Esta semana el Senado se verá abocado a discutir dos temas de trascendencia para el país: el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y las objeciones a la ley estatutaria de la JEP.
Según conoció este diario, tanto la ponencia para debatir el PND como el informe de objeciones a la JEP se radicarán formalmente este martes. Pero ni siquiera el presidente del Congreso, Ernesto Macías, sabe a qué discusión se le dará prioridad, asunto que tendrá que resolverse entre lunes y martes.
Macías confesó que está en una “encrucijada”, pues algunos sectores le piden priorizar el PND, ya que esta norma tiene como límite para aprobarse el próximo 7 de mayo, de lo contrario, tendrá que ser expedido por decreto por el Gobierno. Pero también los sectores defensores de lo pactado en La Habana le han pedido no “dilatar” más la discusión de las objeciones.
“No vamos a permitir que se aplace más la discusión de las objeciones a la ley estatutaria de la JEP”, expresó el senador de Cambio Radical Richard Aguilar.
El pleno del Senado ya cuenta con un primer informe sobre las objeciones, que fue presentado hace casi dos semanas por los senadores de oposición Alberto Castilla e Iván Marulanda, quienes proponen hundir los reparos a la justicia para la paz, pero se espera que este martes se presente el informe mayoritario, que iría en otro sentido.
“El documento nuestro buscará que se logre un consenso alrededor de las objeciones, analizándolas una por una, para que se hagan los ajustes necesarios pero llegando a un consenso entre todos los sectores”, dijo el senador de Colombia Justa Libres John Milton Rodríguez, quien integra la comisión que presentará el informe mayoritario.
La intención del presidente Iván Duque con estas objeciones es especificar aspectos como que la reparación de las víctimas estará en cabeza de las Farc; quién investigará los llamados delitos de ejecución continuada, como el narcotráfico y el secuestro, y aclarar el tema de la extradición para los exmiembros de esa organización que hayan cometido delitos extraditables después de la firma del acuerdo de paz.
Esta posición, sin embargo, se ha encontrado con una muralla dentro de varios partidos políticos, que se han encargado de defender la integridad del acuerdo entre el Gobierno y las Farc.
No vamos a permitir que se aplace más la discusión de las objeciones a la ley estatutaria de la JEP
Varios de ellos –el Liberal, Cambio Radical y ‘la U’– cerraron fuerzas para oponerse a las objeciones, a quienes se suman los movimientos de oposición.
En la otra orilla quedaron el Centro Democrático, el Conservador y los movimientos cristianos, los cuales luchan para darle oxígeno a las objeciones en el Capitolio.
Esa inclinación de los sectores políticos en contra de las objeciones presidenciales a la JEP llevaron a que el pasado lunes 8 de abril el Gobierno sufriera una de sus más atronadoras derrotas en el Congreso, cuando la plenaria de la Cámara de Representantes las negó con una aplanadora en contra de ellas: 110 votos por hundirlas y 44 por aprobarlas.
Sin embargo, el Gobierno no está dispuesto a dejar la pelea tan fácilmente y desde ya prepara toda una estrategia para tratar de que el Senado sí las acoja.
Los números en el Senado para salvar las objeciones presidenciales son más apretados que en la Cámara, pero, al menos en el papel, tampoco son favorables a las intenciones del Ejecutivo.
Los partidos políticos que se han manifestado en contra de los reparos suman al menos 61 votos de 106 con los que cuenta actualmente la corporación, mientras que los defensores quedan en 39 apoyos. Esto en el papel.
De estas cuentas hay que excluir a los 4 senadores del partido Farc, los cuales deberán declararse impedidos, ya que se trata de un tema que los involucra directamente.
Ante este panorama, se perfilan algunas diferencias entre el Senado y la Cámara, que podrían ser aprovechadas por la Casa de Nariño.
Por un lado, se estima que en el Senado existen congresistas más críticos con el proceso de paz, especialmente en partidos como Cambio Radical y ‘la U’, los cuales podrían, en un momento dado del debate, inclinar la balanza. Además, se estudia hasta qué punto se puede encontrar apoyo en un partido como ‘la U’, que, al fin y al cabo, se declaró de gobierno y en el cual hay sectores que podrían inclinarse a favor del Ejecutivo.
Y el otro elemento del que se echaría mano es impulsar un debate más reposado y sereno sobre los reparos presidenciales del que se dio en la Cámara, considerando que la Presidencia del Senado está en manos del uribismo. La idea de Macías es votar artículo por artículo. No en bloque.
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