Si bien cabezas del Centro Democrático (CD) como el senador y precandidato presidencial por ese partido, Iván Duque, habían afirmado que la polémica campaña que circula en redes sociales ‘Bravucones inconsistentes, los callaremos en las urnas’ no era una publicación oficial del partido, la representante a la Cámara por Antioquia, Margarita Restrepo, aclaró en las últimas horas que ella es la responsable de las publicaciones.
#ACLARO La campaña que ha generado controversia, es de mi autoría. No fue consultada con mi partido.
— Margarita Restrepo (@MargaritaRepo) 24 de octubre de 2017
La campaña, en la que aparece el mensaje acompañado de fotografías de políticos como Claudia López, Humberto de la Calle y Sergio Fajardo, entre otros, que aparecen con cintas adhesivas sobre la boca, ha estado circulando en redes sociales y ha despertado voces a favor y en contra.
Y, si bien no es una campaña oficial del CD, las palabras usadas en la publicación hacen alusión a algunos comentarios del senador Álvaro Uribe durante el intenso debate contra la corrupción que tuvo lugar la semana pasada en el Senado.
Allí Uribe dijo: "Esta patria no se le puede entregar a los bravucones inconsistentes que hoy se arropan en la lucha contra la corrupción".
"Esta patria no se le puede entregar a los bravucones inconsistentes que hoy se arropan en la lucha contra la corrupción": @AlvaroUribeVel 👏 pic.twitter.com/GJAofEA12c
— Luisa Gómez Grisales (@Lupeins) 18 de octubre de 2017
Sobre estas publicaciones, Fabián Sanabria, doctor en sociología de la Universidad La Sorbona, afirmó que son formas de violencia simbólica y política. Asimismo, agregó que el mundo político se caracteriza por el debate y la pluralidad de ideas, y una campaña como esta le quita todo ese componente.
Por otro lado, la campaña puede enmarcarse dentro de las múltiples estrategias en la carrera presidencial del 2018, opinó Sanabria.
“Es parte de lo que viene, va a haber una guerra sucia terrible, estamos en una era de 'posverdad' y le van a inyectar al ciudadano muchas de estas cosas para controlar su voto”, manifestó.
En esa misma línea opinó Miguel Jaramillo Luján, consultor político y miembro de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos (Acopol), quien dice que esta campaña, aún faltando tanto para las elecciones (al menos cinco meses hasta las del Congreso, en marzo), permite prever que la contienda electoral será pesada.
No obstante, Jaramillo expresa que si bien esta es una campaña de descrédito a los pensamientos de ciertos candidatos, puede tener incluso el efecto contrario y generar un impacto negativo más en los emisores del mensaje que en los que lo protagonizan.
"La campaña no solo usa cinta industrial en la boca sino que los impregna como de carbón o suciedad en la cara, como si estuvieran maltratados, algo que algunos usuarios pueden asociar con tortura y prácticas no legales. Los puede desacreditar o volverlos héroes", comentó.
Por último, recordó que este tipo de campañas tienen un efecto, sobre todo, en los sectores que aún no han definido por quién votar, ya que, dice, el país está viviendo un momento político con un profundo desencanto con la política tradicional.
ELTIEMPO.COM
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