Un proyecto al que al principio los congresistas parecían hacerle el quite terminó sancionado este lunes como ley de la República.
Se trata del Código de Ética y Disciplinario del Congresista que, por primera vez desde la Constitución de 1991, establece sanciones a senadores y representantes que cometan faltas.
El Código fue sancionado como Ley 1828 de 2017, y a lo largo de 73 artículos establece qué sucede con los congresistas que falten a sus deberes, transgredan prohibiciones o incurran en conductas contrarias a las dictadas por el mismo Código.
Así, los actos contra la moralidad pública del Congreso, el abandono de labores, la inasistencia a 3 sesiones de plenaria y/o comisión durante el mismo periodo, así como los incumplimientos injustificados con los plazos para rendir ponencias y el desconocimiento de derechos de autor, serán sancionados.
La ley estipula que estas serán consideradas como faltas leves, graves y gravísimas, según el grado de culpabilidad del congresista, la jerarquía de la gestión encomendada, el daño causado, así como circunstancias y motivos de la falta cometida.
“Era una deuda histórica del Congreso con el país desde hace 25 años”, dijo el Presidente Santos, quien este lunes también firmó un decreto y presento dos proyectos de ley que buscan poner freno a la corrupción en distintas formas.
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