Al instalar el nuevo periodo de sesiones del Congreso el presidente Duque dijo que acata la decisión de la Corte Constitucional sobre fumigación con glifosato.
El presidente Iván Duque, al instalar ayer el nuevo periodo de sesiones del Congreso de la República, hizo un balance de los que han sido sus principales logros en los 11 meses de gestión que lleva y marcó la ruta de lo que será su segundo año de gobierno.
El jefe de Estado, quien a su llegada al Capitolio saludó de mano a la mayoría de congresistas, centró su disertación en la necesidad de que en el país haya un crecimiento con equidad, pero también les envió un mensaje a los legisladores en el sentido de que seguirá trabajando sin representación de los partidos en el gabinete.
Pero es innegable que hubo algunos puntos que tocó el mandatario que llamaron particularmente la atención, como es su aceptación al fallo de la Corte Constitucional sobre el uso del glifosato; la nueva agenda legislativa que planteó, en la que destacó la cadena perpetua contra los violadores de niños, y la lucha contra la corrupción y los nuevos cuestionamientos al Eln.
El jefe de Estado inició su intervención ante el Congreso en pleno, Senado y Cámara reunidos en el salón Elíptico, recordando que propuso un pacto que pone primero a los pobres, y el cual se construye desde tres pilares fundamentales: la equidad, la legalidad y el emprendimiento. Y dijo que en estos 11 meses ya empezó a recorrerse ese terreno.
El mandatario recordó que es necesario el cierre de brechas entre ricos y pobres, y la generación de oportunidades para todos, por lo que enfatizó que “nuestro rumbo es el crecimiento con equidad”.
Tras esto, Duque dio a conocer una batería de cifras sobre inversiones en los sectores sociales como educación, salud, vivienda, entre otros.
Otro de los capítulos que destacó el mandatario, quien llegó al Capitolio acompañado de su esposa María Juliana Ruiz y de sus ministros, fue el de legalidad, en el que dijo que fueron muchos los desafíos que se recibieron en materia de cultivos ilícitos y de seguridad.
Para Duque, “a más coca, menos paz”, y por primera vez se refirió públicamente a la decisión de esa semana de la Corte Constitucional sobre fumigaciones con glifosato.
Además dijo acatar la decisión del alto tribunal de aclarar las condiciones para la aspersión aérea de los cultivos ilegales.
“Agradecemos la posibilidad de contar con una potente herramienta en este esfuerzo contra el narcotráfico y cumpliremos con los requisitos ambientales y sociales necesarios. Mantendremos la combinación de las distintas herramientas que hoy empleamos en la lucha antidrogas”, reveló el mandatario.
Para Duque, la legalidad “también significa estar comprometidos con la derrota a la corrupción”, y por eso anunció la radicación de un nuevo proyecto anticorrupción, concertado con la Fiscalía y las distintas fuerzas políticas. Es el que obliga a que los corruptos paguen en la cárcel sus condenas.
Sin embargo, recordó que la lucha contra los corruptos es una tarea de todos los días, y nadie puede darse el lujo de detenerse.
El momento más emotivo del discurso de Duque se dio cuando se refirió al asesinato de líderes sociales. Mirando unos carteles con fotos de algunos de esos líderes, llevados por congresistas, dijo que así como rechazamos la corrupción, hay que repudiar esos asesinatos.
Y enseguida admitió que “falta mucho por hacer”, pero también se debe reconocer que se han reducido esos asesinatos. Ante esto, por primera vez, la plenaria se levantó en su totalidad a aplaudir y a gritar en coro: “Ni uno más, ni uno más”, frase que repitió el Presidente.
Al mencionar al Eln, afirmó que aceptar cualquier aproximación a la paz con quienes mantienen los actos delincuenciales no es otra cosa que legitimar la violencia.
“El Eln no puede seguir siendo un obstáculo para una Colombia en paz con legalidad”, aseguró.
Y, en sintonía con esto, anunció que el Gobierno radicará un proyecto de ley de honores, con mensaje de urgencia, para honrar como héroes a las 22 víctimas mortales que dejó el ataque del Eln a la Escuela de Policía Francisco de Paula Santander el pasado enero.
Dijo que era para “reconocer su sacrificio” y extenderles a las familias el beneficio de una pensión póstuma.
“Colombia no se doblegó ni se doblegará ante el terrorismo. Les demostramos a los violentos que unidos jamás nos derrotarán, que sentimos dolor, pero no nos rendimos”, dijo.
Pero el mandatario no se quedó solo en la guerrilla sino que reconoció el impacto que en la tranquilidad de los colombianos están generando los robos en las calles y la inseguridad en general. Dijo que se van a redoblar esfuerzos en este frente con nuevas medidas.
En su intervención, de más de una hora, Duque aseguró que en estos 11 meses de gestión, el Gobierno ha ratificado el compromiso con la construcción de una Colombia en paz con legalidad y dijo que “es momento de superar esa falsa separación entre amigos y enemigos de la paz, utilizado con fines electoreros”.
Reiteró su voluntad para apoyar a quienes genuinamente renuncien a la violencia y opten por el camino de la legalidad, y calificó como “valioso” el acompañamiento y el trabajo de la Misión de Verificación de la ONU, así como el apoyo recibido de la comunidad internacional.
Además del proyecto anticorrupción y el de honores para las víctimas de la Escuela de Policía, ambos con mensaje de urgencia, el mandatario recordó que desde su posesión invitó al Congreso “a trabajar juntos y en armonía” para buscar las inversiones estratégicas que mejoren la calidad de vida en el país.
“Me complace ratificar que, en medio de las relaciones respetuosas y transparentes, hemos logrado un positivo balance”, dijo, y se mostró confiado en que sin necesidad de que se den cambios en la relación, el segundo año de esa alianza “será aún más provechoso en materia de proyectos aprobados y enriquecedor en el debate de las ideas y las propuestas”.
Tras esto les destapó lo que será la agenda del Ejecutivo en el Congreso. Comenzó por hablarles de la necesidad de avanzar en la generación de un marco de protección a la vejez, algo que para muchos es una reforma pensional, y que se imponga la cadena perpetua a violadores y abusadores de niños, un tema en el que ha sido insistente en los últimos días.
“Este es un debate que debemos dar en el marco de la democracia y donde el Congreso será protagonista”, les dijo.
Igualmente les pidió avanzar en los proyectos anticorrupción, que en la pasada legislatura terminaron enredados; que se debata el futuro del mercado de capitales y del crecimiento limpio y que se aprueben “importantes acuerdos de doble tributación”.
También les solicitó discutir “asuntos de prioridad nacional” como la consulta previa, una justicia cercana al ciudadano y la lucha contra la extracción ilícita de minerales.
De la misma manera, Duque los instó a una discusión sobre asuntos como la reforma de las corporaciones autónomas regionales, el futuro de las regalías y el fortalecimiento de la extradición.
En materia económica comentó que desde su gobierno le dieron a la economía “el empujón que necesitaba, y las cifras nos están dando la razón”. Aseguró que se está creciendo “en medio de un difícil entorno internacional”.
Para el mandatario, el positivo despegue de la agenda de reactivación económica seguirá creando el mejor entorno para que las empresas, grandes, medianas, pequeñas y micro, generen más empleo.
Si bien Duque se refirió en su discurso a Venezuela, esta vez no fue tan vehemente como lo había sido en otras ocasiones. Se refirió a la fraternidad con la que se ha atendido a los migrantes, pero dejó en claro que su gobierno continuará liderando el cerco diplomático para que el país vecino pueda salir de esa noche oscura de la dictadura y su colapso social y económico.
“En este año hemos avanzando en legalidad, emprendimiento y equidad, pero somos conscientes que aún hay mucho por hacer y que tenemos que hacer mucho más. No somos triunfalistas ni complacientes”, concluyó Duque en medio del aplauso de los congresistas.
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