El ciclismo pone, otra vez, la bandera de Colombia en el alto del triunfo en Europa. Esa cima en la que nuestros ‘cafeteros’, como los llaman en el mundo del pedal, han venido sembrando, con tenacidad, sus nombres y el de este país durante ya largos años.
Esta vez, una nueva esperanza de este deporte, el joven Egan Bernal Gómez, de la Selección Colombia sub-23, cuyo nombre, naturalmente, es aún poco popular en su propio país, incluso en su natal Zipaquirá, la tierra del legendario Zipa Forero.
Egan significa ‘campeón’, dijo su madre, Flor Gómez. Y ‘fuego pequeño’, se dice también. Y triunfo y condiciones y personalidad, pues el fogoso pero centrado Bernal se acaba de imponer en el Tour de l’Avenir, en Francia, la primera carrera aficionada del planeta, que tiene fama de ser la rampa de lanzamiento de grandes figuras, donde, en esta ocasión, tomaron la partida 138 corredores de diversos países, llenos todos de ilusión de llegar con la camiseta amarilla a Albiez. Pero allí se hablaba ya del colombiano, quien viene rompiendo piernas, pues se ganó el Tour de Saboya (Francia) y el Sibiu Cycling Tour de Rumania.
Egan Bernal se impuso en la etapa de este sábado sobre 120 km entre Albertville y Saint-Foy-Tareintase.
Prensa Fedeciclismo.
Al final, este domingo, él subió al podio, triunfador, emocionado, como lo hicieron Alfonso Flórez, Martín Ramírez, Nairo Quintana, Esteban Chaves y Miguel Ángel López. Y resolvió ese dilema que le costó desvelos entre la carrera de comunicación social y periodismo, o esa otra carrera extensa, extenuante y dura sobre una bicicleta. De todas maneras, es un comunicador de emociones, de buen nombre, que comienza a escribir su propia página en el ciclismo mundial.
Esa crónica, que esperamos sea gloriosa, va apenas en los primeros párrafos. Y pinta, sin duda, promisoria. Tanto que Egan llegará el año entrante al poderoso equipo Sky, al lado de Chris Froome, quien le ve un gran futuro.
Lo tiene. Ha demostrado poseer lo que se necesita en este arduo deporte. Ojalá lo acompañe la suerte. Y ojalá sea otra gloria de Colombia, que necesita que sus deportistas enseñen lo que realmente somos.
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