Mirándolo a los ojos y a muy poca distancia, en un acto protocolario en Palacio, donde había muchos invitados, el presidente Juan Manuel Santos se salió por unos segundos de su tema central para cuestionar al presidente de la Cámara, Rodrigo Lara, señalado de entrabar el trámite de proyectos que tienen que ver con el proceso de paz.
“Señor representante Rodrigo Lara –le dijo–, usted y yo hemos discutido eso, los acuerdos son para cumplirlos, en eso estoy empeñado”.
A medida que Santos iba diciéndole lentamente esas palabras, lo miraba al rostro para acompañar su molestia.
Cuando el mandatario terminó la intervención, se dirigió al grupo de invitados en el que se encontraba Lara y apenas medio le extendió su mano.
Este hecho se produjo dos días después de la salida de Cambio Radical (el partido de Lara) del Gobierno, lo que dejó maltrechas las relaciones entre ese partido y Santos.
Lara, además, enfrenta una tormenta política en la Cámara de Representantes porque varios de sus compañeros (25 de ellos firmaron una carta) lo acusan de manipular desde la presidencia de la corporación los proyectos relacionados con la implementación de los acuerdos de paz.
El grupo de congresistas le recuerda a Lara sus posiciones –y las de su partido, Cambio Radical– ante las iniciativas que desarrollan lo pactado en La Habana.
Según los firmantes de la misiva, estas opiniones “nos hacen pensar que esas respetables posturas lo van a motivar a usted, desde la Presidencia de la Cámara, a dilatar las discusiones y votaciones para evitar su aprobación”.
“En ese orden de ideas y apelando al talante demócrata que usted siempre ha dicho tener, comedidamente le solicitamos apartarse, para el trámite de los proyectos atrás mencionados, de las funciones de presidente y ocupar su curul de representante para desarrollar legítimamente la oposición anunciada por Cambio Radical”, reza la carta.
La amonestación oficial sorprendió a muchos, ya que fue el mismo Santos quien le dio su bendición a Lara para que fuera presidente de la Cámara a nombre de Cambio Radical, pese a varias voces –especialmente de ‘la U’–que intentaron atravesarse en esa elección.
Sin embargo, el presidente de la Cámara ha dicho que no le gusta la reforma política que se tramita en la plenaria de esa corporación, que cumplió el miércoles pasado tres semanas sin que se haya pasado de la votación de impedimentos de los representantes.
En cuanto a esta iniciativa, cabe aclarar que varios representantes a la Cámara no han asistido a sus debates, por lo que no ha habido quorum para avanzar al ritmo esperado por el Gobierno Nacional.
Para Lara, ese proyecto, que pretende cambiar las malas prácticas que se han dado en la política y en las elecciones, está hecho a la medida del exministro Juan Fernando Cristo.
Pero la reforma política no es la única iniciativa de la implementación con la que Lara tiene reparos. El proyecto de ley que reglamenta la justicia a la que tendrán que comparecer los actores de la guerra, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), también está en su lista.
Hace un par de semanas, el ministro del Interior, Guillermo Rivera, acusó a Lara de haber engavetado en su despacho ese proyecto durante tres semanas, con lo que se retrasó su primer debate, el cual ya se superó en comisiones primeras de Senado y Cámara.
Entre los temores están que Lara dilate los debates de los proyectos relacionados con la paz, lo cual podría hacer otorgando la palabra –sin límite de tiempo– a los más de 160 representantes a la Cámara, por ejemplo.
En respuesta al llamado de atención del presidente Santos, Lara le dijo a EL TIEMPO que estaba “de acuerdo”.
“Es por eso que todo aquello que desnaturalice y desequilibre la implementación de esos acuerdos hay que corregirlo”, dijo el presidente de la Cámara.
El representante a la Cámara por ‘la U’ Dídier Burgos dijo que Lara está “dilatando el debate” y “no está dejando que avance la agenda legislativa”.
“Me parece que el Presidente está en todo su derecho de llamarle la atención”, dijo Burgos.
Para Santiago Valencia, representante a la Cámara por el Centro Democrático, es “supremamente grave” que el presidente Santos “se siga metiendo en las competencias del Congreso de la República”.
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