El gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, dijo que lo que ocurrió esta semana fue un “desembarco” de militares venezolanos en tierras colombianas. Para él, este hecho no corresponde a un acto casual, sino que tiene “una intencionalidad” que todavía no está clara.
Alvarado también descartó la argumentación venezolana sobre el cambio del curso del río Arauca para decir que antes esta tierra era de ellos, y dijo que si eso fuera cierto, habría mucho territorio que podríamos reclamar los colombianos.
¿Cuál es su interpretación de lo que pasó?
Lo que hay que interpretar detrás de un hecho tan lamentable es que independiente de las motivaciones que pudieran surgir entre dos países amigos, la vía diplomática es la que debe imperar. Pero analizando entre líneas podemos presumir que debe existir una motivación diferente, debe existir un objetivo. Yo quisiera pensar que Venezuela lo que buscaba a través de este acto es poner nuevamente en la agenda las dificultades limítrofes que existen entre los dos países. No creo que se argumente que las dificultades que puedan surgir en el vecino país hayan sido una motivación para una situación de este tipo.
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Los venezolanos dijeron que era territorio de ellos...
Yo puedo ratificar como araucano, como gobernador de los araucanos, que no existen vestigios en los últimos tiempos de que se hubiese cambiado la orientación del río. Es posible que hace muchísimo tiempo hubiese tenido un nuevo curso, pero eso no es lo que se evidencia ahora.
¿Cómo califica lo que ocurrió?
Lo que hubo fue un desembarco para colocarse en territorio colombiano, hacer un campamento e izar una bandera.
¿No es un incidente entonces?
Esto es un acto premeditado, no es un acto casual; obedece a una intencionalidad, buscando, vuelvo a insistir, un argumento que nosotros desconocemos.
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¿Falta presencia estatal en la frontera?
El Gobierno Nacional ha incrementado sus controles sobre el río en los últimos tiempos, pero el problema que nosotros hemos sentido es que, lamentablemente, estamos controlados por el vecino, es decir, ellos mantienen la condición de la frontera cerrada y Colombia la tiene abierta. Eso permite que solo pasen los que ellos consideran que puedan dejar pasar, y nosotros estamos en una condición desigual.
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