Si todo sale como lo tienen previsto en el Senado, al magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, ya no le quedan días sino horas contadas en su cargo.
En un hecho sin antecedentes, el proceso político-jurídico que marcha en su contra en el Capitolio ha superado todas contingencias, cosa que no ha ocurrido con ningún otro expediente en décadas.
Se trata del primer caso que se inicia en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes contra un funcionario con fuero (después del episodio del general Gustavo Rojas Pinilla en 1958) que está a solo un paso de culminar con acusación del Senado en pleno ante la Corte Suprema de Justicia. (Lea también: Este jueves se definiría caso Pretelt en el Congreso)
Pretelt es señalado de haber pedido dinero (500 millones de pesos) por favorecer una tutela de Fidupetrol, en la Corte Constitucional.
En su momento el fiscal encargado, Jorge Perdomo, dijo que “es claro que hubo solicitud de dinero de parte del magistrado. El magistrado pidió plata y eso ya estructura un delito”.
Para las autoridades el delito de Pretelt, quien todavía sigue como magistrado de la Corte Constitucional, está tan probado, al punto que Víctor Pacheco, el abogado acusado de dar el dinero, ya aceptó su participación en el ilícito y fue condenado a dos años y dos meses de prisión.
El abogado Pacheco, quien se encuentra purgando la pena, firmó un acuerdo con la Fiscalía aceptando su participación en el delito.
Trasfondo políticoAunque, como dijo el exfiscal Perdomo, está probada la participación de Pretelt en este delito, es un trasfondo político lo que ha logrado llevar el caso de Pretelt hasta su final: la disputa irreconciliable entre el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Juan Manuel Santos.
Pretelt es cercano a Uribe, no solo políticamente, sino en lo personal. Era su vecino de finca en Córdoba. (Además: Así será el juicio a Jorge Pretelt en el Senado)
Como Presidente, Uribe lo nominó ante la Corte Constitucional y con sus mayorías en el Congreso logró su elección.
Uribe, además, lo candidatizó a otros cargos.
De hecho, este jueves, cuando el Senado en pleno aborde la audiencia para tramitar su caso, el uribismo será el principal respaldo político de Pretelt. Pero el uribismo es apenas el 20 por ciento de las curules del Senado.
Los conservadores, con quien Pretelt en algún momento creyó que contaría, no estarán del todo de su lado.
La coalición del Gobierno (liberales, la ‘U’ y Cambio Radical), que conforman la mayoría, hasta donde se sabe, va a votar por el juicio contra Pretelt.
El magistrado acusado de corrupción ha perdido ya varios ‘rounds’ en el Congreso para llegar a donde llega mañana: perdió en la Comisión de Acusación, perdió en la plenaria de la Cámara y perdió en la Comisión de Instrucción.
Aunque se supone que hay una mayoría absoluta a favor de seguir el proceso penal contra Pretelt en la Corte Suprema y la declaración de indignidad en el Congreso, los congresistas se abstienen de hablar sobre el tema antes, por temor a ser recusados.
De hecho, la defensa de Pretelt ha acudido a este recurso (la recusación contra varios legisladores) para tratar de detener el juicio, pero no le ha funcionado.
Si la mayoría del Senado acoge mañana, como se cree que ocurrirá, el informe de la comisión de instrucción, el magistrado será acusado ante la Corte, quedará suspendido del cargo y se le hará un juicio político para declararlo indigno. (También: Abogado Víctor Pacheco llegó a declarar a la Comisión de Acusación)
Sería la primera vez que esto ocurriría después de casi 60 años, cuando el 29 de septiembre de 1958, el Senado de la República aprobó acusar al expresidente Gustavo Rojas Pinilla, ante la Corte Suprema de Justicia.
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