El presidente Iván Duque recibió en la tarde de este viernes un golpe político a pesar de que la saliente ministra de Comunicaciones, Karen Abudinen Abuchaibe, envuelta en un escándalo de corrupción, logró irse indemne de una moción de censura en la Cámara de Representantes.
(En contexto: Abstención en la Cámara hundió moción de censura a Abudinen)
Si bien la ministra se salvó, el cierre de esta historia dejó un sabor amargo. ¿Por qué? Hubo un cierre de registro de la votación sin que todos los parlamentarios votaran. Algunos alegaron daño en la conectividad –la sesión fue híbrida por la pandemia–, otros sencillamente se alejaron del recinto para eludir su responsabilidad. Incluso, varios insistían en repetir la votación.
La salida de la ministra, sin embargo, tendrá consecuencias imprevisibles en el terreno político a solo 10 meses de entregar el poder. ¿Cómo será ahora la relación con el Congreso?
(Además: Los ministros que han tenido que renunciar en el gobierno de Duque)
Duque debe ahora hacer un esfuerzo enorme para recomponer la coalición de gobierno porque, si bien acaba de sacar adelante el vital proyecto de la reforma tributaria y evitar la moción de censura, en el horizonte está el presupuesto, clave también para el manejo de las finanzas en el país.
La salida de la funcionaria del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) –una persona muy cercana a Duque– les brinda oxígeno a sus opositores justo cuando cada actor político quiere posicionarse de cara a las elecciones de 2022.
(Siga leyendo: 'Me retiro adolorida': mensaje de Abudinen al renunciar)
Y esto pese a que ella había renunciado previamente, muy seguro por la intuición de lo que sucedería este viernes en la Cámara.
“Hoy me retiro adolorida por las circunstancias que el país conoce, pero con la tranquilidad del deber cumplido”, afirmó en la tarde del jueves. “Procedí con honradez y transparencia. Los que hoy se satisfacen lanzando humillaciones en mi contra, algún día, cuando se imponga la verdad en todo su esplendor, reconocerán su error”, señaló Abudinen.
La hoy exjefa de la cartera de las TIC venía siendo objeto de escrutinio desde hace varias semanas por un contrato suscrito en ese ministerio con la Unión Temporal Centros Poblados para la provisión de internet a 7.277 colegios oficiales en regiones apartadas del país. El valor del contrato es de más de un billón de pesos.
(Puede consultar: Las claves del escándalo del billonario contrato del Mintic)
La alianza que se quedó con el contrato habría presentado garantías falsas –del Banco Itaú– para acceder a un adelanto de 70.000 millones de pesos, cuyas posibilidades de recuperación por parte del Estado no están del todo claras.
El tema, naturalmente, es de enorme gravedad porque se trata del manejo de dineros públicos y con la palabra corrupción gravitando en el ambiente. Un hecho que afectará, aún más, la imagen de presidente Duque, que, según varias encuestas, venía en caída.
Por eso, aunque Karen Abudinen puede respirar un poco más tranquila, el presidente Duque tiene ahora una herida difícil de cerrar.
(Puede consultar: Caso Mintic: ¿qué pasa con la investigación tras renuncia de la ministra?)
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