Hace un año, usted propuso al expresidente César Gaviria como director nacional único. ¿Por qué ya no lo veo tan convencido?
Sí, desde hace un año propuse que tuviéramos una jefatura única, cuya cabeza fuera una persona que estuviera por encima del bien y del mal, que nos diera garantías, neutralidad, y dije que esa persona –veía yo– podía ser César Gaviria. Pero el doctor Gaviria últimamente ha venido haciendo campaña por el doctor Humberto de la Calle, que es uno de los precandidatos; y eso, pues, genera una falta de garantías, genera parcialidad por parte de él como eventual director del partido, y nos pone a los demás precandidatos en una situación de desventaja total.
Pero, a ver. ¿De dónde saca usted que el doctor Gaviria está haciendo campaña por De la Calle? Lo que él dijo, lo que yo le entendí, es que Gaviria es partidario de que De la Calle participe en una consulta interna del partido, la que usted propone, y que pide para él una oportunidad de que los parlamentarios lo conozcan.
Pues, lo que él nos dijo en la bancada de parlamentarios es que él tenía el interés de que el doctor De la Calle participara, que los parlamentarios debían conocerlo, debían acercarse a él, y no nos mencionó a ninguno de los otros precandidatos, sobre todo a mí, que fui el primero hace un año en anunciar mi aspiración de precandidatura en el Partido Liberal. Él hizo ese pronunciamiento y se paró y se fue de la reunión, no hubo ninguna oportunidad de intercambiar con él ideas, reflexiones, de controvertir cosas; entonces, pues, las posiciones y los mensajes que se han enviado son que él está con De la Calle y lo ve como su candidato.
Usted ya dijo en una entrevista reciente que si el doctor Gaviria tenía esa preferencia por el doctor De la Calle, no le parecía apropiado que ocupara la presidencia del partido porque usted intuía que habría falta de garantías. ¿Se sostiene en lo que dijo, que si eso sucede, usted no se lanza como candidato?
Yo voy a continuar en mi aspiración como precandidato, pero espero que el Partido Liberal con la elección de un nuevo secretario general que sea garante, que no sea juez y parte, vele porque el otorgamiento de avales no vaya a interferir en favor de uno u otro precandidato.
¿Y si no es Gaviria, quién?
Al frente del Partido Liberal podría llegar una persona nueva, alguien como David Luna, ministro de las TIC, que tiene, me parece a mí, todo el perfil para poder asumir la jefatura del partido. Ha militado desde hace muchos años en él, fue candidato a la alcaldía por el Partido Liberal, y me parece que brindaría todas las garantías.
Y, además, ha sido un buen ministro. Pero ¿definitivamente, usted no le jala con el expresidente Gaviria, con todo y lo que lo que se quieren?
Me parece que el doctor Gaviria, ya habiendo tomado partido por el doctor Humberto de la Calle, pues no puede dar garantías y ser imparcial, especialmente en ese tema tan delicado y tan sensible que es el otorgamiento de los avales a los candidatos. Y por eso, una persona como David Luna enviaría un mensaje de renovación.
¿Y dónde está el niño que le dijo a Gaviria que asumiera las banderas del Partido Liberal cuando mataron a su papá?
Eso ocurrió bajo unas circunstancias que el país vivió muy difíciles. Mi padre hizo la unión liberal, precisamente, gracias a la consulta popular, que le permitió regresar al partido y tener garantías.
La persona que se las dio, y esas son las ironías que tiene la política, fue el doctor Julio César Turbay Ayala…
Así es. Precisamente, contra quien mi padre siempre hizo política, acompañando a Carlos Lleras Restrepo. Turbay fue el garante de que se aprobara la consulta popular como mecanismo de selección del candidato presidencial, y el doctor Gaviria, ministro de Gobierno del presidente Barco, fue quien encarnó esa unión después, porque fue el primer presidente del Partido Liberal elegido por consulta popular por parte de los ciudadanos. Muchos me preguntan si yo creo que es traición lo que ha ocurrido con el presidente Gaviria, y yo digo que traición sería no hacer la consulta popular en marzo, para darles posibilidad a los ciudadanos de que se expresen y que tengan la última palabra.
¿Y, usted cree que el Presidente de la República también está con el doctor De la Calle?
Yo creo que él es el candidato del Gobierno, del doctor Gaviria y del doctor Samper también.
¿Y, en esas condiciones, qué piensan hacer ustedes los demás precandidatos? Porque el doctor Cristo sigue pensando que él puede ser una ficha muy factible, y en voz baja riega la voz de que se siente capaz de derrotar a De la Calle…
Pues, yo he tenido diálogos con otros precandidatos y queremos pedir que el mecanismo de escogencia del candidato presidencial sea una consulta popular. Es decir que no volvamos a lo mismo de siempre, las convenciones prefabricadas, amañadas, donde las maquinarias se reúnen a puerta cerrada y de espaldas a los ciudadanos para tomar decisiones sobre candidaturas. Y que se haga de la manera más democrática, con la mayor participación posible.
¿Cuándo se haría esa consulta?
Ojalá el mismo día de las elecciones de Congreso porque hay una masiva participación de electores, y la posibilidad de economizar costos de infraestructura electoral. Entonces lo que hemos querido pedir son esas garantías y, sobre todo, que ellas se traduzcan en el otorgamiento de los avales a los candidatos al Congreso, porque en el 2009, que fue el anterior escenario de consulta que tuvo el partido, hay denuncias de que los avales se utilizaron para favorecer al candidato en ese momento, de preferencia de la Dirección Nacional, que era el doctor Rafael Pardo.
Curioso si eso fue así. Porque en esas elecciones casi pierde su aval el Partido Liberal…
Exactamente. Eso generó un descontento entre muchos parlamentarios, entre muchos liberales, que hizo que en primera vuelta el resultado que obtuvo el doctor Pardo casi nos hiciera perder la personería jurídica a los liberales.
Pero ¿usted cree que el doctor Pardo y los malos resultados electorales fueron producto de la imposición? ¿De quién?
Pues, el manejo de la Dirección Nacional en ese momento hizo que otros candidatos se sintieran en desventaja, porque el partido estaba al servicio de uno de los precandidatos, con el otorgamiento caprichoso de determinados avales. Eso generó un descontento, por lo que muchos decidieron apoyar a otros candidatos y hubo una indisciplina dentro del partido, que fue la causante de ese lamentable resultado de la primera vuelta del 2010.
Usted es el candidato liberal que registra más alto en las encuestas; sin embargo, el doctor De la Calle ha tenido gran exposición pública y viene de negociar la paz; y, si como usted dice, pues, tiene el cariño del posible futuro jefe único del partido y del Presidente de la República, es inexplicable cómo no es un favorito de las encuestas. Por su parte, el doctor Cristo, que es otro de los candidatos factibles del Partido Liberal, tiene en la actualidad tres ministerios, también una gran exposición y una ventaja, y ahora una vitrina en el tema de la paz, pero tampoco registra en las encuestas…
Todo lo que signifique tener maquinarias y estructuras para competir en un escenario de consulta cerrada, en una consulta interna o en una convención, pues genera que quienes apelamos a la opinión, a los ciudadanos, a la base del Partido Liberal, estemos en una profunda desventaja. Yo no tengo esas estructuras, esas maquinarias para competir a través de esos medios en una consulta. Yo lo que tengo es una propuesta, unas ideas que quiero ofrecerle al país y al liberalismo.
¿Le sorprendió que Humberto De la Calle, que fue el jefe de la delegación de paz, terminara de candidato presidencial?
Pues, el doctor De la Calle tiene todo el derecho de aspirar y participar, pero yo creo que hay una gran incapacidad de renovación dentro del partido, y eso es lo que nos tiene en una profunda crisis de desconexión con el liberalismo colombiano.
¿Ve al Partido liberal divorciado de los liberales?
El Partido Liberal no solamente se ha divorciado del país nacional, como decía Gaitán, sino también del país liberal que ha tomado rumbo en otros partidos, como el partido Verde, como Cambio Radical, como el Polo Democrático, por su incapacidad de renovarse, de abrir espacios de participación para nuevos sectores, para nuevos liderazgos, para que los jóvenes puedan llegar y puedan llegar las mujeres y los sectores sociales. En los últimos tiempos siempre han sido los mismos con las mismas. Rotándose las posiciones dentro del Partido Liberal sin permitir espacios de participación de otros sectores. Eso tiene a muchos descontentos y frustrados. El doctor De la Calle no solamente es precandidato ahora, sino que fue el negociador de los acuerdos de paz, fue vicepresidente del doctor Samper, fue ministro de Gobierno del doctor Gaviria durante la Constituyente, fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Ha tenido una notable trayectoria política…
La tesis de que nadie lo conoce y de que no es político, para que los parlamentarios se acerquen a él, me parece que es una invitación a un escenario de evaluación de quién tiene una maquinaria más poderosa para competir por la candidatura presidencial del Partido Liberal, y en ese escenario, pues, yo no me siento con garantías.
El que no conozca a estas alturas al doctor De la Calle es porque no ha vivido en el país en los últimos cinco años…
Pues, así es. El doctor De la Calle ha tenido toda la exposición durante la negociación de los acuerdos, cada ocho días hace entrevistas en algún medio nacional, en algún periódico, en la radio permanentemente, en la televisión, en foros que ha participado por todo el país. Esa sobreexposición les ha permitido a los colombianos conocerlo y conocer su pensamiento sobre los acuerdos.
¿A qué le atribuye usted esta sequía del Partido Liberal? Porque cuando fueron oposición le echaban la culpa a eso, pero ahora han tenido siete años de gobierno, muy bien tratados, muy consentidos por parte de este gobierno…
Definitivamente, la falta de capacidad para renovarse, y no solamente de las personas sino en las ideas. Hemos venido casándonos con unas propuestas que parecen más del Partido Conservador que del Partido Liberal. El referendo que se propuso para prohibirles a los solteros que adoptaran y a las parejas del mismo sexo es profundamente conservador y para nada liberal. Todo eso ha generado en el liberalismo una sequía y una esterilidad porque la función de los partidos es interpretar a la sociedad y que la sociedad se sienta interpretada por ellos. Para lograr ese propósito tienen que renovarse de manera permanente. En el Reino Unido, el primer ministro que perdió el referendo sobre el ‘brexit’, pues inmediatamente renunció a su cargo y cedió el espacio para que llegaran los ganadores del ‘brexit’. Y el doctor De la Calle perdió el plebiscito, perdió el plebiscito el Partido Liberal que fue el abanderado de esa campaña, y parecería que nada de eso que se expresó en las urnas por parte de los ciudadanos tiene consecuencias en la renovación de los liderazgos del partido.
Particularmente, me llama la atención el papel que ha jugado el doctor Cristo con su influencia sobre el Presidente. Recuerdo que él como parlamentario lideró la moción de censura contra el entonces ministro de Defensa Santos. ¿Cómo se explica esa metamorfosis?
Pues el doctor Cristo se casó con el gobierno y se casó con la defensa del Gobierno. Por lo que he conversado con él, es partidario de una consulta popular abierta para escoger candidato. Pero sí tiene él que hacer unos pronunciamientos claros sobre cuál es su posición frente al partido, frente al gobierno, frente al proceso de paz, porque sin duda alguna está muy ligado a todo el proceso del Gobierno y a lo que el Gobierno ha defendido.
¿Por qué el Presidente y el doctor Gaviria apoyarían entre Cristo y De la Calle al segundo, si ambos están ofreciendo lo mismo, proteger el acuerdo de paz?
Pues no sé realmente hacia dónde apunta todo este proceso de respaldar al doctor De la Calle. Parece ser que el Partido Liberal se irá por un lado invitando a apoyar al doctor Humberto de la Calle a través del doctor César Gaviria, pero por otro lado se están tejiendo alianzas promovidas por el doctor Simón Gaviria entre sectores parlamentarios importantes del Partido Liberal y el doctor Germán Vargas Lleras. Entonces no se ve cuál es el norte. Están tratando de construir unas alianzas entre maquinarias y a espaldas de la base liberal, de los ciudadanos. Eso es lo que tiene al partido en un franco deterioro y en un franco declive.
Esa consulta a la que usted se refiere, y ya que habla del doctor Vargas Lleras, incluiría la posibilidad de invitarlo a él también?
Desde el liberalismo queremos defender el centro, con unas ideas que permitan continuar construyendo el proceso de paz, pero haciendo unos ajustes; exigiéndoles a las Farc, por ejemplo, que declaren sus bienes, las tierras que despojaron, las caletas de dinero en efectivo que tienen en Venezuela, en Nicaragua y en otros países, para que sean declaradas y para que entren a reparar a las víctimas. Si no hacemos esos ajustes, pues, el proceso de paz por supuesto no se consolidará. Entonces, si el doctor Vargas Lleras asume esa posición, no veo por qué le vamos a negar la posibilidad de participar en esa consulta de marzo.
¿Usted habla de una propuesta de centro del Partido Liberal que tendría como adversarios o enemigos a quiénes?
A la extrema derecha representada por el Centro Democrático y por el exprocurador Ordóñez; por algunos sectores que quieren acabar con el proceso de paz y que les parece que nada sirve de los acuerdos. Y, por el otro lado, pues a la extrema izquierda, en donde realmente hay unos sectores también muy extremos que quieren hacer una constituyente, que tampoco creen que podamos construir un país distinto sin apelar a los extremos y a la lucha de clases.
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO