En el Consejo Nacional Electoral (CNE) hay ambiente de que nada va a pasar con las investigaciones a las campañas presidenciales en 2010 y 2014 por la volada de los topes legales de financiación y el ingreso de dineros de personas extranjeras, también prohibido por la ley.
A esta conclusión se puede llegar luego de hablar con varios magistrados de ese tribunal electoral en condición de anonimato, pues les está prohibido por ley manifestar sus opiniones públicas sobre asuntos en los que tienen que decidir, so pena de ser recusados, es decir, de ser apartados de esos procesos.
El Código de Procedimiento Administrativo, que regula los procesos sancionatorios electorales, establece la caducidad para los mismos de tres años después de ocurridos los hechos, lo que conduce a que la autoridad no tiene ya competencia para conocer de lo sucedido en el 2010.
Ni siquiera porque, como en el caso del 2010, el propio presidente de la República, Juan Manuel Santos, haya pedido esta semana que se examine la posibilidad legal de levantarle la caducidad para que su campaña sea investigada.
De manera informal algunos magistrados del CNE han hablado del tema y sin mucho esfuerzo han coincidido en que “la caducidad es irrenunciable” desde el punto de vista jurídico.
“Desconocer el recurso de la caducidad es un proceso administrativo que no está bien, es impensable”, aseguró el exmagistrado del CNE, Juan Pablo Cepero.
El expresidente de la Corte Constitucional José Gregorio Hernández dijo en cambio que “el Presidente tiene todo el derecho de pedir que se reabra totalmente su investigación”.
Pero el magistrado del CNE Armando Novoa, a quien le correspondió por sorteo la investigación de Santos, es pesimista de que la causa prospere.
Novoa tiene la tesis, expresada en varios documentos, de que la caducidad de un proceso de esa naturaleza debe contarse tres años a partir de que la autoridad conozca de los hechos –para él sería desde enero de este año–, pero para la mayoría de la sala la idea es que el plazo ya venció.
Novoa, en todo caso, va a presentar este miércoles sus puntos de vista a la sala plena del CNE, pero la suya es una posición de absoluta minoría.
Los hechos irregulares en las campañas presidenciales del 2014 van por el mismo camino del 2010: la caducidad.
Aunque el CNE abrió investigaciones preliminares contra las campañas de Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga en el 2014, en fuentes de ese tribunal hay pesimismo sobre la posibilidad de que el tiempo que resta permita avanzar.
El tiempo es apremiante. Aunque las investigaciones respecto de los hechos ocurridos en el 2014 se abrieron la primera semana de febrero pasado, todavía están en etapa preliminar. Luego vendría la investigación formal si el magistrado ponente considera que hay lugar a ella.
Después de abrir la indagación formal hay 30 días hábiles para recaudar pruebas. Pero si hay más de un investigado, esta etapa será de 60 días hábiles.
Luego vienen 15 días hábiles para los alegatos, que en la realidad son tres semanas.
Enseguida la sala plena del CNE tiene 60 días hábiles para tomar una decisión. “Pero con que solo un abogado pida ampliación de pruebas, alguna recusación o un incidente de nulidad”, el proceso se extenderá, explicó uno de los magistrados.
Pero lo que sí ha comenzado a verse es una especie de sanción política ciudadana. Eso parece ser lo que ocurrió con la decisión de Óscar Iván Zuluaga de “aplazar” su candidatura para 2018, que inclusive para algunos de sus copartidarios será una separación definitiva de su carrera por la presidencia.
El hecho de que la política esté de nuevo salpicada por escándalos en la antesala de un debate electoral puede afectar la credibilidad de los líderes.
Carlos Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría, cree que “estos hechos no solo debilitan a los líderes tradicionales sino al mismo establecimiento y pueden favorecer a los que no tienen esa carga”.
César Caballero, gerente de Cifras y Conceptos, también medidor de opinión, dijo que “lo que está ocurriendo con toda seguridad va a afectar los candidatos del establecimiento y se va a abonar el terreno para que protagonistas de las extremas irrumpan en el escenario político con más facilidad”.
EL TIEMPO