“La Guajira es un encanto, un misterio que solo los wayús sabemos comunicar a través de los espíritus y los sueños”.
Así habla el maestro Elio Peñalver, un indígena wayú que sorprende con su obra artística a través de la pintura y ejerce un claro liderazgo en la comunidad, desde Riohacha.
El maestro Peñalver es exponente del potencial de La Guajira. De lo que está pasando y de lo que va a pasar en esta región.
Inevitablemente, el desarrollo de este territorio y de su gente pasará por el papel que los wayús puedan tener en la definición de su propio destino.
Los wayús, que según algunos estudiosos están en esta península desde el año 150 antes de Cristo, son la etnia predominante. Pueden llegar a unos 450.000, casi el 50 por ciento de la población guajira.
Este lunes, durante un foro liderado por EL TIEMPO Casa Editorial, la Universidad del Rosario y la Fundación Konrad Adenauer, los empresarios, las autoridades regionales, agentes del Gobierno Nacional, el Ejército, y líderes de la sociedad civil emprenderán un trabajo conjunto dirigido a posicionar el turismo como la gran respuesta económica al departamento.
La cita es en Comfaguajira de Riohacha, a partir de las 7:30 a. m. Al llegar Ruta País –este recorrido de EL TIEMPO Casa Editorial y la Universidad del Rosario– a este territorio, se topa con una región de contrastes.
"En este proceso estamos contribuyendo al desarrollo del país construyendo con más regiones", dijo Alejandro Cheyne, Rector del Rosario.

El maestro Elio Peñalver, un indígena wayú, y su mujer en su vivienda y estudio. El pintor es un reconocido líder de Riohacha.
EL TIEMPO
Está la cultura milenaria de los wayús intacta. Con su sabiduría ancestral que todo lo relata en poesía y sus tejidos de mochilas y chinchorros coloridos, los cuales, más que piezas materiales que sacian la curiosidad de los turistas, son obras de profunda significación cultural y larga tradición. Están las maravillas naturales que ninguna otra parte del país posee.
Las dunas de Taroa, uno de los puntos más apetecidos en Punta Gallina (alta Guajira). Según la tradición wayú, estas dunas son montañas de fina arena colorida que uno de los suyos amontonó para separar el agua dulce del mar, y asegurar la vida.
Es imperdible el espectáculo único de los flamencos rosados en Camarones, cerca de Riohacha. En el corregimiento de Camarones está el santuario de fauna y flora, donde miles de estos animales, con sus plumajes increíbles, se pasean por la ciénaga picoteando sus aguas en busca de la artemia salina, que les da su color rosado.
Pero Camarones no solo es la tierra de los hermosos flamencos rosados. Aquí también está la historia de un humanista, el ‘Negro’ Robles, como se le decía a Luis Antonio Robles, el primer colombiano de raza negra que fue ministro y congresista.
El ‘Negro’ Robles nació en Camarones en 1849, en el seno de una familia conformada por su madre, Manuela, una mujer que había sido esclava, y Luis, su padre, un próspero hacendado. Por el amor de su esposo, Manuela fue tal vez una de las primeras esclavas en libertad, mucho antes de que los esclavos fueran libres.
El ‘Negro’ Robles fue enviado a estudiar a Bogotá, en la Universidad del Rosario, donde se recibió como abogado, lo que le valió llegar hasta las altas dignidades del Estado.
Manaure está ubicado a 60 kilómetros de Riohacha y es famoso por la producción de sal. Tiene el privilegio de contar con alta dosis de sol y viento, y pocas lluvias, lo que permite con mayor facilidad el proceso de la producción de sal. Es el lugar del país donde más se produce este mineral. Además de la producción de sal, el paisaje de las montañas blancas salinas es majestuoso.
El gobierno Iván Duque asegura que La Guajira será el modelo colombiano de turismo sostenible a través de una oferta de alto valor agregado que contribuya a la conservación del patrimonio natural y cultural y el desarrollo de las comunidades.
El gobierno del presidente Iván Duque asegura que La Guajira será el modelo colombiano de turismo sostenible a través de una oferta de alto valor agregado que contribuya a la conservación del patrimonio natural y cultural y el desarrollo integral de sus comunidades.
Se trata de una tierra con atractivos únicos como sus etnias con una gran riqueza cultural ancestral, playas de arena blanca, desiertos, bosques tropicales y avistamiento de aves maravillosas.
El turismo en La Guajira está tomando mucha fuerza. El ministro de Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, asegura que La Guajira tiene cuatro fortalezas muy grandes sobre las que se puede construir una industria del turismo sostenible de alto nivel: “El talento de la gente, la biodiversidad, la belleza de sus paisajes y la diversidad cultural”.
En este proceso estamos contribuyendo al desarrollo del país construyendo con más regiones
De hecho se sabe que en este momento hay varios inversionistas internacionales examinando el lugar. Unos de ellos fueron recientemente con el propio presidente Duque a La Guajira, con ese propósito.
El Gobierno propone en el plan 2030 llegar en diez años a metas de 250 mil turistas año en La Guajira. Esto generaría 45 mil empleos y 3,7 billones de pesos anuales en ingresos al sector.
La universidad del Rosario llega a esta región para aportar. Se ha comenzado a trabajar en la idea de capacitar un ejército de mujeres emprendedoras que estén listas para vincularse a este sector productivo promisorio.
Se hará formación en emprendimiento, tecnología, bilingüismo, mercadeo, atención al cliente, manejo de alimentos, entre otras características que permitan fortalecer el turismo.
La Guajira, no obstante su ubicación estratégica para el país, su historia ancestral, tiene problemas que requieren de atención urgente.
La mayor parte de La Guajira no tiene agua potable. A eso se debe en buena parte la problemática de salud, la mortalidad y morbilidad infantil y la desnutrición.
El gobierno del presidente Duque ha comenzado a desarrollar la estrategia Guajira Azul, que consiste en llevar el líquido a 128 puntos, lo que significaría aumentar la cobertura del servicio del 4 por ciento al 70 por ciento. Hay un presupuesto previsto de 424 mil millones de pesos.
También hay iniciativas como la del científico colombiano, Juan Carlos Plaza, quien ha investigado el tema y propone una metodología especial para desalinizar y descontaminar el agua para consumo humano.
En La Guajira todavía saltan a la vista los viejos molinos de viento instalados por el general Gustavo Rojas Pinilla en la década del 50, el ejercicio más eficaz que se ha hecho hasta ahora para suministrar agua a estas comunidades en medio del desierto.
Este lunes en La Guajira, la educación y la salud están intervenidas por la nación, con el propósito de ayudar a su eficacia, pues son muchos los recursos de estos sectores que la corrupción se ha llevado.
En el encuentro de este lunes, todos los sectores que concurren a este llamado, intentarán ponerse de acuerdo para trabajar en una misma ruta que lleve a la región a mejores niveles de progreso.
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