El Partido Conservador recibió ayer un nuevo golpe. La excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez presentó su renuncia como militante de la colectividad y dejó a los ‘azules’ sin una de sus mejores cartas para las elecciones de 2018.
Ramírez definirá esta semana si lanza su candidatura presidencial por firmas, que es lo más probable, o si busca el aval “de otros movimientos”, como la Nueva Fuerza Democrática, que pretende revivir el expresidente Andrés Pastrana.
La excandidata presidencial deja al Partido Conservador en medio de una aguda crisis por la ausencia de figuras fuertes para llegar a la Casa de Nariño en 2018 y hasta ahora ella se veía como una de las grandes posibilidades de los ‘azules’ para suceder al presidente Santos.
Tras su partida, la colectividad solo cuenta con los nombres del exgobernador Ubeimar Delgado y el exministro Rubén Darío Lizarralde, quienes ni siquiera están figurando en las encuestas.
A esto hay que sumar que el presidente del Partido Conservador, el senador Hernán Andrade, afronta líos judiciales, pues está acusado de pagar sobornos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Desde el 2002, cuando Andrés Pastrana dejó su cargo como presidente de la República, los conservadores dejaron de ser huéspedes de la Casa de Nariño. Se han limitado a ser parte de la coalición de gobierno.
La renuncia de Ramírez confirmó, además, profundas grietas dentro del conservatismo, pues ya son varios los pesos pesados que han abandonado la colectividad.
Así ocurrió con el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien ahora aspira a la Presidencia por firmas, y con el expresidente Andrés Pastrana, quien selló una alianza para formar una gran coalición de centro derecha que lleve un candidato fuerte a la Casa de Nariño.
La manzana de la discordia ha sido el acuerdo de paz, el cual es defendido por buena parte de la bancada conservadora.
“La agenda del partido ha sido monopolizada por algunos congresistas cuyo único interés es mantener las cuotas burocráticas del Gobierno”, expresó Ramírez en su carta de renuncia.
Con la decisión de la exministra uno de los beneficiados podría la denominada coalición del ‘No’, que encabezan los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.
“Aspiro a ser la candidata de esa coalición”, admitió ella.
Aunque pareciera que la salida de Ramírez del partido podría generar preocupación en el seno de la colectividad, los congresistas consultados por EL TIEMPO, en su mayoría no les disgustó su partida.
Un senador señaló que “ella generaba un división profunda” y por eso ahora quedan “mucho más tranquilos”.
Por otro lado, el representante Telésforo Pedraza recordó que ella “ha sido laxa en su identidad política”, aunque ha militado con el conservatismo. “No creo que el partido esté sufriendo con su partida. Es un mal que está afectando a todos los partidos y no por ello el nuestro se va a morir”, dijo el congresista, quien recordó que su colectividad ya ha afrontado momentos como este y ha salido airosa.
Para su colega Óscar Bravo, “el partido se quita de encima una carga difícil de manejar que era ella, que siempre estuvo en contra de la clase parlamentaria que es la que consigue los votos”. Dijo que los conservadores siguen con la posibilidad de buscar candidato o hacer coaliciones.
Por su parte el senador Juan Diego Gómez, dijo que fue una decisión de ella que se enmarca dentro de una tormenta política que está afectando a todos los partidos.
“Hay que esperar a que pare un poco y habrá otra dinámica. No hay que verlo como ataque, sino hay que tomar decisiones con cabeza fría”, dijo.
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