De acuerdo con el viceministro de Asuntos Multilaterales, Francisco Echeverri, la Cancillería colombiana siempre ha estado atenta al caso de Ismael Enrique Arciniegas, al igual que al de todos los colombianos privados de su libertad en cárceles del extranjero.
El funcionario afirmó que durante los casi siete años que el colombiano estuvo detenido por droga en China se hicieron “múltiples gestiones consulares y diplomáticas” para intentar reversar la pena de muerte en su contra.
“Hemos hablado con las autoridades chinas en múltiples ocasiones. La señora Canciller lo ha hecho. De igual manera, ella ha hablado con las autoridades chinas, les ha escrito y ha solicitado la conmutación de la pena. Se ha reunido con el embajador de China en Bogotá, y nuestro embajador se ha reunido con las autoridades chinas en ese país”, afirmó Echeverri.
El funcionario agregó que las autoridades consulares también han acompañado a Ismael “en las gestiones judiciales” necesarias y “en la presentación de los recursos” judiciales.
EL TIEMPO estableció que adicionalmente se realizaron 28 visitas consulares desde la detención de Arciniegas, en 2010, y que estaba pendiente una más para el mes de febrero.
Igualmente se enviaron siete notas –la última el pasado 10 de febrero– en las que se manifestó la posición de Colombia en contra de la pena de muerte.
En estas notas se reafirmó, por parte del Estado colombiano, la “inviolabilidad del derecho a la vida” y se apeló a las “amistosas relaciones” entre los dos países para solicitar al gobierno chino que reconsiderara la sanción.
Sobre la aplicación de la pena de muerte de Arciniegas, el viceministro Echeverri informó que el gobierno chino tiene un “protocolo” para ello. “Tendremos la presencia de nuestra cónsul en todo momento, hasta que las autoridades chinas lo permitan. Ella ha solicitado la presencia de un religioso católico, en caso de que se siga con la pena de muerte”, dijo Echeverri.
Agregó que el lunes también se gestionaba una llamada de Juan José, hijo de Ismael, con su padre.
Las autoridades colombianas aprovecharon la situación para hacerles un nuevo llamado a los colombianos para que no caigan en estas redes de tráfico de narcóticos. “No vale la pena someter a las familias a este dolor y a esta angustia”, afirmó el funcionario.
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