Las cancillerías de Colombia y Venezuela volvieron a trenzarse este lunes en declaraciones por un supuesto plan conspirativo para derrocar al presidente Nicolás Maduro, en el cual estarían involucrados Bogotá, México y la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA).
Ante declaraciones del canciller venezolano, Samuel Moncada, en el sentido de que Colombia y México trabajan con la CIA “para derrocar al gobierno democrático de Venezuela”, el gobierno de Bogotá negó “la existencia de cualquier acción o gestión que intente injerir en Venezuela”.
El episodio de este lunes tiene que ver con despachos internacionales de las últimas semanas según los cuales Colombia estaría involucrada en un plan para buscar la salida de Maduro del gobierno.
Los señalamientos de la cancillería venezolana a Colombia de estar comprometida en un plan conspirativo contra Maduro se basaron en lo dicho la semana pasada por el jefe de la CIA, Mike Pompeo, en un foro sobre seguridad en los Estados Unidos, en el sentido de que “estamos muy optimistas de que puede haber una transición en Venezuela”.
Pompeo dijo además en ese encuentro sobre seguridad que “la CIA está haciendo lo mejor de sí para entender la dinámica allá (en Venezuela) a fin de que podamos comunicársela a nuestro Departamento de Estado y otros, los colombianos”.
El gobierno de Caracas interpretó la confesión del director de la CIA de que estuvo en Bogotá y México hace dos semanas, y que habló de la situación venezolana con líderes de ambos gobiernos, como un indicio más de la existencia de ese plan.
“Acabo de estar en Ciudad de México y en Bogotá, la semana antepasada, hablando sobre este tema precisamente, intentando ayudarlos a entender las cosas que podrían hacer para lograr un mejor resultado para su rincón del mundo y nuestro rincón del mundo”, dijo el líder de la inteligencia estadounidense.
No es la primera vez que Colombia aparece mencionada como un país que hace gestiones para la salida de Maduro. La semana pasada, el Financial Times (de Londres) aseguró que Santos viajó a Cuba para hablarle al líder de la isla, Raúl Castro, sobre la posibilidad de que su gobierno extienda salvoconductos a Maduro y a varios oficiales en caso de que estos decidan salir del país para facilitar el fin de la crisis venezolana.
Bogotá no solo desmintió todas estas versiones, sino que aseguró que solo le interesa que haya una salida pacífica y negociada a la dura situación venezolana.
Las tensiones Bogotá- Caracas son cada día más fuertes como consecuencia de la crisis en ese país.
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