Una de las afirmaciones que más causó controversia del discurso que dio el presidente Gustavo Petro ante la 77.ª Asamblea General de la ONU fue su comparación respecto a la cocaína y los hidrocarburos. En su intervención el presidente se preguntó: “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?”.
(Lea: Gustavo Petro en la ONU: las frases más duras que mencionó en su intervención)
Agregó que “el dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.
Desde sectores de oposición lo criticaron. Para ellos, la cocaína no se puede equiparar con los hidrocarburos. “Llamo la atención en los comentarios desproporcionados en los que equipara la cocaína, al carbón y al petróleo. La soberanía, la seguridad y la confiabilidad energética son fundamentales para la seguridad nacional”, expresó Miguel Uribe Turbay, senador por el Centro Democrático.
En una línea también crítica se ubicó el exministro de Hacienda y expresidente de Ecopetrol Juan Carlos Echeverry: “Equiparar la cocaína al carbón y al petróleo, por sus efectos, es desconocer la obvia diferencia entre un alucinógeno y unas fuentes de energía. Unir las dos cosas en el mismo argumento es avasallar la química, la biología, lógica, la historia y la economía”, dijo él.
Sin embargo, sectores afines al Gobierno dijeron que dicha comparación es “magistral porque lo que tiene en riesgo al planeta es el cambio climático”, señaló Roy Barreras, presidente del Senado por el Pacto Histórico.

Cocaína incautada en Cauca por el Ejército. 19/09/2022
Ejército
“Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero”, dijo Petro.
Analistas consultados por EL TIEMPO consideran que la cocaína, el petróleo y el carbón no son equiparables. “Es un símil desacertado e innecesario. Es cierto que la guerra contra las drogas se está perdiendo y se requiere un nuevo enfoque, pero sustituirla por una nueva guerra contra la minería y la explotación responsable de hidrocarburos no soluciona nada”, expresa Alejandro Lucio, experto en regulación mercados energéticos y financieros.
Sin embargo, el analista reconoce que tanto a los cultivos de droga, a la agroindustria y la ganadería, como a la explotación irresponsable de recursos naturales, les cabe responsabilidad en la deforestación y estos se deben racionalizar, regular y controlar.

Perforación un pozo exploratorio de petróleo.
Ecopetrol
“Sí creo que debe haber un proceso de transición energética responsable, que lleve a la racionalización del uso de energéticos. Pero de ahí al símil que se hace hay una distancia grande”, asegura Lucio. En la misma línea opinó Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía. Para ella no se puede comparar una materia prima con un estimulante.
Aunque también hay voces desde la ciencia que apoyaron a Petro. El médico y ambientalista Camilo Prieto, por ejemplo, aseguró que desde el punto de vista de la salud pública la quema de combustibles fósiles sí es más nociva para el mundo que el consumo de cocaína.
La quema de combustibles fósiles mata al año entre 8 y 10 millones de personas, según datos de la OMS.
“Desde la medicina cuando se afirma que una sustancia es peligrosa es porque se mide su capacidad de poder matar. Cuando lo miro desde esa perspectiva, la quema de combustibles fósiles mata al año entre 8 y 10 millones de personas, según datos de la OMS. Mientras que las muertes por cocaína en 2019 fueron solo 12.779”.
Desde su posesión, Petro ha hablado de la transición enérgetica hacia energías renovables y que esta no provenga de los hidrocarburos. “Colombia ya está en una transición energética y este Gobierno la quiere acelerar. Pero hay que entender que eso requiere tiempo porque todavía no estamos preparados y energéticamente dependemos del gas, del petróleo y el carbono”, asegura Sandra Fonseca.
REDACCIÓN POLÍTICA
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