Hay mucha expectativa respecto a si la votación sobre las objeciones del presidente Iván Duque a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) este lunes en el Senado podría abrir espacio a un acuerdo político entre el Gobierno y algunos de los partidos que le hacen oposición para impulsar temas puntuales o si, por el contrario, se mantiene o se radicaliza la oposición.
La pregunta surgió inicialmente a raíz de la solicitud apremiante que el expresidente Álvaro Uribe, jefe del Centro Democrático, hizo el martes pasado, en la plenaria del Senado, sobre la conveniencia de crear unas “mayorías” para salvar por lo menos dos de las objeciones hechas por Duque a la JEP.
La manera reiterada y casi suplicante en que Uribe hizo la solicitud durante una intervención desde su curul delataba la derrota a la que el Gobierno Nacional y su partido se están sometiendo en el Congreso alrededor de las objeciones a la justicia para la paz.
Hoy, el Gobierno enfrenta en el Congreso, para oponerse a las objeciones de Duque a la JEP, un bloque mayoritario de oposición conformado por partidos que van desde la centroderecha, como Cambio Radical (de Germán Vargas), hasta la más radical de las izquierdas, representada en el petrismo.
En la Cámara, el uribismo y el Gobierno perdieron la votación sobre la JEP de manera aplastante: 110 en contra y 44 a favor.
Se cree que de los 97 votos habilitados para votar en la plenaria del Senado este lunes, la relación podría ser de 58 votos en contra y 39 a favor. Hay 11 curules cuyos titulares no podrán votar por diversas circunstancias.
Hay diversas hipótesis sobre lo que pasará en el Congreso a partir de este lunes. La más probable es que, sea cual sea el resultado de la votación sobre la JEP, todo siga más o menos igual. O sea, que las fuerzas progobiernistas (Centro Democrático, cristianos y conservadores) sigan en minoría.
El senador Roy Barreras (de ‘la U’) cree que “estas nuevas mayorías van para largo porque tienen vocación de permanecer y serán las que determinen la agenda legislativa los próximos años, llenando el vacío legislativo del Gobierno”.
Por ahora la polarización continúa, pero depende del Gobierno y sobre todo de algunos congresistas del CD
Efraín Cepeda, del Partido Conservador, un poco en la misma tónica que Roy, cree que “por ahora la polarización continúa, pero depende del Gobierno y sobre todo de algunos congresistas del CD si prefieren agenda legislativa o polarización de cara a los comicios de octubre”.
Esta tesis de que las cosas pueden seguir igual también la confirman los hechos del Gobierno, y del presidente Duque, quien parece no tener intención alguna de modificar su esquema político de gobierno basado en no ofrecer cuotas de poder a los partidos.
Desde el Partido Liberal, Luis Fernando Velasco aseguró que “lo que tiene que hacer el Gobierno es plantear una nueva agenda y en torno a ella tratar de construir unos consensos”.
“Sería un error –agregó– que frente a una derrota decida radicalizar su enfrentamiento con el Congreso, porque pondría en riesgo no solo la agenda legislativa de este año, sino la gobernabilidad en los tres años que le faltan”.
El senador Richard Aguilar, de Cambio Radical, cree en cambio que “los bloques parlamentarios actuales deben ser mirados desde la individualidad de cada proyecto”.
Muy similar a Aguilar piensa el senador de Alianza Verde Antonio Sanguino, para quien el bloque de oposición mayoritario actual prácticamente se justifica por la defensa del acuerdo de paz. “En los otros asuntos de la agenda política seguramente vamos a tener distintos puntos de vista”, afirmó Sanguino.
Después de todo, no se observa en el Capitolio un ambiente que trate de cambiar lo que se ha visto hasta ahora.
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