El ministro de Defensa, Diego Molano, se jugará días cruciales para defender su continuidad en el cargo.
El ministro deberá enfrentar en el Congreso dos debates de moción de censura que están relacionadas con las actuaciones de la Fuerza Pública en medio de las protestas y algunas menciones que el funcionario habría hecho relacionadas con este tema.
La primera de las citas será en la plenaria del Senado, la cual está citada para este lunes a las 2 de la tarde. Luego de entregar las explicaciones del caso, Molano deberá acudir este martes ante la plenaria de la Cámara con el mismo propósito.
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Contrario a lo que había ocurrido con otros funcionarios de este Gobierno, que enfrentaron estos mismos debates con mayor apoyo dentro de las bancadas, Molano llega con un margen de maniobra menor e incluso, se dice que en la Cámara la decisión está completamente dividida.
El primer elemento que juega en contra del ministro es que el debate se da justo cuando miles de ciudadanos aún siguen en las calles en el marco del paro nacional, movilizaciones en las cuales se han dado los casos de abuso policial que llevaron al ministro a la moción de censura.
Adicionalmente, la salida del ministro es una de las peticiones del Comité del Paro y de varios de los sectores que se están manifestando, que ya consiguieron la salida del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el retiro de la reforma tributaria y contribuyeron al hundimiento de la reforma a la salud.
A esto debe sumarse que, como lo ha publicado EL TIEMPO, el expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, ha hecho cuestionamientos al trabajo que ha desempeñado Molano en el Ministerio de Defensa, lo que llevaría pensar que los ‘rojos’ se inclinarían a votar a favor de que Molano salga del cargo.
Este hecho ha generado preocupación en el Gobierno, pues el Partido Liberal es la bancada mayoritaria en la Cámara.
En Colombia, la moción de censura fue establecida en la Constitución de 1991 y luego fue reformada en 2007 (Acto legislativo 01). En ambos casos, el propósito fue limitar el poder presidencial y establecer un control político y rendición de cuentas efectivos del Legislativo sobre el Ejecutivo.
Ha servido fundamentalmente para debatir y para que la prensa y la opinión pública se enteren de algunos temas y problemas de la gestión y de las políticas públicas; pese a esto, ninguna de las mociones propuestas ha prosperado.
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Según lo señaló el investigador Javier Duque Daza, en el documento ‘La moción de censura en Colombia: reglas, coaliciones e intentos fallidos’, entre 1991 y 2014 se presentaron 23 iniciativas o intentos de moción de censura, y ninguno obtuvo las mayorías requeridas, lo cual se explica porque durante estos seis gobiernos los presidentes siempre han contado con coaliciones mayoritarias en el Congreso.
Entre 2014 y 2020 se han hecho otros seis intentos de moción de censura, cuatro de los cuales han sido en el gobierno del presidente Iván Duque: el exministro de Defensa Guillermo Botero, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, la ministra de Transporte, Ángela Orozco y el exministro Carlos Holmes Trujillo (QEPD).
“En los casos en que la moción estuvo más cerca de prosperar, los ministros renunciaron y los presidentes hicieron uso de su facultad para nombrar reemplazos. Fueron mociones frustradas, aunque sirvieron de presión para que algunos ministros renunciaran a sus cargos”, señaló Duque Daza.
Lo anterior fue lo que ocurrió con el exministro Guillermo Botero, quien al percibir que había perdido las mayorías prefirió renunciar a tener que someterse a la votación de moción de censura.
Esta tendencia podría cambiar con el ministro Diego Molano, pues, como ya se ha dicho, llega en circunstancias distintas a las que enfrentaron sus colegas y con un ambiente difícil especialmente en la Cámara de Representantes.
Este miércoles, el ministro de Defensa deberá entregar las explicaciones de los temas por los que se le pretende censurar y, según la norma, máximo diez días después deberá haber una votación en la que se decide si estos argumentos fueron convincentes y el funcionario puede seguir en su cargo.
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