cabecillas de cinco a ocho años de prisión y al menos entregaron algo. Lo que se desarticuló fue la matazón permanente, las masacres. Este acuerdo de paz fue una ofensa para cualquier persona que crea en mínimos éticos en un Estado de derecho. Aquí maquillaron la justicia transicional con una palabrita que es justicia restaurativa. ¿Qué quiere decir eso?, que privilegia la restauración de las víctimas y no el castigo al victimario.

¿Y cuál es el lío con eso?

Es que aquí no ha habido ni lo uno ni lo otro. Aquí las víctimas siguen haciendo cola dentro de una burocracia infame que creó el mismo Estado durante el gobierno de Santos, que es la Unidad de Víctimas y la Unidad de Restitución. Con lo que se han gastado esas dos entidades hubieran podido reparar a miles de víctimas con la reparación administrativa que venía haciendo el gobierno de Álvaro Uribe.

Pero el Gobierno acaba de firmar un acuerdo con la CPI en el que se da el respaldo a esa justicia transicional…

El Ejecutivo no tiene funciones para quitarle al Legislativo. A mí, de hecho, me parece que el acuerdo es un acto de confianza de la CPI en las instituciones colombianas. Sin embargo, quisiera preguntarles al fiscal de la CPI y al Gobierno de Estados Unidos si será que una curul en el Congreso colombiano es una sanción proporcional por crímenes de guerra y de lesa humanidad, de conformidad con el Estatuto de Roma.

¿Habría reformas?

Es increíble que uno no pueda reformar lo que hace la izquierda, que por lo general es torpe y además produce desajustes institucionales; hay que reformarlos con urgencia, sin lugar a dudas. Usted no puede volcar el presupuesto a zonas que vivieron el conflicto, cuando la pobreza es generalizada. Aquí siempre se premia al que se porta mal, y el pobre, que sufrió los rigores de la violencia, a ese no le damos nada. Yo no lo admito, y voy a solicitar el concurso de todos los ciudadanos que creemos que nos merecemos una justicia digna para que no haya jueces en la JEP que hayan sido abiertamente activistas de ONG de izquierda y que hayan llevado a juicio en la justicia ordinaria a militares.

¿Por qué?

Porque en la justicia ordinaria hay una herramienta que se llama la recusación. Cuando usted está metido en un proceso y dice: ‘Mirá, este juez lo que está diciendo en este artículo, qué peligro, esto no me da garantías’. Ah, pero como los soldados no importan, a esos sí mandémoslos para la guillotina, con jueces activistas. Eso viola el principio de imparcialidad del juez y no me voy a cansar de repetirlo. Hay que cambiar los jueces, hay que poner personas de primer nivel, hay que hacer modificaciones que generen confianza. Pero no me voy a quedar pegada de unas peleas que no van a tener efecto en las necesidades del ciudadano que necesita plata en su bolsillo. Hay que pensar en la reactivación económica ya, y ya es ya.

Entre los precandidatos uribistas en los últimos días ha habido cuestionamientos al gobierno Duque, ¿se están desmarcando del Gobierno?

Todos los gobiernos inician en alto y luego hay una curva natural de descenso, porque cuando empiezan a aplicar decisiones siempre van a dejar a unos descontentos. Aquí hay un costo porque se siente que esta administración gobernó más con otros que con los de su partido. El Gobierno ha debido tener una estrategia desde el principio para garantizar las mayorías, porque si usted a la clase política le deja las cosas para que las administre y después intenta que le copien, es muy difícil. Usted debe hacer un revolcón en cada institución y no se hizo. Un gobierno como el de Santos, que fue derrochón, necesitaba tener un espejo retrovisor, usted necesitaba llegar a cada entidad para ver qué se había hecho con los recursos, pero no se hizo.
Francia Márquez, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal.

Francia Márquez, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal.

Foto:Archivo Particular

¿Y eso hace que los candidatos estén hablando del Gobierno?

Yo noto que son muy pocos los candidatos que hacen referencia al Gobierno. No sé si se trata de estrategia de campaña. Yo creo que la mayoría de candidatos no somos lo mismo de lo mismo, la mayoría pensamos que se pudieron hacer muchas otras cosas que no se hicieron.

¿Eso significa que usted sí se está desmarcando del Gobierno?

Me desmarqué desde el principio por convicción, no por ser peleadora. Esta es una institucionalidad muy frágil y uno no puede jugar ni darles gabelas a los progresistas y a la izquierda, porque ellos te toman la mano y te cogen la cabeza.

¿Siente que se le están dando muchas gabelas a la izquierda?

Creo que el Gobierno dio demasiado, contemporizó en exceso. Hay cosas a las que yo creo que uno debe ponerles límites. Mire el desastre del Cauca, con los pobres propietarios privados, porque ya los propietarios ricos no existen, los invadieron hace años. Nadie les pone límites. Por ejemplo, el Cric (Consejo Regional Indígena del Cauca) tiene 800.000 hectáreas de tierra y van por más. Siento que este gobierno les cedió demasiado en lo que pidieron.

Hay quienes aseguran que si usted es la candidata del Centro Democrático, otros aspirantes de centroderecha no irían a una consulta con ustedes, por considerar que usted representa la extrema derecha, ¿qué opina de eso?

Preguntémosles a los candidatos si eso es cierto. Que si es María Fernanda Cabal, no van competir con las reglas del juego democrático en una consulta, para poder salvar a este país de los riesgos inminentes de la llegada de una izquierda depredadora. Preguntémosles y que se sinceren y me digan qué es lo que sienten que yo soy, que seguramente están equivocados. El extremo es excluir a una candidata como yo. Los extremos son los que predican que conmigo no, esa si es una actitud excluyente, teniendo prácticamente a la única mujer en el escenario.

¿Es la hora de una mujer en la Presidencia?

Es la hora de una mujer.

¿Se siente tranquila por la forma como se va a escoger el candidato del Centro Democrático?

Me siento tranquila, siempre y cuando todos los precandidatos estemos de acuerdo en una auditoría y en la veeduría ciudadana, donde cada uno tenga un representante. Mi tranquilidad me la da el que haya otra herramienta que valore, evalúe y audite a los dos encuestadores que contrate al partido.
REDACCIÓN POLÍTICA
En Twitter @PoliticaET

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