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Partidos Políticos

‘La reforma tributaria es mala, peligrosa y dañina’: Gaviria

Gaviria asegura que la reforma tributaria provocará crisis fiscal.

Gaviria asegura que la reforma tributaria provocará crisis fiscal.

Foto:Néstor Gómez / EL TIEMPO

El líder del Partido Liberal dice que el Gobierno le da la espalda a la insatisfacción ciudadana.

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El expresidente César Gaviria, jefe único del Partido Liberal, no da vueltas para llegar al punto: la reforma tributaria que está a punto de aprobar el Congreso “es una mala reforma, una reforma peligrosa y dañina”. Explica por qué la bancada de su partido decidió votarla en contra y asegura que “esta es una reforma que ayuda a los ricos y entretiene a los más pobres”.
Gaviria, sin rodeos, va más allá y afirma que la reforma provocará crisis fiscal. Es muy crítico con el presidente Duque y lo acusa de no estar gobernando y de ser “sordo, ante el grito ciudadano que, con marchas y cacerolazos, rechaza al Gobierno y a la reforma”.
¿La reforma tributaria, en su opinión, a quién favorecería?
A todos los sectores más poderosos y adinerados de la sociedad; a las empresas más grandes con exenciones a sectores muy grandes, a megainversiones. Conduce a una sociedad más desigual y a ventajas injustificadas a sectores adinerados, poderosos de la sociedad. En la actual coyuntura no se le puede dar la espalda a la enorme insatisfacción ciudadana.
Si no se aprueba la reforma, ¿qué puede pasar?
Hay una cosa que quiero dejar clara para que no nos quede la impresión de que aquí va a haber una crisis: si no aprueban esta reforma, el recaudo va a crecer y va a crecer bien. Entonces es todo lo contrario a lo que dice el Gobierno. Repito: si se aprueba la reforma vendrá una crisis fiscal.
¿Por qué afirma eso con tanta seguridad?
Porque les entregan los recursos de los impuestos que votamos el año pasado a las grandes empresas y contribuyentes. Y se los entregan con creces, bajando tarifas de las compañías, otorgando nuevas exenciones; esa es la esencia de la reforma. También los mayores gravámenes a las personas naturales se prestan para trasladar un significativo de cargas tributarias a la clase media. Se hará todo lo contrario de lo que se debe hacer, esto es, eliminar exenciones y gabelas en el sistema tributario. De nuevo avanzamos por el camino de tener altísimas tarifas y un recaudo moderado inferior al promedio latinoamericano. Y tales pérdidas de recaudo se incrementan por las concesiones que se han hecho a distintos sectores parlamentarios que creemos valen más o menos el 0,3 % del PIB.
Entonces, ¿esta reforma tributaria no generará más recursos?
No, genera menos, muchos menos. Es más, generará una crisis fiscal, que ya está cuantificada: ya citamos las cifras de Fedesarrollo.
¿Por qué habla usted de dar la espalda a la insatisfacción popular?
Frente a las cosas que están pasando, esa reforma no tiene sentido: es desafiar a la gente que está protestando, entregando todos los recursos del Estado a los sectores adinerados de la sociedad; a mí me parece inoportuno, inconveniente y en este momento lo que generará es un gran rechazo social. Pareciera que el Gobierno desestima cualquier agravamiento de la tensión social. El ministro Carrasquilla puede estar empujándonos a una situación como la de Chile. Es irresponsable en este momento entregar los recursos de impuestos que votamos el año pasado a los sectores más adinerados de la sociedad.
Eso es lo que va a hacer la reforma. Bajar las tarifas de tributación de las empresas, establecer exenciones, vale mucho más de lo que se votó sobre impuestos el año pasado. Esta reforma rebaja impuestos a los sectores poderosos y adinerados mientras que grava severamente a la clase media, y a las empresas medianas y pequeñas. El presidente Uribe lo hizo con el doctor Carrasquilla, pero era una época de expansión de la economía y los recursos fiscales eran abundantes.
¿Usted cree que quienes marchan en las calles tienen clara esta situación?
Por supuesto. Y el Gobierno se equivoca si no oye, si no toma en serio lo que está pasando en las calles. Este país puede evolucionar a una situación social muy compleja, si el Gobierno mantiene su política de oídos sordos. El Gobierno ha iniciado lo que llama una conversación nacional que difícilmente va a permitir decantar y medir las acciones que es conveniente adoptar para atender algunas de las peticiones que se reclaman. Hay un anhelo ciudadano por un cambio político para empoderar algunos sectores ciudadanos que es peligroso desconocer.
¿Ha hablado con el Gobierno sobre esto?
Claro. Con el presidente Duque y con el expresidente Uribe.
¿Y qué responden a sus argumentos?
Que ellos tienen una confianza ciega en que con esta reforma va a crecer mucho más la economía. Pero eso se lo creen sino ellos. Yo les he insistido: la reforma tributaria generará crisis fiscal, y si perdemos el grado de inversión va a ser un desastre desde el punto de vista de crecimiento.

Ellos tienen una confianza ciega en que con esta reforma va a crecer mucho más la economía

Un funcionario dijo que el Partido Liberal estaba actuando con oportunismo…
El oportunista es el Gobierno, que propone bajar impuestos y pone en peligro la estabilidad de la economía; lo que estamos haciendo es un acto de responsabilidad fiscal y lo que está haciendo el Gobierno es un acto de irresponsabilidad fiscal. El Partido Liberal tiene una tradición: la responsabilidad fiscal, la hemos tenido hace tiempo, la han tenido todos los expresidentes liberales, todos los ministros. Hemos sido siempre cuidadosos con eso y ahora aparece una situación que nunca habíamos visto y que creemos, auguramos, que puede llegar a tener unas consecuencias muy negativas sobre la economía colombiana. Y no nos gustan los beneficios que se otorgan a sectores privilegiados.
¿Cómo están las relaciones suyas con el Presidente?
Muy buenas, el Presidente es una persona muy amable.
¿Pero él no oye?
Él sí oye… Pero hasta ahí.
¿Y con el expresidente Uribe?
El presidente Uribe quiere sacar todo esto, porque él lo hizo ya una vez y le funcionó; pero él no quiere aceptar que hoy las circunstancias internacionales son distintas y las de la economía colombiana también. Cuando él hizo estas cosas, al Estado colombiano le sobraban los recursos fiscales. Hoy faltan.
¿Por qué el doctor Vargas Lleras piensa todo lo contrario a lo que usted dice?
El doctor Germán Vargas Lleras ha sido un adalid de una reforma estructural, tumbó la reforma tributaria del año pasado y no sé qué le han ofrecido dentro del proyecto para que este año sí le guste. Entiendo que es el hecho de que se van a poder deducir los impuestos regionales de la tarifa de renta. Es todo lo contrario a lo que acaba de hacer el gobierno Trump. Para bajar las tarifas de renta al 21 % eliminó este mecanismo que es supremamente costoso. Este solo punto le representará el estado 0,5 % del PIB. Esto es lo que se aprobó el año pasado. A mí me parece una gabela descomunal y costosísima en términos fiscales. Yo también creo que una buena reforma estructural de las finanzas públicas serviría; pero esta no es una buena reforma, es mala reforma, una reforma peligrosa y dañina.
¿Usted no teme que la posición liberal sea derrotada en el Congreso?
Nosotros no estamos calculando si ganamos o perdemos. Lo que queremos y haremos es dejar claro que no vamos a tomar ninguna responsabilidad por esa ley, que la tome el Gobierno, que asuma las consecuencias de su irresponsabilidad fiscal y de su vocación para sentirse más cerca de los ricos y poderosos e ignorar lo que se clama desde las calles. Algunos de estos recursos se podrían usar para atender reclamos sociales razonables y justificados.
¿Y no puede suceder, como creen el presidente Duque y el expresidente Uribe, que la reforma genere crecimiento?
Yo lo dudo mucho, y muchos economistas serios dicen que eso no se va a dar.
¿Es verdad que en la bancada liberal hay un sector que quiere aproximarse al Gobierno y otro que apoya conservar la independencia?
Yo también creía que eso era así; descubrí que las dos tendencias no son así. La una, es de conservar la independencia, la que hemos estado practicando; y la otra, de hacer más oposición, pero a favor del Gobierno, no. Esa no está por ahí.
¿Usted, como jefe del Partido Liberal, va a mantener su independencia?
Sí, sin duda.
¿No va a hacer oposición?
No, en el Congreso vamos a votar cosas que nos parezcan bien y no votaremos las que nos parezcan mal. Pero es que hay otra cosa que nos preocupa mucho: el Gobierno no tiene agenda, no tiene proyectos, no tiene reformas; tiene una temática supremamente reducida; aun si uno decide que lo quiere ayudar, no encuentra cómo ni en qué. Es un gobierno al que le faltan propósitos. Hay muchos sectores importantes donde debería haber reformas, pero ellos prefirieron no hacer reformas en ningún frente, no hacer reformas que porque son un gobierno de minoría. Las 2 reformas que habían soltado como ideas deshilvanadas, la pensional y la laboral, las han sacrificado. Hoy, dígame usted, ¿qué ley se puede aprobar si no hay proyectos? Hay uno de regalías, que es viejo, que está por ahí dando vueltas. Avanzan algunos proyectos de la lucha contra la corrupción que hicieron parte de la consulta popular del año pasado.
¿El presidente Duque lo está haciendo bien o mal?
El presidente Duque no lo está haciendo bien, porque la gente espera que el Presidente mande, sobre todo cuando hay crisis. Y está generando una sensación de no mandar y de no saber mandar, y de que hay varios centros de poder. El presidente Uribe, por un lado, que es muy poderoso; el otro, el Ministro de Hacienda. El poder presidencial está como diluido, y eso preocupa. Lo otro es que el Ministro de Hacienda decidió reducir al mínimo los recursos de inversión de los ministerios y ha guardado los recursos de inversión en el Banco de la República hasta alcanzar cifras exóticas cercanas a los 30 billones de pesos.
Necesitan construir mayorías en el Congreso que les permitan hacer reformas y avanzar, pero decidieron ni reformar, ni avanzar, no tener temas. Es una perspectiva muy mala para el país. Y si uno fuera mal pensado se preguntaría ¿para qué le sirve al presidente Duque un gobierno que no invierte, en una época en la que se necesita inversión pública? Es como una política caprichosa del Ministerio de Hacienda.

El presidente Duque no lo está haciendo bien, porque la gente espera que el Presidente mande, sobre todo cuando hay crisis

¿No cree que la oposición del Partido Liberal a la reforma tributaria pueda cerrar definitivamente la puerta para que el partido entre al Gobierno?
Nosotros le comunicamos al Presidente que, por favor, separara cualquier tema de gabinete de la discusión de la reforma tributaria. A mí me parece fatal que esos temas se mezclen. Y la bancada liberal lo sabe. Nada de satisfacer apetitos burocráticos en contra de lo que necesita el país, de las altísimas necesidades sociales por las que la gente marcha o ‘cacerolea’.
De todo esto, ¿qué piensa la bancada liberal?
Yo sé cómo piensa nuestra gente, la han perseguido mucho, entonces está con rabia. Además el cuento de que no dan ‘mermelada’ es mentira, a los miembros de las comisiones tercera y cuarta les ofrecieron, les han generado expectativas de cuantiosos recursos, pero seguro después no les cumplirán, como ocurrió con algunos de los ofrecimientos del año pasado. Y hacen eso en vez de hacer lo que recomendó la Corte Constitucional al Gobierno en 2001: hagan inscribir los proyectos regionales en Planeación, allí miren su necesidad y conveniencia, que establezca el costo que deberían tener y se aseguren de que se adjudiquen de una manera transparente dándoles la posibilidad a muchos oferentes. Pero el gobierno del presidente Duque para justificar un gobierno excluyente le ha entregado la inmensa mayoría de las posiciones públicas a su partido y esto ha representado una persecución inclemente a los otros partidos, ha alejado no solo a parlamentarios, sino a todas las autoridades regionales. Se ha vuelto pecaminoso recibir solicitudes de las regiones y esa es una de las principales causas de la baja imagen del Presidente. Es falso y equivocado creer que cualquier injerencia del Congreso o de las autoridades regionales en el presupuesto de la nación es falso y antidemocrático.
¿Pero cómo lo hacen, si no hay auxilios ni hay cupos indicativos?
Lo ponen en el presupuesto. Por eso nunca se puede identificar a quién corresponden las partidas. Simplemente aparece en el presupuesto. Es mejor para los gobiernos manejar todas las asignaciones a dedo sin ningún estudio previo, sin transparencia alguna y eso es lo que está ocurriendo de nuevo.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO
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