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'Estoy dispuesta a superar': Bibiana Lizeth Granados (Santander)

"Romper el silencio y echar el miedo a un lado debe ser una decisión de vida".

“Soy avanzadora porque a pesar de tanta desgracia, siempre estoy dispuesta a superar y sobrepasar esas cosas… a seguir viviendo”.
La violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia ha marcado las vidas y cuerpos de millones de mujeres, pero sobretodo de niñas. En las filas de los grupos armados, en el reclutamiento forzado, en medio de las operaciones militares y como acción de intimidación y arma de guerra, las menores de edad han sido afectadas de todas las formas.
Eso ocurrió con Bibiana. Era el 2001 y tendría poco más de ocho años. Era una niña que asistía a la escuela y llevaba una vida normal en la vereda Coromorito, en Charalá (Santander). Y como ocurrió en gran parte del país, los grupos paramilitares se enquistaron en las comunidades y arrasaron pueblos enteros.
En su vereda hacía presencia un grupo numeroso de las autodefensas y eran ellos quienes mandaban. Pero también eran quienes decidían sobre los cuerpos de niñas y mujeres. Así, uno de esos días de escuela, varios de los paramilitares de la zona cometieron todos los vejámenes con la pequeña Bibiana. Ella los recuerda y menciona a algunos de sus agresores… ‘Chicharro’, ‘Bucaramanga’, ‘el cacique’ y el comandante del grupo: ‘Víctor’…
Cada recuerdo desata nuevamente la tormenta… Para ella sanar las heridas es lo más difícil. No lo ha logrado. Es una cicatriz que marca para siempre… que no se puede borrar.
Por eso su valentía es tan firme como la tierra donde nació. Se ha aferrado a Dios y a la vida como lo ha hecho el gigantesco samán a la plaza principal de Charalá. Quiénes no han sido víctimas siempre piden a las mujeres que “lo superen” pero, como Bibiana, todas las mujeres saben que esa agresión nunca se acaba de superar. Cuesta mucho… pesa mucho.
“Es difícil… pesa y duele todos los días, pero romper el silencio y echar el miedo a un lado debe ser una decisión de vida… es la decisión para hablar y vivir”.
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