¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Partidos Políticos

'Al uribismo lo benefició que su rival era Petro': León Valencia

Valencia, director de Paz y Reconciliación, presentó su libro en la Feria del Libro de Bogotá.

Valencia, director de Paz y Reconciliación, presentó su libro en la Feria del Libro de Bogotá.

Foto:Sergio Saavedra. Fundación Paz y Reconciliación

El analista y director de Paz y Reconciliación habla de su libro 'El regreso del uribismo'.

Después de ocho años el uribismo regresó al poder. Sin embargo, el país ha cambiado y no es el mismo del 2002, cuando Álvaro Uribe Vélez llegó a la presidencia por primera vez.
Las Farc se convirtieron en una fuerza política y han aparecido nuevos líderes de otros sectores, como la izquierda. Esto ha provocado que la presidencia de Iván Duque, quien fue el candidato de Uribe, sea compleja.
Precisamente todo esto lo analiza León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación en su libro 'El regreso del uribismo'.
¿Por qué escribir un libro sobre el regreso del uribismo al poder?
Apenas ganó Duque, e incluso cuando se perfilaba como ganador, me pregunté cómo sería este gobierno ante los interrogantes que había. ¿Duque será un títere? ¿Duque será independiente? ¿Cómo será un mandato del uribismo después de los cambios que ha tenido el país, después de que se firmó un proceso de paz? ¿Cómo será un mandato del uribismo con los cambios que hay internacionales? Eran las preguntas que se hacía todo el mundo.
También mi inquietud era una nueva realidad política en Colombia, porque no solamente era que ganara Duque, sino que había un ascenso extraño de la izquierda, porque la izquierda era una fuerza marginal. El hecho de que a segunda vuelta pasara por primera vez la izquierda, y que tuviera ese impacto sobre un electorado, me llamó mucho la atención. Entonces pensé: voy a tratar de resolver estas preguntas que están en la opinión pública haciendo un libro de actualidad política.

Uribe ha dejado una huella muy grande en la política del país, y es un fenómeno que va a estar siempre gravitando

¿Cómo hizo el uribismo para volver al poder?
Lo primero que hicieron fue mantener la fidelidad de los votantes que habían seguido las críticas del uribismo al proceso de paz.
Lo segundo fue polarizar el debate para sacar al centro. Y fue una estrategia que le sirvió tanto al uribismo como a la izquierda porque hundieron a todas las fuerzas que estaban en la mitad.
A ellos les benefició que en la otra ala estaba Petro, y Petro produce muchos miedos en el establecimiento colombiano, entonces fue fácil poner en segunda vuelta a todos los partidos a favor de Duque.
¿Por qué lograron que Iván Duque materializara el regreso al poder del uribismo? Si otra persona fuera el candidato, ¿también habrían triunfado?
Es difícil. Uribe estaba muy preocupado por su legado político y debía escoger a alguien que le generara mucha confianza. Todo el mundo piensa que fue algo esporádico o casual, pero Uribe y Duque pasaron dos años juntos haciendo el libro 'No hay causa perdida'. Entonces ahí se generó una confianza muy grande y se fortaleció la identidad. Yo siempre he dicho que la única persona que conoce más a Uribe que Duque, es Lina.
El segundo elemento es que Uribe debía escoger un candidato que no tuviera un lastre muy fuerte o que al momento de la campaña no pudiera salir cuestionado por alguna razón. Descartó a Zuluaga, por ejemplo, que casi le gana a Santos.
Entonces fue elegido por confianza, porque no tenía un pasado muy cuestionado, y porque Uribe creía que Duque encarnaba muchas identidades, por lo que podría preservar su legado.
Lo que está resultando es una cosa muy complicada y es que Duque no tiene el carisma ni el liderazgo de Uribe, no tiene la experiencia de gobernar. Ya está sentado en la Presidencia y afronta unas dificultades enormes.
Usted empieza narrando el día de la posesión de Duque y resalta el discurso de Macías. ¿Qué significó ese discurso?
Fue un hecho insólito, yo me enfoco mucho en esto, y con el libro pongo a jugar las emociones, por ejemplo, de ese día de la posesión.
El protagonista de una posesión presidencial es el Presidente, y nadie había intentado robarle el protagonismo. No entiendo como decide Macías lanzarse a hacer lo que hizo, porque de fondo pone de protagonista principal al expresidente Uribe, al que le rindió un homenaje al empezar el discurso, y luego hace un análisis de lo que es el país, y de las reformas y las cosas que van a adelantar.
Durante 24 horas después del discurso se discute si ese era un discurso imprudente de Macías, pero cuatro horas después, el uribismo resaltaba ese discurso, lo que permitió evidenciar que no era un discurso propio de Macías, sino del Centro Democrático.
Entonces se vio que era una posición oficial del uribismo la manera como se comportó Macías en ese momento, y eso fue algo muy negativo para el arranque de la presidencia de Duque.
¿Qué fue el santismo y qué pasó con esa corriente política?
Santos tuvo un proyecto político bandera que fue el proceso de paz. Tuvo una habilidad estratégica enorme, que fue como logró reunir con ese proyecto político, y con lo que llamaron ‘mermelada’, una coalición que dejó solo a Uribe, a quien le tocó conformar un nuevo partido político.
No obstante Santos no es un líder. No tiene el carisma, la convocatoria y la capacidad de ganarse el corazón de los colombianos como lo tiene Uribe, que posee un liderazgo enorme. Tampoco tiene la obstinación que tiene Uribe en su proyecto político y, de alguna manera, en el caso de Santos, su proyecto termina o tiene un punto final: la firma del acuerdo.
Él decide entonces retirarse del escenario político y se empieza a evidenciar la fisura de los partidos con respecto al proceso de paz.

Ni el presidente ni su partido tienen el liderazgo en el congreso

También habla de caos en el Capitolio. Con solo ver lo que paso con las objeciones a la JEP y el Plan de Desarrollo puede afirmarse que sí hay caos…
Me he sentido muy contento porque acerté en mi posición frente a los juegos de poder de este Gobierno. Hay una continuidad del caos de la legislatura en el Congreso. Ni el presidente ni su partido tienen el liderazgo en el Congreso. Paloma dice “nosotros no tenemos una comunicación directa con el presidente Duque, el Centro Democrático habla con el presidente a través de Uribe”.
Entonces no hay un liderazgo, hay una recomposición de fuerzas porque hay dos factores nuevos, primero el ascenso de una izquierda que logró una bancada que nunca había tenido y, segundo, un estatuto de la oposición que reglamenta a los partidos.
Una tercera realidad del caos en el capitolio es que los partidos que apoyaron a Duque en la segunda vuelta reclaman el triunfo, pero no han recibido un buen trato por parte del Gobierno y se terminaron declarando independientes.
¿Cree que el uribismo va a obtener un poder importante en las elecciones regionales?
Mi hipótesis es que las dos fuerzas que van a crecer localmente, porque están obligados a hacerlo, son el Centro Democrático y la izquierda. Y dentro de la izquierda la fuerza más organizada es Alianza Verde. Y van a crecer por encima de Cambio Radical, la ‘U’, el Partido Conservador y el Partido Liberal.
¿Para 2022, estando las cosas como están hoy, qué podríamos esperar?
Hay tres escenarios: el primero, que Duque logre recuperar la agenda de gobierno, logre subir en las encuestas y logre conformar una coalición nueva y se perdure ese gobierno. Ese escenario no es el más probable.
El segundo escenario es que se mantenga esta situación de crisis política y le abra la puerta a la oposición y a la izquierda.
Y el tercer escenario, que es el más dramático de todos y que nadie cree que pueda suceder, es que la crisis política de Duque sea tal que tengan que recurrir a la Vicepresidencia. Que salga Duque y entre la vicepresidenta para tratar de superar la profunda crisis de gobernabilidad.
¿Es posible el uribismo sin Uribe?
Uribe ha dejado una huella muy grande en la política del país, y es un fenómeno que va a estar siempre gravitando, pero tiene tres dificultades para su legado. La primera es que el uribismo no deja emerger nuevos liderazgos fuertes. El otro factor es que Uribe está acumulando mucho odio en su contra y ahora hay una caída en su favorabilidad fuerte. Y la tercera son todos los problemas judiciales que tiene, que aunque ahora ha logrado disuadir por su poder político, no se sabe cuándo puedan activarse.
¿El regreso del uribismo ha sido difícil?
Sí. Y esto ha sido una tragedia muy latinoamericana del retorno de mandatarios que han sido prestigiosos en su primera etapa, pero en su segunda han fracasado.
POLÍTICA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO