El ex senador Carlos Fernando Galán, uno de los artífices de la Coalición de la Esperanza, explica qué cambia con la entrada de Alejandro Gaviria. Pide a algunos de sus miembros pruebas de su compromiso real con el cambio en la forma de hacer política. De paso, como futuro aspirante a la alcaldía de Bogotá, expresa su profunda desilusión con la alcaldía de Claudia López.
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Finalmente les cupo Alejandro Gaviria en la Coalición de la Esperanza. ¿O fue la coalición la que le cupo a Alejandro Gaviria?
La coalición se replanteó el domingo. Ahora se llamará Centro Esperanza, que incluye a los que venían trabajando en la coalición anterior y a Alejandro Gaviria. El NL aspira a jugar un rol de liderazgo en esta nueva coalición. Con Sergio Fajardo estamos en conversaciones para formalizar su entrada al partido.
¿Y Alejandro Gaviria también entrará al NL?
Puede hacer lo propio, si él lo decide. Y tendría sentido, en esta nueva etapa de la historia del partido.
¿ Y por qué se demoraron tanto el domingo para que hubiera humo blanco en el famoso cónclave?
Precisamente porque había inquietudes en la Coalición sobre el hecho de que el Partido Liberal entrara a apoyar más tarde institucionalmente a Alejandro Gaviria. Quedó claro que un apoyo tras bambalinas a Alejandro Gaviria está completamente descartado, así como que cualquier otro partido que no esté en la coalición formalmente, entre a apoyar un candidato de la coalición en términos institucionales. Cuando eso se despejó, fluyó el acuerdo.

El cónclave entre la Coalición de la Esperanza y Alejandro Gaviria, este domingo.
Archivo particular
Cuénteme la verdad de un detallito. ¿La inclusión de la palabra “centro” en el nuevo nombre del Centro Esperanza, es una concesión a quién?
Más que una concesión, está claro que lo del domingo no fue una adhesión de Alejandro Gaviria a la Coalición de la Esperanza. Fue la construcción de un acuerdo más grande de lo que era la Coalición de la Esperanza, y eso implicaba mandar un mensaje de que el acuerdo original se amplia ahora e inicia una nueva etapa con una nueva fuerza que entra. Por eso se incluyó un nombre que le da claridad a ese cambio de lo que venía de atrás. Es una evolución.
¿O sea que en la práctica, le entregaron la personería de la palabra “centro” a Alejandro Gaviria? Porque rebautizaron la coalición por cuenta de su ingreso….
No. Todos somos el centro. Hay unos más en el centro izquierda como Robledo. Pero todos nos consideramos, con matices, de centro.
¿Cuáles son las diferencias concretas entre la Coalición de la Esperanza (hoy Centro Esperanza) y la de la Experiencia, (hoy Equipo por Colombia)?
La de la Experiencia es una coalición de continuismo, que representa básicamente al gobierno actual y a quienes han gobernado en los últimos años. Y al otro lado está la opción de cambio.
Pare ahí. Porque así como son “ex” los de la Experiencia, pues en la Esperanza también son “ex”. Usted es ex congresista, su hermano es ex vice ministro y ex diplomático. Fajardo es ex gobernador y ex alcalde, Alejandro Gaviria es ex ministro y ex director de planeación, Humberto de la Calle es ex vice presidente y ex ministro, Cristo es ex ministro. ¿Qué hace que unos sí sean continuidad y otros no?
Personas como Fajardo, como Juan Manuel Galán, si bien obviamente ya tienen una experiencia política, no han gobernado, no han tenido el poder. Eso los diferencia.
Es muy difícil tener una coalición con un partido que tiene libertad en lo presidencial, pero quiere estar eventualmente trabajando en equipo en el proceso electoral del Congreso
¿Pero acaso no han tenido el poder en el senado, en el Gobierno central, en la alcaldía, en la gobernación de uno de los departamentos más importantes del país? Todos han pasado por ahí, ¿no? De una manera o de otra.
Una diferencia clave es que la Coalición Centro Esperanza, y creo yo también Alejandro Gaviria, se plantean como una opción de oposición al gobierno actual. Es decir, quieren un cambio. Yo sí le preguntaría a la Coalición de la Experiencia si ellos quieren un cambio, si ellos son oposición, porque ese cuento no se lo cree nadie. Y esa es la diferencia entre los dos. ¿Por qué digo que son continuismo? No son oposición al actual gobierno, porque creen que lo ha hecho bien. El NL y la Coalición no creen que no lo ha hecho bien y que por lo tanto hay que producir un verdadero cambio.
Me queda la duda de que esa personería jurídica del Nuevo Liberalismo les sobraba. Ahora están todos aspirando vía Coalición Centro Esperanza…
No son incompatibles los dos escenarios. El NL puede representar las ideas liberales de ahora en adelante en Colombia, porque el Partido Liberal está quebrado: tiene un sector donde Petro, otro en la Coalición de la Esperanza; otro se quiere ir para la derecha. Ya no representa lo que fue el pensamiento liberal. El NL va a apoyar la construcción de esta nueva alternativa, pero va a ir en su propio carril. Sí vamos a plantear lista propia al Congreso de la República, que además, va a marcar una diferencia frente a lo que se está haciendo en otros sectores; será una lista cerrada, cremallera, para garantizar que la mitad de la representación del Nuevo Liberalismo en el Congreso sean mujeres. Ya tenemos más de 270 pre candidatos inscritos a la fecha. Y queremos que eso sea un resurgir de este partido. Consolidando una coalición también fuerte, buscando consensos entre quienes pensamos parecido frente a lo que quiere el país. Los partidos son claves porque deben jugar un papel articulador. No es excluyente el hecho de que surja nuevamente el partido pero que participe en una coalición más amplia, con diferencias, porque las tenemos. Pero que tenga un vínculo objetivo, que es lograr un cambio. Llegar a la presidencia y construir un gobierno de convergencia.
Usted dice: tenemos que buscar un consenso “entre quienes pensamos parecido”. Parecido no pensaban hace 20 años Ingrid Betancourt y Juan Fernando Cristo. ¡Es que Ingrid escribió libros denunciando por mafioso al gobierno de Samper, donde Cristo trabajaba! Y en cuanto a lo parecido que piensan Alejandro Gaviria y el senador Jorge Enrique Robledo, pues no es sino repasar sus relaciones durante el ministerio de salud de este último…
La coalición no es homogénea. Es heterogénea, diversa, tiene matices, mayores entre unos que entre otros, como entre Alejandro Y Robledo. Pero tienen toda la disposición de trabajar conjuntamente por unos propósitos comunes. Seguramente es más difícil para Robledo conformar diferencias con Alejandro. Yo mismo tengo diferencias con Robledo. Pero podemos lograr construir una plataforma con la que estemos de acuerdo para proponerle un cambio a Colombia sin que sea un salto al vacío.
¿Y en el caso de Cristo e Ingrid?
Claro que ha habido diferencias con él en el pasado, denuncias frente a él y algunos de sus aliados. Pero el doctor Cristo ha asumido el compromiso de apoyar un cambio en la manera de hacer política. Y a quienes hayan hecho parte de un sistema político donde ha operado la entrega de dádivas para obtener por ejemplo apoyos en el Congreso, pero no tienen un tema personal involucrado, y ahora expresan una voluntad para construir un cambio, tenemos que dejarles abierta la puerta, para cambiar la política entre todos.
Este es el detrás de cámaras del Acuerdo Centro Esperanza. #ColombiaTieneFuturo pic.twitter.com/XMQdCQtypc
— Alejandro Gaviria (@agaviriau) November 29, 2021
¿Pero el compromiso con ese cambio, no van a exigir que se manifieste con hechos?
Sí. Por ejemplo, yo creería que hay que manifestarse frente a lo que se ha denunciado de clientelismo en Bogotá de la alcaldía actual, inclusive por parte de miembros de la Alianza Verde. Uno esperaría de quienes hacen parte de esta coalición, no solo de Juan Fernando Cristo sino de todos, un pronunciamiento y una claridad cuando la denuncia es contra miembros o grupos políticos vinculados con la coalición. Frente a eso, no se puede guardar silencio.
Precisamente otro partido que está compitiendo por el espacio en la Coalición de la Esperanza son los Verdes. Se dividieron y decidieron dejar libres a sus miembros. ¿Eso para ustedes es un problema, o no?
Sin duda es un problema. Es muy difícil tener una coalición con un partido que tiene libertad en lo presidencial, pero quiere estar eventualmente trabajando en equipo en el proceso electoral del Congreso. Eso genera una especie de dinamita que puede estallar en cualquier momento, al tener en la propia casa a alguien que no está obligado a trabajar en equipo en el proceso electoral. Respeto los procesos internos, no los cuestiono, pero para el Nuevo Liberalismo sí es muy compleja una coalición donde estamos acá en lo que nos conviene, pero no estamos acá en lo que no nos conviene.
¿Cómo piensan prenderle la chispa a esa coalición del Centro Esperanza para que sea realmente esperanza de los futuros electores?
La clave es que empiecen a debatir, porque hasta ahora la Coalición no ha debatido. La política requiere contrastar ideas y eso lo tendrán que hacer. Aquí va a haber una verdadera competencia entre todos, y eso va a prender la chispa. Claro, hay unos principios comunes entre quienes la componemos, pero tienen que meterle picante, ideas y contraste de ideas. Lo que queremos representar es que no somos la coalición del continuismo y no somos Petro. Tenemos que definir qué sí somos, qué sí representamos, qué es lo que le proponemos al país, porque es con base en eso que la gente va a sumarse. Ahí hay que tomar decisiones arriesgadas, pero necesarias. Esta coalición tiene que construir en las próximas semanas, a partir de lo que ha hecho de mínimos programáticos, ya un debate más profundo sobre lo que le representa al país y por qué es distinto al cambio. Esta coalición tiene que representar un cambio, pero un cambio cierto, viable, que se pueda construir, que se pueda defender, y no venderles humo a los colombianos.
¿A usted, por ejemplo, no le asalta el temor de que a Sergio Fajardo, metido ya de lleno en el Nuevo Liberalismo, le llegue a pasar más adelante que ¡júas! le caiga la Contraloría?
Él ha explicado muy bien por qué en ese proceso no hay elementos para que haya una sanción definitiva. Hay que respetar el debido proceso y yo veo con preocupación que a veces los órganos de control actúan sin los elementos suficientes para tomar decisiones. Eso hace parte de la discusión. Él se ha defendido bien, me parece que en cierta forma ha mostrado un carácter que no le conocíamos antes.
¿Para Carlos Fernando Galán no hay ninguna posibilidad de que el Nuevo Liberalismo termine apoyando a Petro, en cualquiera de las etapas de estas elecciones?
Representa algo distinto al Nuevo Liberalismo. Él puede tener ideas positivas, en términos de diagnóstico de los problemas. Pero cuando uno se da cuenta de lo que plantea para resolver el problema, uno sale corriendo. Lo conocí como alcalde, por ejemplo, y me di cuenta del pésimo gobernante que es. No tiene capacidad de formar equipo, de planear bien una visión e implementarla. Sería muy peligroso para Colombia. La apuesta nuestra, del Nuevo Liberalismo, tiene que ser trabajar para construir una alternativa de cambio, que no sea esa, un cambio al vacío y sin sustento, y que enfrente al país con soluciones peores incluso que los problemas que enfrenta. Lo que representa Gustavo Petro en su coalición que tiene con Roy Barreras es un cambio incierto.
La política requiere contrastar ideas y eso lo tendrán que hacer. Aquí va a haber una verdadera competencia entre todos, y eso va a prender la chispa
¿Y Claudia López, quien ha sido socia de ustedes en toda esta creación de la Coalición de la Esperanza, cómo le ha parecido como gobernante?
Uy, esa respuesta es larga, María Isabel. Se la resumo diciendo que no ha estado a la altura de las expectativas. Ha decepcionado a mucha gente luego de que ella planteó cosas muy distintas en su campaña. Es una gobernante que no ha sabido construir consensos en Bogotá. La ciudad está un poco al garete, la gente está desesperada, con razón, por cosas como la malla vial, la seguridad, el problema del portal de las Américas, que se repite, y se repite. La alcaldesa no ha estado a la altura de las expectativas que generó. Considera que cuando una persona no está de acuerdo con ella, es corrupta, pero después llama al consenso, ya imposible de construir. Y eso puede pasar cuando un gobernante está pensando más en otra elección, de pronto una presidencial futura, o algo así. Por ejemplo, mire el POT. Que se le enredó en el Concejo, porque muchos no están contentos con un proceso a las carreras, que trata de imponer una visión de ciudad de un gobierno, cuando debería ser construida de manera colectiva, porque es el proyecto de ciudad de los próximos cincuenta años.
Para concluir: El Nuevo Liberalismo tiene no uno, sino dos candidatos a la presidencia: Juan Manuel Galán y Alejandro Gaviria. Y un candidato a la alcaldía de Bogotá, Carlos Fernando Galán. ¿Ese es el mapa?
Pues vamos a ver. En política dos años es una eternidad y cualquier cosa puede pasar. Queremos trabajar para que el Nuevo Liberalismo, fuerza muy importante en los años ochenta, lo siga siendo.
Por si cualquier cosita, un consejo: Váyasenos preparando…
(Riendo) En eso estamos...
Equipo por Colombia comenzaría a tomar decisiones al 2022
¿Cómo saber si mi cédula de ciudadanía ya esta lista?
MARÍA ISABEL RUEDA