Un año después de cerrada la frontera entre Colombia y Venezuela, los presidentes de los dos países, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, decidieron esta semana su reapertura, pero también intentar la construcción de una nueva agenda.
Este nuevo momento que intentan crear los dos gobiernos estará marcado, de manera prioritaria, por la atención del tema migratorio y los riesgos de una crisis humanitaria, una mayor seguridad fronteriza y la reorganización del mercado binacional, todos asuntos muy incididos por la difícil situación que enfrenta el presidente Maduro.
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La reapertura gradual de la frontera, que comenzó este sábado en 5 puntos de la línea limítrofe, se convirtió en la primera decisión bilateral de ese propósito de normalizar las relaciones.
Hace un año, cuando la frontera se cerró, se hizo por una decisión unilateral del presidente Maduro, quien acusó a contrabandistas y paramilitares colombianos de los peores males. De hecho el detonante del cierre fue la muerte de tres militares venezolanos, según Maduro a mano de paramilitares, en San Antonio, población venezolana cerca de la frontera.
El mandatario venezolano, además, argumentó que el cierre pretendía impedir que contrabandistas colombianos siguieran saqueando alimentos subsidiados por su gobierno.
Aunque la reapertura de la frontera se acaba de hacer por acuerdo de los dos mandatarios, el aspecto que más influyó fue la presión del lado de Venezuela.
La crisis política, económica y social venezolana ha llevado a una escasez sin antecedentes de productos básicos de la canasta familiar en ese país (harina, aceite, azúcar, papel higiénico y medicinas) y Colombia se ha convertido en la fuente más inmediata para suministrar esas provisiones al país vecino.
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El hecho más reciente y notorio de esta crisis fueron las avalanchas de venezolanos sobre la ciudad de Cúcuta en busca de alimentos, en julio pasado, cuando los dos gobiernos autorizaron la reapertura de la frontera por apenas unas horas, dos fines de semana.
Tarjeta migratoriaOtro de los acuerdos, a sugerencia de Colombia, entre los presidentes Santos y Maduro, fue la adopción de la llamada “tarjeta migratoria”, un documento especial habilitado para controlar el paso por la frontera.
Este documento comenzó a facilitar –desde este sábado– la movilidad a la población flotante que por distintos motivos, como trabajo o estudio, se mueve de un lado a otro de la frontera.
Según dijo la canciller María Ángela Holguín, durante el encuentro con su colega venezolana, Delcy Rodríguez, esta tarjeta “contendrá información fundamental” de las actividades de los ciudadanos en ambos países y ayudará a facilitar “la convivencia y el cruce de la frontera”.
Esta identificación solo podrá ser portada por los habitantes de los municipios fronterizos.
“Con la tarjeta migratoria de tránsito fronterizo, no solo se facilita el paso entre Colombia y Venezuela para los habitantes de los puntos fronterizos, sino que el documento le servirá también al país para mantener a la población identificada, podremos tener control de quién está en la frontera y quién está entrando y saliendo”, aseguró Christian Krüger, director de Migración Colombia.
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El gobernador (e) de La Guajira, Jorge Enrique Vélez, aseguró que en su departamento la tarjeta “será muy importante, sobre todo por la comunidad wayú, para poder tener una identificación y un censo de cuántas son las personas que hacen parte de esta comunidad indígena”.
El documento migratorio estará vigente a partir de ahora en todos los departamentos fronterizos.
En cuanto a asuntos económicos, los dos gobiernos son conscientes de la necesidad de fortalecer el comercio que cayó a los niveles más bajos de la historia, para lo cual habrá que volver a crear confianza.
Las cifrasVenezuela llegó a ser el segundo socio comercial de Colombia al punto que el intercambio comercial entre las dos naciones llegó a 8.000 millones de dólares a comienzos de los 2000.
Según los últimos reportes del Dane, en lo que va corrido de este año el comercio bilateral apenas llega a 500 millones de dólares.
La caída del mercado colombovenezolano se precipitó, fundamentalmente, por el difícil manejo de divisas impuesto por el Gobierno venezolano, que dejó a los empresarios sin la posibilidad de pagar las deudas contraídas con productores colombianos.
Aunque Caracas ha dicho desde hace varios años, tras encuentros de sus presidentes, que apurará el pago de las deudas a los empresarios colombianos, esta semana reiteró esa promesa.
SeguridadUno de los temas más importantes para Colombia es la seguridad fronteriza. Y entre los grupos de trabajo de los dos gobiernos, el de seguridad también ha avanzado en formulaciones.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, ha sido uno de los precursores de la creación de un centro binacional para la lucha contra el crimen internacional o trasnacional, el cual ya fue concretado.
Aunque el tema de la paz solo ha sido enunciado, también forma parte de la agenda binacional. Tanto en lo que tiene que ver con el apoyo de Venezuela (cada vez de menos peso en las negociaciones de La Habana), pero muy significativo todavía en la perspectiva de un proceso con el Eln.
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