El Centro Democrático, con el senador Uribe a la cabeza, liderará la coalición que apoye al nuevo presidente, Iván Duque, en su agenda en el Congreso.
Sin haberse dado todavía el relevo presidencial, la mayoría de los partidos políticos que acompañaron al presidente Juan Manuel Santos por varios años dieron un giro de 180 grados y demostraron que su fidelidad está ahora con el nuevo mandatario, Iván Duque.
El escenario para ello fue el trámite del proyecto de ley que crea el procedimiento para la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el esquema que juzgará a excombatientes y militares señalados de crímenes atroces en el conflicto armado.
El expresidente Álvaro Uribe, sonriente, sería el hombre clave de la nueva coalición.
Foto:
César Leonardo Vargas.
Estas nuevas mayorías están lideradas por el Centro Democrático, el partido de Duque y cuyo jefe máximo es el expresidente Álvaro Uribe.
Al lado de los uribistas se están alineando los partidos Conservador, Cambio Radical y un sector mayoritario de ‘la U’.
Si bien los liberales no han participado de lleno en esta nueva coalición, la foto que se tomaron con Duque el martes pasado evidencia que también llegarán a rodear el nuevo gobierno.
Iván Duque, presidente electo de Colombia, y César Gaviria, jefe del Partido Liberal.
Foto:
Archivo particular
Los tres votos del Movimiento Mira en el nuevo Congreso también sumarán a esta fuerza naciente.
En términos porcentuales, en Senado, estas mayorías llegarían al menos a un 70 por ciento de la corporación, lo que le aseguraría a Duque el paso de su agenda legislativa sin traumatismos.
Sin embargo, la permanencia de estas inéditas mayorías al lado del nuevo presidente es algo que todavía está por verse.
Para Miguel García, profesor de ciencia política de la Universidad de los Andes, “nadie se pega gratis”, y “el clientelismo es el mecanismo con que funcionan los apoyos parlamentarios”.
A esto hay que sumarle que Uribe y Santos –los antecesores del presidente electo–lograron consolidar unas mayorías partidistas en las que la expectativa de la reelección hizo que el respaldo fuera de más largo aliento.