Varias transformaciones en el servicio militar obligatorio, como por ejemplo la posibilidad de que los jóvenes que cumplen con este deber puedan comenzar a la vez sus estudios técnicos o tecnológicos, quedaron a un debate de ser ley.
La semana pasada, la Comisión Segunda del Senado aprobó, en el tercero de cuatro debates, un proyecto de ley que nació del Ministerio de Defensa y que le daría una nueva cara a este deber militar.
El objetivo de la iniciativa, según sus autores, es adecuar el reclutamiento militar a los requerimientos actuales de las Fuerzas Armadas e incentivar –a través de la creación de beneficios, oportunidades laborales y académicas– la prestación del servicio militar obligatorio.
De acuerdo con el senador por el Partido Liberal Luis Fernando Velasco, ponente de la iniciativa, el propósito de esta regulación es que este deber “deje de ser el coco para los muchachos” y sea una “opción” para hacer una carrera y educarse.
“Para ello, una de las reformas es que quien entre a prestar el servicio militar, a través de convenios que deben hacer las Fuerzas Militares con el Sena, quedará con su carrera técnica o tecnológica iniciada”, afirmó Velasco.
Adicionalmente, quienes no hayan terminado sus estudios de bachillerato podrán hacerlo mientras prestan su servicio.
Otro de los incentivos que contempla el proyecto sería el mejoramiento del pago que reciben quienes cumplen con esta obligación. En palabras del senador Velasco, estos jóvenes “ya no van a ganarse setenta mil pesos, que es lo que se les pagaba, sino cerca de 300.000 pesos”.
“Estamos en un proceso de negociación con el Ministerio de Hacienda a ver si logramos llegar a cerca de 400.000 pesos como bonificación para pagarles a quienes prestan el servicio militar”, dijo.
Una de las principales ayudas que trae la iniciativa es un régimen de transición para los remisos, es decir, aquellos que no han resuelto su situación militar.
Según la norma, quienes estén en esta calidad y cumplan alguna causal para ser eximidos “serán beneficiados con la condonación total de las multas, quedarán exentos del pago de la cuota de compensación militar y solo cancelarán el quince por ciento de un salario mínimo legal mensual por concepto de trámite administrativo de la tarjeta de reservista militar o policial”.
Este beneficio durará un año a partir de la entrada en vigor de esta ley, en caso de ser aprobada.
Una disposición más que trae el proyecto es la posibilidad de que este servicio, que seguiría siendo de 12 meses para los bachilleres, se pueda realizar en áreas que no demanden el porte de un arma.
En ese sentido, Velasco afirmó que los jóvenes podrán cumplir con este deber en actividades “como, por ejemplo, sistemas ambientales, deportivos, culturales, es decir, en lo que la sociedad necesite. Eso lo dejamos a reglamentación del Gobierno”.
El tema de la objeción de conciencia también es definido claramente. Se crea una “comisión interdisciplinaria” para analizar estos casos y se eleva a causal para el “desacuartelamiento”.
El proyecto de ley debe cursar su último debate en la plenaria del Senado y, de superar este paso, ser sancionado por el Presidente. “En menos de dos semanas podríamos estarles solucionando la situación militar a cientos de miles de remisos que hay en el país”, dijo Velasco.
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