Germán Vargas Lleras recuperó este martes su libertad política luego de que el Senado le aceptó la renuncia a la vicepresidencia y se convirtió en uno de los presidenciables más notables para la contienda del 2018.
Aunque tanto en su carta de renuncia como en sus pronunciamientos de este martes el exvicepresidente afirmó que no está seguro de que será candidato a la presidencia el próximo año, se da por descontado que su nombre estará en esa baraja. Más allá de lo que diga, ha hecho todo en esa dirección.
Desde hace varios meses, cuando las encuestadoras comenzaron a medir la intención de voto de los colombianos para la contienda presidencial del próximo año, el nombre de Vargas Lleras ha estado entre los preferidos. En muchas de las mediciones de opinión el exvicepresidente se ha situado en los primeros lugares de preferencia de los colombianos, lo que le daría un buen arranque a su campaña presidencial.
Sin embargo, su camino a la Casa de Nariño no está del todo despejado. En varios partidos políticos hay sectores que no comulgan con Vargas Lleras y que, hasta el momento, han mostrado resistencia a acompañar su nombre para la presidencia de 2018-2022.
Tanto en el uribismo como en la coalición de gobierno hay sectores que no contemplan su compañía y que parecen tener la intención de poner todos los obstáculos para que su aspiración presidencial no llegue a buen puerto.
El otro desafío que tiene Vargas es bajo qué partido presentará su nombre a las elecciones. Puede ser por Cambio Radical –su partido–, por una coalición o por firmas.
Por lo demás, la aceptación de su renuncia ayer en la plenaria del Senado se produjo en una sesión que fue menos candente de lo que se esperaba. Aunque algunos habían advertido que habría un intenso debate entre los sectores que no son afectos a Vargas, este no existió y el trámite de la dimisión se surtió en apenas 15 minutos.
Vargas Lleras, a partir de este miércoles, es candidato presidencial en potencia. Aún no ha revelado su itinerario de los próximos meses, pero con toda seguridad agitará el clima político.