El brillo que recibió el líder de la oposición en Venezuela y reconocido como presidente interino por más de 50 países, Juan Guaidó, en la Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, puede ser opacado por él mismo tras el inesperado ataque al senador Gustavo Petro.
En la plaza de Armas de la Escuela de Policía General Santander, Guaidó sentenció que Petro es “cómplice de la dictadura” que padece su país.
“Se hace cómplice de los terroristas, se hace cómplice del hambre en Venezuela, esto no tiene que ver con ideologías. Querer encajonar lo que pasa en Venezuela entre una ideología u otra es hacerse cómplice, no existe tal neutralidad en momentos de tragedia, de emergencia”, afirmó Guaidó.
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Y remató que “tiene claros indicios de que (Petro) ha sido financiado a través de dineros de la corrupción venezolana”.
Para la internacionalista Laura Gil sus palabras son lamentables. ¿Por qué? "Pone en perspectiva lo que es Guaidó. Frente a un desafío tan grande como es el de Maduro, él toma el micrófono para hablar de un asunto menor como es Petro", dice ella.
Para Rafael Pardo, excandidato presidencial y el primer ministro de Defensa civil que tuvo Colombia, no hay dudas: “Guaidó está a todas luces interviniendo en asuntos internos. Declaración contra Petro lo muestra”.
Guaidó está a todas luces interviniendo en asuntos internos. Declaración contra Petro lo muestra.
— Rafael Pardo (@RafaelPardo) January 20, 2020
En la misma línea se decanta el senador liberal Luis Fernando Velasco: "Respetamos la lucha del pueblo venezolano por lograr democracia, pero exigimos a @jguaido no intervenir en política interna colombiana. Lo de nuestro país lo resolvemos entre colombianos”.
Respetamos la lucha del pueblo venezolano por lograr democracia, pero exigimos a @jguaido no intervenir en política interna colombiana. Lo de nuestro país lo resolvemos entre colombianos. @NoticieroSenado @PartidoLiberal @CancilleriaCol
— Luis Fernando Velasco Chaves 🚩 (@velascoluisf) January 20, 2020
El jefe de Estado que más se la ha jugado en favor del retorno a la democracia en Venezuela y fortalecer la figura de Guaidó es Iván Duque. Y esta declaración le crea un ruido que afecta al primer mandatario colombiano. Basta echarle un vistazo a las redes sociales o escuchar las opiniones de los oyentes en los programas de este martes en la radio.
En efecto, varias de las críticas hacia Guaidó de algunos sectores por esta declaración se han ido deslizando hacia Duque, como ocurrió en el primer ingreso, hace un año, del joven dirigente opositor, cuando apareció en el concierto en Cúcuta.
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Lo que en principio fue un acto de audacia y valentía por parte de Guaidó al desafiar al régimen y cruzar la frontera tuvo un colofón aún no aclarado suficientemente: haber aparecido en varias imágenes junto a miembros del grupo criminal 'los Rastrojos'.
En este nuevo caso, Guaidó ahora debe enfrentar una demanda por parte de Petro, quien ha manifestado que interpondrá acciones judiciales por injuria, calumnia y afectaciones contra la honra y el buen nombre.
De hecho, Petro ya escribió en su cuenta de Twitter: "Ni soy cómplice de dictadores ni soy cómplice de los Rastrojos".
Ni soy cómplice de dictadores, ni soy cómplice de los Rastrojos. https://t.co/daZLwb780o
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 21, 2020
Y, por si fuera poco, después agregó que Guaidó había violado la Convención de Viena.
Delante de toda la prensa nacional, sin protest, de Cancillería y Presidencia de la República, Guaidó, violó el numeral 1 del artículo 41 de la Convención de Viena que prohibe que quien goza de inmunidad diplomática pueda intervenir en los asuntos internos del estado receptor.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 21, 2020
Un problema adicional que se crea Guaidó es que deberá regresar a su país con condiciones distintas a las de hace un año. Como cuenta hoy martes en las páginas editoriales de EL TIEMPO la analista Sandra Borda: "Hace diez días, el secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, pidió que se llevaran a cabo negociaciones para formar un gobierno de transición en Venezuela, gobierno que, además, se encargara de organizar elecciones libres para darle fin a la crisis política en ese país”.
“El costo para Guaidó y Duque de esta ‘bajada del bus’ de Pompeo es altísimo, y van a tratar de evitarlo a toda costa. La época en la que Guaidó podía regresar a Venezuela después de estas reuniones con reconocimientos simbólicos y fotos grandilocuentes ya pasó. Si no regresa con resultados más concretos, el apoyo político entre sus filas (que ya luce frágil) se va a terminar de desvanecer (se rumora que hizo el viaje a Bogotá sin consultar a los líderes de la oposición y llegó absolutamente solo a la reunión con Duque)”, argumenta la internacionalista.
En conclusión, una cosa es todo lo que un colombiano pueda pensar, cuestionar o afirmar de Petro, otra muy distinta la de un dirigente de un país que vive un drama de proporciones enormes y que tiene que hacer grandes esfuerzos para ser escuchado.
Sus palabras en este caso, amenazan con opacar el brillo ganado.
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