El nuevo Gobierno llegó con mano dura frente a la lucha antidrogas. Tal y como lo había prometido desde la campaña el presidente Iván Duque, la fumigación será una de sus estrategias para luchar contra los cultivos ilícitos y a partir de ahora se penalizará el porte de sustancias psicoactivas, como lo contempla el decreto firmado este lunes por el jefe de Estado.
La normativa contempla multas hasta de 208.000 pesos a quienes porten o consuman estupefacientes en espacios públicos, además se establece el decomiso de cualquier cantidad de droga, incluso la dosis mínima y la de aprovisionamiento.
"Hoy nosotros como colombianos no nos podemos sentir ni cómodos ni mucho menos complacientes ni muchos tolerantes con el aumento en el consumo de droga en las ciudades", manifestó el jefe de Estado.
Estos son los dos -fumigación y penalización de dosis mínima- grandes cambios en el enfoque de esta nueva administración frente a lo que fue el gobierno de Juan Manuel Santos, quien tras una sentencia de la Corte Constitucional suspendió la fumigación con glifosato y se mostró defensor del porte de la dosis mínima.
Actualmente varios ministerios trabajan en una política integral antidrogas que, según ha dicho el Gobierno, será presentada pronto ante el Consejo Nacional de Estupefacientes.
La política contendrá las estrategias que desarrollará el Gobierno en los próximos cuatro años.
Según ha adelantado el Ministerio de Justicia, esta abarcará desde la prevención del consumo, hasta la penalización y el fortalecimiento de la extradición, pasando por la aniquilación de la cadena de producción y comercialización de las drogas.
El Gobierno contempla también el regreso de la fumigación aérea con glifosato, dice el Presidente, respetando las disposiciones de la Corte Constitucional en salud, medioambiente y protección de las comunidades.
Esto es un un fenómeno económico global y como fenómeno económico siempre que exista una demanda va a existir una oferta
"En materia de fumigación, nosotros tenemos que buscar una combinación de herramientas. Desde luego, a las familias que están en los procesos de erradicación voluntaria les vamos a cumplir, pero queremos también ver los resultados. Desde luego tenemos que seguir haciendo sustitución y erradicación manual, además de retomar, siguiendo los seis o siete protocolos que establece la Corte Constitucional, la aspersión aérea", manifestó Duque en entrevista con EL TIEMPO.
Esto irá acompañado del fortalecimiento de la interdicción aérea, marítima y terrestre, que se va a complementar con la desarticulación de las narcodisidencias de las extintas Farc y de otras estructuras criminales.
Algunos expertos, consultados por este diario, consideran que las medidas como la fumigación por sí solas no son suficientes, sino que debe existir la "integralidad" en el enfoque y que desde los países consumidores también se trabaje en disminuir la demanda.
"Esto es un un fenómeno económico global y como fenómeno económico siempre que exista una demanda va a existir una oferta. Entonces si el mundo no se pone en la tarea de reducir el consumo nunca lo vamos a lograr", aseguró Óscar Palma, profesor de la facultad de ciencias políticas de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario.
El experto Ricardo Vargas coincide con esta tesis pero pide ir más allá al pedir que el enfoque vaya orientado a acabar con las estructuras transnacionales que rodean el narcotráfico.
"Todo eso es manejado por estructuras transnacionales y ahí en todo eso están metidos los colombianos, hay un desconocimiento de cómo se está haciendo todo ese movimiento y nosotros en Colombia estamos creyendo que la cocaína se está quedando acá y eso es un error", destacó Vargas.
Según el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci) según el cual Colombia está nadando en 171.000 hectáreas de coca: tres veces la superficie de Cali y seis veces más de lo que había en la época de oro de Pablo Escobar.
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