Iván Duque llegó ayer por la mañana a Davos cuando el termómetro marcaba 14 grados centígrados bajo cero y el sol todavía no se asomaba por encima de las montañas que hacen mundialmente famoso al cantón de los Grisones, conocido por sus paisajes de postal y sus pistas de esquí.
Aunque el propósito formal del viaje era asistir al Foro Económico que se organiza todos los años en esta pequeña población enclavada en los Alpes suizos, quienes lo acompañaron en el avión sabían que tenía el tema de Venezuela entre ceja y ceja.
Durante buena parte del día, el mandatario colombiano cumplió con la agenda establecida. Esta comenzó con un encuentro con el profesor Klaus Schwab, el fundador del evento que congrega a la élite global todos los eneros. El motivo fue la suscripción del acuerdo que establece la creación del centro para la cuarta revolución industrial que estará localizado en Medellín, el cual contó con la presencia del alcalde de la capital antioqueña, Federico Gutiérrez.
A lo largo de las siguientes horas, el Presidente estuvo en una rueda de prensa, participó en un conversatorio sobre democracia moderado por el periodista Martin Wolf y asistió a una serie de encuentros bilaterales con personalidades de la política y los negocios. No obstante, el plato fuerte de la tarde era una reunión a puerta cerrada sobre Venezuela, con la presencia de Jair Bolsonaro de Brasil, Lenín Moreno de Ecuador, la vicepresidente del Perú, Mercedes Aráoz y la canciller canadiense Chrystia Freeland, entre otros.
Cuando comenzaron a llegar las imágenes de las multitudinarias marchas en Caracas y varias ciudades más, la discusión cambió de tono. La proclamación de Juan Guaidó como presidente interino, llevó a los presidentes a pedir que solo se quedara en la sala un representante de cada Gobierno. En la conversación surgió la idea de reconocer en una sola declaración al gobierno interino. Ecuador lo hizo de manera independiente por no pertenecer al Grupo de Lima.
La improvisada convocatoria a la prensa llevó a que una cena convocada en el hotel Derby de Davos, comenzara media hora tarde. Aunque el tema central de la reunión que semanas antes había convocado a cerca de un centenar de personas a agotar los cupos disponibles era “Un futuro centrado en lo humano para América Latina”, el punto de Venezuela surgió de manera repetida, provocando repetidos aplausos de los asistentes.
A las diez de la noche, tal como lo establecía el cronograma, los asistentes se dispersaron. Tras hablar en exclusiva con EL TIEMPO (ver entrevista) Duque demoró unos minutos en subirse al Mercedes blindado que le asignó la organización para recibir una llamada del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que poco antes había sido informado de la decisión del Palacio de Miraflores de romper relaciones diplomáticas con Washington.
Nosotros seguimos obrando
con serenidad y con firmeza, trabajando en el ambiente multilateral en coordinación
con el Grupo de Lima
Al llegar la delegación colombiana a su lugar de alojamiento, ubicado al lado del centro de congresos de la población suiza, solo quedaba un punto pendiente. Era la expedición del comunicado del Grupo de Lima que se demoró por un motivo particular: Panamá pidió un par de horas, pues el papa Francisco estaba a punto de llegar al istmo desde Roma y el presidente Juan Carlos Varela quería informarle personalmente al Pontífice la decisión de la mayoría de naciones del Continente.
Así terminó la noche en Davos, aunque es de imaginar que las llamadas de un lado al otro del Atlántico continuaron. Las discusiones con respecto al país vecino seguirán hoy, pues hay un panel de expertos convocado a las nueve de la mañana, con respecto a las salidas posibles y las labores de reconstrucción. Dependiendo de cómo evolucionen los acontecimientos se definirá si la salida a la crisis venezolana acaba definiéndose, así sea parcialmente, en este frío lugar de los Alpes suizos.
¿Cómo interpreta las acciones de los gobiernos de América Latina, Estados Unidos y Canadá con respecto a lo sucedido en Venezuela?
Creo que es un gran reconocimiento de todos los países que defendemos la democracia en el continente a la gran movilización ciudadana y al hecho de que Juan Guaidó haya asumido la presidencia de Venezuela para darle un respaldo claro, un respaldo que se sienta con firmeza y que permita que Venezuela se libere de la dictadura y haga una verdadera transición a la democracia. Creo que lo que hemos vivido hoy es un acto de gran coordinación entre todos los países en defensa del pueblo venezolano…
¿Cómo interpreta las movilizaciones masivas vistas hoy en caras y otras ciudades venezolanas?
Es una demostración de un gran rechazo popular a la dictadura, pero además acompañadas de este gran respaldo internacional, de un mundo que quiere ver a Venezuela libre de ese yugo de la dictadura y de ese pueblo que está pidiendo con gritos que las fuerzas militares no se oponga a la soberanía popular que ha sido aniquilada por la dictadura en los últimos años…
¿Qué no le gustaría ver en el desarrollo de estos acontecimientos?
Lo más importante ahora es que siga funcionando la coordinación institucional de los organismos multilaterales y de los países que nos hemos pronunciado. Creo que eso debe ser acompañado también de decisiones claras por parte de Juan Guaidó como presidente interino y, por otro lado, que el mundo empiece a reconocer su autoridad para tomar las decisiones que permitan el restablecimiento de la democracia.
¿Qué pasos va a seguir Colombia en las próximas horas o días?
Nosotros seguimos obrando con serenidad y con firmeza, trabajando en el ambiente multilateral en coordinación con el Grupo de Lima. Yo espero que este bloque se pronuncie en las próximas horas y que ese pronunciamiento lo podamos acompañar todos los países en la secuencia de los próximos días.
RICARDO ÁVILA
DIRECTOR DE PORTAFOLIO
DAVOS (SUIZA)