Hay grave evidencia de que el abogado Gustavo Moreno Rivera estaba amangualado con unos magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en una compraventa de fallos. Usted fue su cliente. ¿Por qué su caso sería una excepción a esa práctica corrupta?
No se conoce exactamente de qué se trata. Hay unas grabaciones, y es muy importante que se conozcan, para ver cómo comprometen a distintas personas.
¿Pero Moreno sí fue su abogado?
Sí, en la primera parte del proceso. Pero se retiró en diciembre del 2015, porque iba a aspirar a la personería de Bogotá.
¿Él no terminó el proceso que culmina con su puesta en libertad?
En lo absoluto. Cambio Radical le ofreció su apoyo para esa ambición. En su reemplazo nombré al insigne abogado y profesor Dagoberto Charry, quien lleva desde entonces mi proceso.
Es la segunda vez que usted, en calidad de precandidato presidencial, se ve enfrentado con la justicia. ¿Es esto una casualidad o alguien se la está atravesando adrede?
Hace cuatro años aparecieron los falsos testigos, a quienes desenmascaramos en la audiencia pública ante los nueve magistrados de la Sala Penal de la Corte, en un proceso absolutamente transparente. Pero con esos falsos testigos me sacaron de la anterior contienda electoral.
Estuve tres años y tres meses privado de la libertad con un drama familiar y humano increíble por esa enorme injusticia. Trataron de engañar a la Corte y al país.
Ahora resulta esta segunda coincidencia. Yo, en eso, no tengo problema alguno. Ni vinculación con magistrados que tengan que ver con las grabaciones de las cuales ha dado información la prensa.
Pero, digamos, son dos fiscalías absolutamente distintas, la del señor Montealegre y la del actual fiscal Martínez…
Creo en el fiscal actual. Es una persona respetable. Es un gran jurista. Y, por eso, ante él he pedido en una carta que hice pública que levante toda la reserva de lo que tiene que ver con alguna alusión a mi nombre para que el país se dé cuenta y no haya especulaciones, que es lo que ha habido hasta hoy y que es inadmisible.
¿Quién compra testigos contra usted y por qué?
Los testigos comprados han sido para sacarme de la vida pública.
Con todo respeto, pero usted, hace cuatro años, no registraba mal en las encuestas, pero tampoco pintaba como el seguro ganador, el hombre al que tenían que atajar a toda costa para que no se convirtiera en el Presidente de la República. Hoy sucede más o menos lo mismo. ¿Qué justificaría el complot contra usted, si hay muchos otros precandidatos del uribismo?
¿Sabe una cosa? Que la coalición que encabezará el Centro Democrático con el presidente Uribe, el expresidente Pastrana, los liberales independientes, los del ‘No’, los cristianos y los laicos será una coalición sin duda mayoritaria en el país, y por eso, desde ahora, tratan de anticiparse a la persona que pueda encabezar esa coalición.
¿Usted?
No. Todavía no puedo decir que seré yo porque aún no me han escogido. Ni siquiera me he presentado como candidato.
Pero dicen que está haciendo campaña política fuerte… Conferencias en clubes sociales, correrías por departamentos…
Mis correrías, ante todo, han sido para exponer lo que sucedió en mi caso para que no se vuelva a presentar una injusticia como la mía. A nadie le deseo el dolor de este trance que pasaron mi esposa, mis hijos, mi familia, mis amigos.
Tengo una vida privada, y una vida pública de más de 35 años, en los cuales no he tenido jamás una amonestación de una sola autoridad. No solo una vida pulcra, sino con obras y realizaciones.
Por eso, lo más triste es recibir en un momento determinado ese alud de acusaciones. ¿Por qué se dan cuando se inicia una campaña electoral? Y esta es la segunda vez.
Por eso le indico que no es la misma Fiscalía ni son los mismos fiscales. Le insisto: ¿quién está comprando testigos para acabar con su carrera política?
De mi proceso se desprende quiénes han intervenido, quiénes han ido a las cárceles a buscar falsos testigos contra mí. Por eso le he pedido a la Fiscalía que divulgue todo lo que tenga que ver con mi caso, que comenzó el 28 de agosto, exactamente hoy hace cuatro años. Por eso, me parece muy importante esta entrevista, para que se haga justicia, porque no la habrá mientras no haya un fallo que vaya a resarcir mi buen nombre.
Toda la vida he sido una persona respetable, correcta, un hombre del sector privado que llegó a la política porque tuve éxito como alcalde de Medellín, cosa que aún me reconoce la gente, además de pulcritud y eficiencia en otros muchos cargos que he ocupado. Quiero una justicia pronta y oportuna.
Públicamente ya se ha mencionado el nombre del senador Cepeda como la persona que estaría comprando testigos en su contra. ¿De dónde sacaría plata el senador Cepeda para una campaña de difamación de semejante envergadura?
Eso pregúnteselo, por favor, al senador Cepeda. Solo lo he visto en los medios en declaraciones que lo comprometen en mi proceso.
Esta pregunta que le voy a hacer sé que no me la va a poder contestar como se la hago, pero trate. Cuando supo sobre las grabaciones de Moreno que lo comprometían con la compra de fallos en la Corte, ¿usted consideró que esa conducta podía ser factible de quien fue su abogado?
Para mí fue muy lamentable conocer, a través de los medios, lo que le había sucedido al doctor Moreno. Muy decepcionante y muy lamentable.
¿Qué opina el expresidente Álvaro Uribe de su caso? ¿Qué lugar ocupa hoy en esa pirámide de ‘el que diga Uribe’?
He conversado con él y tiene toda la confianza de que mi caso en la Corte saldrá favorable pronto. Siempre me ha ratificado su confianza. Cree en mí porque me conoce desde hace muchos años. Inclusive desde el momento en que se separó del Partido Liberal, en el año de 1992, para apoyar mi candidatura como alcalde.
Desde antes incluso, cuando era estudiante de la Universidad de Antioquia y tenía con José Roberto Arango un pequeño negocio en la carrera 70 que se llamaba El Gran Banano. Él, en la Universidad de Antioquia, y yo, en la Medellín.
Siempre he tenido por él enorme aprecio y lo considero el presidente más importante que he conocido y el que más le ha servido al país.
Para terminar, me devuelvo a algo que dijo atrás. Usted dice que la coalición Uribe-Pastrana va a tener el apoyo de los cristianos. Se les calcula como dos millones de votos. ¿Cree realmente que los cristianos los van a apoyar?
Creo que la mayoría de cristianos estarán en esa coalición. Nos unen muchísimas cosas. Y, por lo tanto, creo que esa gran coalición será la mayoritaria para derrotar a la que hoy es la Unidad Nacional, que encabezó el presidente Santos en su momento. Tengo la más absoluta confianza en que esa alianza de los presidentes Uribe y Pastrana tendrá unas grandes mayorías en el 2018.
¿Cuál es su estatus jurídico hoy?
Estoy en libertad incondicional. No tengo impedimento alguno y espero el fallo absolutorio como lo pidió la propia Procuraduría actual, en el mes de marzo, que dictará sentencia absolutoria en mi caso porque no existía prueba alguna en mi contra.
Por el caso de Moreno, ¿nadie lo ha llamado para nada?
No. No tengo nada que ver. No he recibido ninguna invitación ni citación de ninguna autoridad.
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO
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